Lauren Jauregui habia llegado a la fiesta del hotel sin compañia por un trago. Llevaba puesto un vestido rojo unos centimetros arriba de las rodillas, tacones negros altos y su característica chaqueta de cuero negra.
El lugar estaba casi lleno. Había mucha gente bailando al ritmo de la música y todos la pasaban muy bien.
Lauren estaba sentada sola en un gran sillón rojo disfrutando de la música, con parejas de todo tipo besándose, casi tragándose a su lado como si nadie estuviera observando.
Estaba tomándo un sorbo de su bebida cuando captó algo.
Una chica de cabello marrón, con pantalón de cuero y chaqueta negra miraba hacia ella sin prudencia. Se la comía con los ojos y en vez de incomodarla, sonrió de lado seductoramente y movió un poco su cabello, haciendo como si no le importaba y apartó la mirada, según ella concentrándose en la estructura del lugar.
Lauren estaba sorbiendo su bebida y admirando algunos cuadros del lugar cuando sintió que alguien se sentaba a su lado.
-Hola hermosa.. -Dijo la chica, Lauren volteó y la vió. Era muy bonita, tenía ojos cafés y bonitos labios, podía oler su olor a perfume suave y alcohol desde su lugar.
-¿Que tal? -Respondió con indiferencia.
-Genial, ¿cómo te llamas preciosa?
-Lauren, ¿y tu?
-Soy Camila, un gusto. -Camila se acercó un poco y colocó sus labios en la mejilla de la ojiverde y presionó unos segundos, sintiendo a Lauren suspirar bajo se quedó unos segundos más y se separó lentamente.
-Te la estas pasando bien esta noche? -Se acercó un poco, rosando sus rodillas.
-Sí...
-¿Segura? No lo parece, estas como... aburrida.
-Ah, ¿y harás algo al respecto?
-Estaba pensando... ¿Quieres ir por un trago? -Lauren rió bajo, levanto su mano y agitó ligeramente la bebida en forma de respuesta causando un leve rubor en Camila.
-Quiero decir, me acompañas por uno? -Se corrigió.
-Claro. -Las chicas se levantaron y se dirigieron al bar. Se sentaron en los bancos y Camila pidió su bebida. Mientras hacian su bebida, Camila admiraba a Lauren. Era hermosa, su cabello obscuro y sus ojos claros la volvían loca y la forma en la que la trataba la hacía querer conquistarla más a fondo. Lauren sintió su mirada y volteó, encontrandose con su hermoso rostro y la mirada profunda de Camila. Le sostuvo la mirada unos segundos y ambas sintieron que el ambiente cambiaba a algo más erótico. Lauren mordió ligeramente su labio inferior y sonrió de lado, provocando un calor en la entrepierna de Camila.
Camila no quiso quedarse atrás e hizo lo mismo, se acercó a Lauren provocativamente y sosteniendo aún la mirada. Mientras el chico del mostrador, incómodo, colocaba la bebida de Camila silenciosamente en la barra, sin intención de interrumpir el erótico concurso de miradas.
Camila volteó un segundo, percatandose del muchacho, que parecía un poco avergonzado. Lauren no pudo soportarlo y con su mano, tomó la cara de Camila y la besó ferozmente. Camila se sorprendió pero al instante devolvió el beso. Sus labios se movían sensualmente y sus lenguas rosaban causando estragos en sus respiraciones. El ambiente estaba muy candente, Lauren dejándose llevar colocó su otra mano en la mejilla de Camila y la morena puso sus brazos en la cintura de Lauren, acercándola más a ella.
Estaban tan cerca que Lauren sentía sus pechos tocarse y suspiró entre el beso. Camila comenzó a sentir pequeños tirones en su miembro y apoyó su mano en el muslo de Lauren, subiendo su mano un poco y al mismo tiempo su vestido. Apretó un poco la carne y Lauren gimió levemente.
