Domingo en la mañana, Lauren y Camila amanecieron acurrucadas desnudas en la cama de la morena.
Después de la ducha, o el sexo en la ducha, ambas terminaron sin fuerzas, así que solo se secaron, se acariciaron unos momentos y cayeron rendidas.
La primera en despertarse fue Lauren. Parpadeó varias veces y esbozó una sonrisa al darse cuenta de donde y con quien estaba.
Su corazón se calentó al ver a la pequeña -ahora no tan pequeña- Camila acurrucada entre sus brazos, con sus ojitos cerrados y su mejilla aplastada en su almohada. Otra cosa en ella se calentó también al ver la pequeña carpa que se hacía en su entrepierna.
Se quedó mirando ansiosamente unos segundos, y con cuidado se deslizó hacia abajo, quitando lentamente las sábanas, dando a su completo resplendor la enorme erección matutina de la morena.
Su cuerpo era tan perfecto. Su rostro, sus pechos, su vientre suave, y claro, su enorme polla.
Se relamió los labios y se acostó con cuidado de no moverla. Separó sus piernas un poco y aspiró su dulce aroma almizclado. Pasó de nuevo la lengua por sus labios y se acercó y dejó pequeños besos por el caliente miembro frente a ella. Estaba caliente, esplendido y muy duro.
Lamió desde abajo hasta arriba y empezó a meterse de poco a poco, hasta llegar a la mitad, en donde más pudo. Comenzó a subir y a bajar su cabeza, y la masturbó por donde no alcanzaba a llegar. Abrió sus ojos y vio el pecho de Camila sonrojado y su respiración estaba más rápida.
Se lo sacó y volvió a lamer de abajo hasta arriba dejando muchos besos húmedos por toda la longitud. Escuchó varios jadeos temblorosos y pequeños gemidos que provenían de la boca de la morena.
Volvió a meter el miembro en su caliente boca y chupó más rápido. De repente, las manos de la morena se aferraron a la cabeza de Lauren y empujó levemente sus caderas.
"Aaah, Laureen" Gimió y echó la cabeza para atrás. Lauren chupó un par de veces más y se alejó un poco, suponiendo que ya iba a correrse y continuó su trabajo con su mano.
La morena comenzó a temblar levemente y gimió profundamente al momento en el que su semen salió disparado, cayendo a su estómago y un poco al cabello de Lauren.
Camila suspiró audiblemente y se relajó contra la cama, con una pequeña sonrisa. Lauren subió gateando y le dio un beso en la mejilla.
"Buenos días, bebé" Dijo con una mirada tierna. La sonrisa de Camila incrementó.
"Que hermosa forma de despertar" Contestó y Lauren rió. Después de limpiarse, se vistieron cómodamente y bajaron a desayunar.
Después de comer unos ricos panqueques creados por Lauren, fueron a la sala y encendieron la tele para ver algo interesante, pero al prender la t.v. apareció el menú de la película del día anterior y ambas sonrieron cómplices.
"Y... ¿Como es que tienes esa película?" Preguntó Lauren.
"Dinah me la regaló." Contestó. Lauren levantó una ceja y Camila se apresuró a contestar. "Rubia teñida, muy alta, la que el otro día casi me tira por las escaleras..."
"Ahhh, ya, ya recordé." Contestó con una sonrisa Lauren. Había sido solicitada por ella para que cuidara a sus hermanos la vez que se iba a escapar, pero fue atrapada. Lastima, pensó Lauren.
"¿Que fue lo que más te gusto, de la película?" Preguntó Lauren con una sonrisa coqueta. Camila se sonrojó y volvió la mirada a Lauren.
"El final" Ambas sonrieron y se juntaron en un tierno beso, que al pasar de los segundos, se profundizó por parte de Camila, metiendo tímidamente su lengua en la boca de Lauren.
