Capítulo 11: Datos del pasado

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"Papá... ¿Qué es la libertad?"

"¿Papá? Papá..."

"Papá está muerto"

"¿Qué es esto? ¿Por qué?

"Sangre... papá está lleno de sangre"

"Ese hombre lo mato, ese hombre"

Noir abre los ojos bruscamente y se sienta.

― ¿Me dormí?

― Parece que si ― aparece Natalie caminando ― ¿No era que los vampiros no duermen?

― A veces lo ilógico supero lo lógico.

― ¿Qué te paso? Estabas nervioso hace un momento ― Natalie pregunta intrigada por verlo mal al dormir.

― No es nada ― gira la vista.

Luego del ataque de los oscuros y la milagrosa aparición de Bast, Natalie y Noir quedaron a la deriva. Las opciones se le agotaban a su protector, él se había puesto a pensar y para hacerlo se tiro al pasto, mientras ella daba una vuelta, estaban en un descampado.

Noir vuelve a mirar a Natalie y le surge una duda.

― ¿Ya has dejado de ser una suicida?

Ella se sorprende.

― ¡¿A qué viene esa pregunta?! ― frunce el ceño.

― Responde ― dice directo y serio.

― No tengo razones para existir, así que no, no he dejado de ser una suicida ― pone sus manos en las caderas.

Noir se levanta del suelo.

― ¿Y estas esperando a que me distraiga? ― sigue el interrogatorio.

― No tengo porque decirte que es lo que pienso hacer ― se niega a responder.

― Entonces piénsalo bien ― la apunta.

― No tengo porque pensarlo, no estoy siendo egoísta, nadie se acordara de mi de todos modos.

― Yo sí.

Natalie se sonroja.

― ¿Eh?

― Y por supuesto el idiota de tu romeo también ― levanta una ceja moviendo la cabeza enojado.

― ¿Romeo? ¿Te refieres a Jackson? ¿Por qué lo llamas así? ― pregunta confundida.

― Porque su amor es trágico, siento lastima por él, enamorarse de una suicida como tú, eso sí que es trágico ― sonríe.

― ¡Cállate y no te burles! ¿Quién te da derecho a burlarte de Jackson?

Noir deja de sonreír.

― Ya me aburrí de esta conversación ¿Nos vamos?

― ¿A dónde?

― A lo del conde ― se ríe.

― ¡Idiota! Chiste malo que no me importa en lo más mínimo ― le grita bien fuerte.

― Ja, ja, ja ― se ríe más fuerte ― me duele la pansa ja, ja...

― ¡Deja de reír! ¡¿Por qué te ríes?! ― se sonroja.

― Supongo que es porque no me reía hace mucho ― sonríe.

― ¿Qué dices? ¡Si siempre te burlas de mí!

― Lo siento, me refería a otra cosa, olvídalo.

― ¿El qué? ― pregunta intrigada.

― Cuando era niño ― se pone serio ― no podía reír mucho, así que yo... cuando me convertí en vampiro, me jure a mí mismo reír lo más posible cuando sea el momento ― la señala.

Natalie se sonroja y vuelve a enojarse.

― ¡No soy ningún momento! ― entonces se calma y pide ― quiero saber.

― ¿Qué cosa? ― Noir la mira con negación temiendo por lo que piensa pedir ella.

― Tu pasado, quiero que me lo cuentes, quiero saber, tengo curiosidad, como eras como humano, tu familia...

― No ― dice cortante y enojado ― ese tema no se toca, no quiero ni recordarlo.

― Dale, no puede ser todo malo.

Suspira.

― Ya te dije que no, no quiero.

― Hagamos una cosa, te contare algo de mí, si tú me cuentas algo de ti ― ofrece.

― La respuesta sigue siendo no ― entrecierra los ojos.

― ¡Dios! No te soporto ― se enoja.

― Nunca dije que fuera agradable ― sonríe.

― Púdrete, estúpido vampiro.

Año 1863 - Francia.

Noir es un joven esclavo que trabaja en los campos del marques Antuan, un hombre tan rico como malo, aunque la esclavitud ya estaba terminando en esos tiempos, el hombre no liberaba a sus esclavos, tampoco los trataba bien, incluso los golpeaba. El joven Noir tenía golpes en muchas partes del cuerpo, su ropa estaba rota y una de sus piernas ya casi era inmovible tras las heridas que fueron causadas por su patrón.

Un día el muchacho fue a hablarle a su padre que había que trasportar unos productos del jefe hasta otro campo, él no podía hacerlo, su pierna aún no se recuperaba, pero cuando lo encontró, ahí lo vio, su padre yacía muerto en el suelo, su único pariente estaba muerto.

― ¡Papá! ― corrió a socorrerlo pero ya era demasiado tarde.

― Olvídate de él ― dijo Antuan ― hay que llevar esos productos ― señalando la salida.

― ¡Malvado! ¡Usted lo mato! ― las lágrimas de Noir caían mientras le gritaba.

Pero no servía de nada la acusación, nadie le creyó.

Actualidad - afuera, castillo de Verónica.

Marilyn encontró al fin una pista que la llevaría hasta Bast, estaba segura que ahora nada la detendría de encontrarlo pero...

― Espera ― escucho una voz a su espalda ― no te lo recomiendo.

Ella se da vuelta.

― ¿Y tú quién eres?

― Blake, Jackson Blake.

Un encuentro diferente, una nueva incógnita ¿Qué sucederá ahora?


La sangre que corre por mis venas (sin editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora