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A Camila le incomodaban las gradas frías en las que estaba sentada. Se le dificultaba encontrar una posición cómoda cada vez que se movía para sentarse mejor.
En toda la maldita hora estuvo incómoda, ni siquiera el libro que trajo pudo distraerla del terrible aburrimiento en el que estaba. Pero siguió viendo el maldito entrenamiento de juego, entero.
Camila se levantó y se estiró tratando de alejar los dolores de trasero y se apoyó en la barandilla situada a su lado, mirando fijamente a una chica en particular: Lauren Jauregui. Observó sus músculos tensos y la caída de sudor por su cuerpo, ''Esto es mucho mejor que mi maldito libro'' pensó. Se perdió en los movimientos de la chica y rápidamente volaron sus fantasías por su cabeza.
Antes de que Camila empezara su camino hasta la ojiverde, su teléfono vibró en su bolsillo y la saco de sus pensamientos sucios sobre su mejor amiga. Lo sacó y desbloqueó, esperando que Dinah no se demorara tanto en llegar.
''Lo siento mucho Mila, pero no iré esta noche. Mi mamá y mis tías salieron y me encargaron como a mil niños, ya sabes como siempre -.- ¡Diviértanse las 2 por mi! ;)''
Camila leyó el mensaje un par de veces y puso sus pulgares en la pantalla para responder, pero una mano en su espalda baja la hizo saltar del susto. Dejó escapar un grito cuando se dio la vuelta para ver quién era el idiota para golpearlo.
-¡Ja! No te asustes Camz, ¿que pasa? No te iba a atacar ni a robar. -''Vaya idiota'' pensó Camila. Efectivamente Lauren estaba junto a ella, un brazo sudoroso cubriendo los hombros de Camila.
Camila podía oler cada pedacito de Lauren. Un bulto nervioso comenzó a formarse en su garganta cuando se dio cuenta de que sus cuerpo ahora se presionaban entre sí y rápidamente se agachó saliendo de los brazos de la chica más alta.
-Es que saliste de la nada y ni siquiera te escuché -Dijo ella tratando de concentrarse de nuevo en el teléfono. Su atención ahora estaba más concentrada en Lauren así que mejor decidió guardarlo y centro su vista en las chicas que caminaban por el campo de juego.
-Tú me conoces, Camz, soy rápida como un leopardo y silenciosa como un gato. -Dijo Lauren, señalándose con su pulgar a su misma con una sonrisa arrogante. -Bueno, como sea, ¿Qué dijo Dinah?
-DJ dijo que no podía ir esta noche, según ella tiene que cuidar niños y eso...
-Hmmm -Murmuró Lauren, agarrándose de la barandilla y arqueando su espalda en un estiramiento lento. Los ojos de Camila brillaron inmediatamente y se concentraron en sus pantalones cortos de spandex ajustados, un pequeño rubor apareciendo en su cara. -Supongo que solo somos tú y yo esta noche entonces...
Pasó un momento y Camila se mantuvo en silencio. Lauren la miró con curiosidad.
-Entonces, Camz, ¿Qué dices?
Camila sacudió su cabeza alejando sus pensamientos impuros.
-¿Qué cosa? -Lauren levantó una ceja.
-Dije que solo vamos a ser tu y yo esta noche -Camila sonrió ante la perspectiva. -¡Oh no!
-¿Qué pasa? -Camila preguntó nerviosamente.
-Dinah nos iba a llevar al cine, ahora, ¿Que se supone que vamos a hacer? -Dijo Lauren levantando sus manos en forma de cuestionamiento.
-Cierto... Eh, no sé, podriam... -La ojiverde la interrumpió.
