Capítulo 21: El plan de la luna

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Al día siguiente, una mañana tranquila, pájaros cantando, podría ser el último día para descansar, al menos para los humanos. Por su parte, en el castillo de Verónica, Bast se encuentra recostado en la cama de tres plazas, enorme con cortinas rojas y colgantes, un lugar bonito, relajante. Sin embargo, él nunca está tranquilo, en su mente, lleva el peso del pasado, el pasado que lo atormenta día y noche.

Egipto – 3153 a. C

Una misma habitación, mucho más grande con una cama mucho más espaciosa. A los egipcios les gustaba adornar a sus supuestos dioses con oro, joyas y telas de las más finas. Bast se encontraba tendido en su cama como en el presente, pero con una gran diferencia, una sonrisa. Nerida entra por la enorme puerta dorada.

― Hola ― se apoya sobre el borde sensualmente y sonriendo ― ¿Necesitas compañía?

Él se sienta.

― ¿Hablaste con tu hermana?...

― Olvidemos a mi hermana por un momento ― se sienta junto a él y posa su dedo en sus labios.

― Es que... ― corre su mano.

Ella lo abraza y se arrima más.

― Nada, disfrutemos el momento ― lo besa y Bast le corresponde.

Llegando al clímax y empezando a quitarse la ropa...

― ¡Hermana! ― de pronto se escucha y ambos se dan vuelta, Verónica los había descubierto.

― Berenice ― se levanta Bast y sigue a la vampira tan destrozada por la tristeza que tuvo que salir rápido de allí.

En cambio, Nerida sonreía, ni la persiguió, al parecer sabía que vendría, lo hizo a propósito.

Actualidad – Guarida de los Oscuros – Casa de Milán

El primer ataque ha cesado. Al regresar a su hogar descubre que Marilyn no se encuentra y como no la vio en la batalla, solo hay una conclusión para él, volvió a huir...

― Me dejaste otra vez... ― dice triste.

― Milán ― llega Scott un compañero de guerra.

Él se da vuelta y cambia su expresión para disimular.

― ¿Qué sucede?

― Crow está muerto, Louise lo mato.

― ¡¿Qué?! ― se sorprende ― ¿Y ahora...

― Esta todo decidido ― lo interrumpe.

― ¿Qué es lo que está decidido? ― lo mira confundido.

― Sígueme ― saca sus alas y sale volando.

Milán hace lo mismo y lo sigue. Al llegar al centro de la ciudad, todos están reunidos.

― ¿Qué sucede aquí? ― pregunta viendo que están deliberando opciones de lo que van a hacer a partir de ahora.

Scott se da vuelta y lo observa fijo.

― No hemos tenido mucho tiempo, pero la decisión está tomada y estamos todos de acuerdo.

― ¿En qué? ― entrecierra los ojos intentando entender.

― Milán ― pone sus manos en los hombros de él ― hemos decidido ― señala a todos con su mano izquierda ― ¡Que serás nuestro nuevo líder!

La sangre que corre por mis venas (sin editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora