El regalo perfecto

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- Es inútil, no lograré encontrar el obsequio adecuado para Hinata - dijo el rubio completamente desanimado - Tienes razón Sakura-chan, soy el peor novio para Hinata.

- Tranquilo Naruto, ya encontraremos el obsequio para Hinata, vamos a dar una última vuelta, ¿Te parece? - el ojiazul asintió y ambos se pusieron de pie para seguir su búsqueda aunque sin mucho éxito. Finalmente se dirigieron a casa de Naruto, cenaron y un par de horas después, el padre de Naruto ordenó a su chofer que llevara a Sakura a su casa.

- Recuerda lo que dijimos, debes ser el primero en felicitarla, ¿De acuerdo? - dijo la pelirosa mientras se despedía de su amigo quien asintió. Entonces la chica subió al auto y se fue.

Horas después, Naruto se encontraba dando vueltas en la cama sin poder conciliar el sueño, miró su reloj: 11:30 aún faltaba media hora para que diera la medianoche, no podía cerrar los ojos, sentía que si lo hacía se quedaría profundamente dormido y no podría llevar a cabo lo que tenía planeado. Salió de la cama, pensó que si seguía acostado enloquecería, se acercó a las puertas que daban a su balcón, a un lado de una de ellas se encontraba su guitarra acústica recargada en un atril y junto a ella, estaba el estuche que Hinata le había obsequiado. Tomo la guitarra, no pudo evitar sonreír, sin duda estar con Hinata era lo mejor que le había pasado en la vida, llevaban casi ocho meses saliendo y, aunque las cosas no habían sido sencillas principalmente por causa de sus celos, sin temor a equivocarse, habían sido los ocho meses más felices de su vida.

Él, Sakura e Ino habían conocido a Hinata en segundo grado de primaria cuando Ino la defendió de otras niñas que se burlaban de ella por ser tan tímida. A partir de ese momento, se habían vuelto inseparables, Naruto nunca entendió la razón por la que Hinata se ponía nerviosa cada vez que él se le acercaba, recordó como siempre, después de clases, le preguntaba a Sakura si él daba miedo por la manera en la que actuaba Hinata con él. Luego, en quinto grado, el padre de Hinata fue transferido y la envió a un internado en el País de la Cascada. Durante casi dos años, la única forma de contacto que tuvieron fue por e-mail y Messenger, conversaban casi todas las tardes por horas hasta que la prefecta del internado le exigía a Hinata que apagara la computadora. Entonces, un mes después de que habían entrado a su primer año en la secundaria, Hinata volvió a Konoha pues a su padre lo habían nombrado director general de la compañía. Ahora que lo pensaba, recordaba el día en que la volvió a ver como si hubiera ocurrido ayer: Él iba corriendo desesperado subiendo las escaleras porque creía que iba tarde, sin darse cuenta chocó con Hinata que iba en dirección opuesta cayendo encima de ella, recordó el hermoso sonrojo que cubrió las mejillas de Hinata cuando se dio cuenta de la situación y lo primero que le dijo: "Na-Naruto-kun, ¿Po-podrías quitarte de encima? No me dejas respirar" - sonrió al recordarlo - ahora sabía que desde aquel momento quedó enamorado de la ternura, delicadeza y dulzura de Hinata, tuvieron que pasar casi cinco años para que él lograra armarse de valor para confesar lo que realmente sentía por ella y definitivamente, de lo único que se arrepentía, era de haberse tardado tanto en hacerlo.

Miró su reloj nuevamente: 11:59, tomó su celular y marcó el número de Hinata, era un hecho de que sería el primero en felicitarla por su cumpleaños, entonces...

- ¡¿Qué? ¡Ocupado! - exclamó el rubio al oír el tono del teléfono - ¿Cómo puede ser posible? - pensó en hablarle a su casa, pero sabía que probablemente contestarían los padres de su novia así que siguió intentando hasta que a las 12:06 por fin contestó - Hola - Hinata, soy Naruto - ¿Na-Naruto-kun? ¿Sucede algo? - No princesa, yo... quería ser el primero en desearte un feliz cumpleaños, ¡FELIZ CUMPLEAÑOS Hinata! Espero que te la pases muy bien - A-arigato Naruto-kun - ¿Puedo preguntarte por qué no contestaste hace un rato? Mi plan era felicitarte exactamente a medianoche - E-es que Ino me llamó para desearme feliz cumpleaños - Naruto tuvo que contener las ganas de gritar, su "linda" amiga solía jugarle ese tipo de trucos sólo para hacerlo enojar. Respiró profundo - Debí de haberlo imaginado, bueno, ya me despido para que puedas dormir, nos vemos mañana, te amo Hinata - Descansa, Naruto-kun, yo... yo también te amo, hasta mañana.

contrato de... amor?Where stories live. Discover now