Capítulo 35: Reunión casi memorable

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Los pantalones caen al suelo, tira la chaqueta de cuero al piso, se mira al espejo y se ata una coleta alta, mientras se peina su largo cabello. Se pinta las pestañas de un color negro noche, los labios de un rojo carmesí y cuando termina de arreglarse camina por la tienda destruida, por culpa de la guerra. Elije un vestido pegado al cuerpo, poniéndose unas medias largas sensualmente, terminando por unos zapatos de tacón que la hacen ver súper sexy.

La vampira Ancestral está lista para parecer toda una diva, como claramente es ella.

Biulit se lo piensa y de manera obvia, analiza dónde puede estar Reo.

<< ¿Dónde? Claro, dónde están las fiestas >>

A gran velocidad corre por todo el territorio enemigo, sube a un árbol de tan solo un salto y cierra los ojos oyendo la música.

Sonríe.

― Arácnidos...

Con gran rapidez, se adentra en el enorme edificio. A cada paso que da, sin aumentar su velocidad para que la vean, puede notarse el miedo de ellos, al ver su impregnado rojo en sus ojos.

Obviamente haciéndolo apropósito, disfrutando de su temor.

― Díganle a Reo que Biulit ha venido a verlo ― exclama con superioridad ― ¡Vamos muévanse, seres inferiores! ― se ríe y goza del estremecimiento que ella les genera.

Sigue siendo conocida como una sádica y al verla viva, la sorpresa junto con el miedo se apoderan, reaccionando rápido.

― Lo siento, yo soy la que te atenderá ― oye detrás y se gira visualizando a Verónica.

― Berenice ― frunce el ceño al verla.

― Parece que recuperaste la memoria ― sonríe con malicia.

Biulit vuelve a sonreír.

― Y tu gusto por la vestimenta parece que se arruino ― se burla de su ropa masculina.

― Basta de juegos ― expresa sin expresión, aparece detrás y la aprisiona ― veamos qué tan superior te sientes ― le muerde el cuello e intenta sacársela de encima pero no puede y la sangre comienza a derramarse, pero Verónica siente el impedimento de Bast que no había aparecido al principio, sin saber por qué, pero ahora no le queda otra que soltarla ― ¡Maldición! ― se queja.

Ninguna de las dos puede hacer nada, pero una risa se escucha al fondo del pasillo.

― Ay, me divierto mucho... ― Reo mira a su hermano que camina al lado de él con una copa de sangre ― casi todos reunidos ¿No crees que esto es memorable, hermanito? ― vuelve a reír ― falta Nerida y estaríamos completitos.

― ¡Ni te atrevas a nombrar a mi hermana! ― se queja Verónica.

Biulit se recompone, empuja a Berenice y a toda velocidad se pone delante de su ex­ prometido, sonriéndole.

― Dime la verdad ¿Vamos a seguir hablando o... ― pasa sus dedos sensualmente por lo agujeros que le hizo la otra mientras se desvanecen curándose ― ¿Piensas morderme? ― gruñe provocándolo.

Reo levanta una ceja.

― ¡Oh! Esta Biulit me gusta ― se relame los labios y levanta su mano pero el rubio interfiere.

― Detente ahí ― entrecierra los ojos ― no es correcto.

― ¡¿Qué no es correcto, hermanito?! ― se queja ― ¡Déjame disfrutar! ― Continua molesto pero al ver el semblante determinado y serio de su hermano mayor, se detiene.

Mejor no atenerse a las consecuencias...

― Biulit, me parece que tú y yo tenemos que hablar ― exclama y ella frunce el ceño.

― Yo no tengo nada que hablar contigo, Thaiel.

― Yo pienso que sí ― mira hacía la ventana y luego regresa a ella ― acompáñame.

Al ver que no queda otra lo sigue, llegan hasta una habitación y se detienen allí, él cierra la puerta.

― ¡Ay rubio! Yo sabía que me tenías ganas ― se ríe y luego se acerca tocándole el torso ― me hace acordar al pasado ― se pone muy cerca de su rostro, pero él se aleja.

― No digas estupideces, eso fue en el Antiguo Egipto y solo fue un desliz ― roda los ojos.

Ella bufa.

― ¿Y entonces para que me quieres aquí?

― Porque... ― camina hasta la ventana ― no me parece correcto lo que haces, más a poco tiempo de morir...

Frunce el ceño.

― ¿Estás de broma? No me digas que al final si vas a...

― Sí ― le confirma interrumpiéndola ― olvida la venganza, porque ya no quedara nada ¡Ah! Y por cierto... ― abre el vidrio ― también tienes asuntos que arreglar con él ― luego se dirige al otro vampiro ― ¿No? Noir.

Ella se sorprende.

― ¡¿Me has estado siguiendo?! ― se lo piensa ― ¿Cómo no me di cuenta...? ― refunfuña ― maldito cuerpo...

El vampiro sirviente sonríe y entra.

― Te encontré.

___

Wow! Hace casi más de dos meses que no actualizo esto u-u 

Que mal...

Las noticias son: 

Del 26 de diciembre al 17 de enero. No tendré Internet a dónde me voy de vacaciones. Por lo tanto me estaré dedicando a esta historia en mi borrador de papel, es la única que tengo en cuaderno, junto con otra más. Así que... ¡¡Prometo maratón cuando vuelva!! 

Wiiiii!!!!

Comentarios sobre la historia:

¿Qué hablaran Noir y Natalie/Biulit?

¿Por qué Bast dejo que Veronica la mordiera?

Ohhh cómo amo a mi Thaiel, no importa que sea destructivo <3

¿Cual será su plan? *-*

Atte: Vivi :D

La sangre que corre por mis venas (sin editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora