Lauren llegó a su apartamento compartido con Camila, haciendo un poco de alarde y Camila se volteó rápidamente a ver que pasaba.
Camila vio que Lauren traía una bolsa de regalo, con eso creyó que era un regalo para ella. Quiero decir, cuando tu novia llega a casa con una bolsa de regalo que parece que es de Target asumes cosas, no? Así que por supuesto, Camila se emocionó.
Se hizo la indiferente y se acomodó más en el sofá, fingiendo leer la revista de hace ocho meses que parecía interesante.
Lauren llegó a la sala y tocó la pared como si tocara una puerta anunciando su llegada. Rápido se levanto sonriendo y le plantó un beso de bienvenida en sus labios mientras quitaba la bolsa de sus manos.
Se tiró al sofá muy emocionada empezando a abrir la bolsa mientras Lauren empezaba a hablar sobre una cosa la cual Camila no ponía atención, concentrándose en abrir la bolsa y buscar el regalo.
Lo que sacó no fue... exactamente el regalo que imaginó. Nunca habría imaginado eso. Era un...Era un-
-Consolador con arnés. -Las palabras de Lauren hicieron eco en su cabeza. ¿Un consolador con arnés? Es Miércoles, literalmente la mitad de la semana. Y Lauren decide comprarle- no, comprarles un consolador con arnés.
-¿Que se supone que haga con esto? -No era en realidad una pregunta. Camila tan solo no podía creer que Lauren fuera tan descarada.
-No creo que seas tan ingenua, Camz.
Cuando Camila gritó ''¡es Miércoles!''y la risa que Lauren le dio le recuerda por qué si es capaz de aceptar lo que le esta ofreciendo. Así que no se resiste para nada cuando Lauren la llevó de la mano hasta el cuarto, con el juguete en su otra mano.
Como siempre, Lauren corrió y se tiró a la cama de Camila y suspiró.
-Extrañe este cuarto, ¿sabes? -Camila hizo una cara antes de sacudir su cabeza y le lanza el nuevo juguete a su novia.
-Estuviste aquí esta mañana. -Dijo divertida.
-¿Y? Desearía estar en esta cama todo el tiempo. Cada segundo. -Dijo la ojiverde. Le guiñó y Camila gimió con pereza.
-Vamos, ponle un candado a la puerta, no creo que quieras que Dinah o Mani entren sin permiso, otra vez. -Camila se puso enfrente de la cama, con los brazos cruzados y sus mejillas tornándose rojas por el embarazoso recuerdo.
-Oh, Hola Lauren! Sí, estoy bien, gracias por preguntar. A Sofi le va muy bien en la escuela. -Dijo Camila sarcásticamente antes de resoplar. -Sabes, me gustabas mucho más cuando te preocupabas por mis sentimientos...
Lauren jadeó animadamente, poniendo una mano en su pecho. -¡Camila!, ¿Como puedes pensar que no me preocupo por ti? -Rió Lauren antes de encogerse.- Lo siento, creo que debo ser más sensible.
-Tal vez deberías preguntarme como me siento sobre eso también, sabes? -Sugirió Camila, apuntando al juguete al que se refería como ''eso''.
-Sí, sí, lo siento, yo sólo- No tienes idea de cuanto he estado pensando en esto. -Lauren ladeó la cabeza hacia el juguete. -Sólo imaginándote vestir eso, Dios... causa tantas cosas en mi. -Sacudió la cabeza, sonriendo. -Tan solo me levante esta mañana y estaba como ''A la mierda, me saltaré las clases e iré por el.''
-Wow, me siento tan especial al saber que me prefieres a mi antes que a tu educación. -Camila sonrió burlonamente rodando los ojos.
-Siempre, bebé. -Dijo Lauren, guiñando exageradamente causando unas risitas de Camila.
-¿Puedes, puedes al menos ponértelo? -Dijo Lauren mordiéndose el labio inferior, sus ojos verdes mirando a los suyos cafés tímidamente.
Los ojos de Camila se fueron rápidamente hacia el juguete sexual justo al lado de su novia. Era obsceno, muy obsceno, y tan solo verlo hacia a Camila sentirse incómoda.
