Capítulo 8: Al rojo fuego

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El viento soplaba, ninguno de los dos pronunciaba palabra, se miraban fijo, en ese instante parecía todo en calma pero al ella acercarse lo noto, Jackson también se había convertido en vampiro. Los vampiros pueden reconocer a los de su propia especie al acercárseles, aunque Natalie no lo sabía lo presintió, sintió culpa por eso y de la nada pronuncio.

― Lo siento ― bajo la vista ― es mi culpa, no debí haberte llamado.

Él se corrió del árbol y se acercó a ella.

― No te disculpes por cosas insignificantes ― levanto su mano y le roso la mejilla acariciándola ― vampiro o no, tenía que verte.

― ¡¿Quién lo hizo?! ¡Lo matare! ¡¿Fue Nerón?! Lo descuartizare ― levanta la vista gritando furiosa.

― Nerón está muerto ― la interrumpe.

Natalie abre los ojos bien grande.

― Mentira ― retrocede alejándose a una pequeña distancia ― ¿Lo mataste? ― su voz sorprendida comenzaba a aumentar ― ¡¿Lo mataste?! ¡Dime! ― le grita ― ¡Jackson!

― No, fue otro vampiro.

― Entonces... ― ella queda pensativa ― ¿Has venido a matarme?

― ¡No! ¡Jamás! ― la abraza ― nunca he pensado en matarte yo... ― se sonroja y ella lo corre.

― ¿Tú, que? ― lo mira.

― Dicen que los sentidos y las emociones aumentan, lo he comprobado desde entonces, yo estoy enamorado de ti Natalie ― agarra el rostro de ella.

― ¿Qué? ― se sonroja.

― Aléjate de ella Romeo ― aparece Noir caminando y con el ceño fruncido.

Él rostro de Jackson cambia a enojado.

― Vampiro...

Ambos se miran amenazantes, no corren la vista ni un segundo, parece que quieren destruirse el uno al otro, se ponen de frente pero Natalie intercede en el medio.

― ¡¿Qué creen que hacen?!

― Protegerte de este vampiro secuestrador ― Jackson lo señala.

― ¿Disculpa? Yo soy el encargado de protegerla ― Noir contesta.

― ¡¿Qué?! ¿Protegerme? ¡No necesito que me protejan! ― Natalie posa sus manos en sus caderas ― yo puedo defenderme sola.

Ninguno le hace caso y quieren matarse entre sí, no hay forma de detener esta pelea que parece que está a punto de comenzar. Jackson acomoda su cabello y saca una sonrisa ganadora, eso solo significaba una cosa, tenía la confianza para derrotar a Noir y Natalie sabía que él cuando hacia esos gestos demostraba que "sabia como exterminarlo", no importaba la edad del vampiro mientras "asesino Blake" supiera como deshacerse de este, solo quería decir una cosa "Jackson antes de venir había investigado a Noir", al parecer su nueva presa.

― Detente ― ella se pone en frente de él.

― ¿Vas a defenderlo? ― Jackson entrecierra los ojos y luego sonríe mirando a Noir ― ¿Qué pasa? Te escudas con una mujer, que poco hombre.

― No me escudo nada ― la corre y hace el primer movimiento.

A toda velocidad le lanza una patada al aire que Jackson esquiva, rápidamente Blake se pone detrás y lo da vuelta al suelo tirándolo con mucha fuerza, pone su arma en su frente con una gran sonrisa. Noir se corre a tiempo del tiro, haciendo que la pistola salga volando al girar para sacársela, con toda su fuerza lo agarra por detrás y no lo suelta, pero el castaño se tira de espalda para golpearlo.

La pelea sucedió tan rápido que Natalie no pudo interceder, le molestaba no poderlos detener y su rabia aumentaba con ver cada golpe que se estaban dando. Sus ojos se tornaron de un rojo fuego y de la nada grito.

― ¡Deténganse ahora!

Ambos frenan, pero no por lo que dijo, sino que comienzan a sentir un dolor en sus cabezas y se arrodillan por esa horrible sensación.

Natalie comienza a temblar, sus ojos vuelven a su color original y cae al suelo desmayándose. Al ella desvanecerse ellos dejan de sentir esa molestia en sus cabezas.

Noir reacciona rápido y levanta a Natalie llevándosela lejos de allí.

Al despertar, ya se encontraban en la casa de Galen y ella esta recostada en el sillón, intenta pararse pero su "protector" la detiene.

― No te esfuerces.

― No me digas lo que tengo que hacer, dime ¿Qué paso? ― ella le exige.

― Lo que hiciste...

― ¿Lo que hice? ― lo mira confusa.

― Si, eso solo lo puede hacer un ancestral ― la mira preocupado ― pero... tú no eres uno, tu cuerpo no podría soportar tal poder, no tienes tanto tiempo como vampiro como para soportarlo.

Se hace un silencio indeseado y él acaricia su cabello, Natalie lo mira sin entender el porqué de lo que acaba de decir ¿Qué es lo que hizo para que Noir pensara eso? No había registrado lo que había hecho en aquella plaza, como si nunca hubiera pasado y mientras había más preguntas sin resolver, Marilyn aparece toda contenta.

― Hola.

― Todavía no te fuiste ― Noir la mira cansado.

― Que malo "hermano sirviente" ― hace puchero ― dime donde esta Bast.

― No soy tu hermano además... no te creo que seas su sirviente.

― Esto es prueba suficiente ― corre su manga derecha y le muestra el tatuaje oscuro que tiene en su brazo ― ¿Con esto me crees?

Noir tira de este y observa el tatuaje detenidamente, la forma es la misma, unas rayas negras cruzadas entre sí, aunque fuera idéntico al de él todavía no podía creerle, el extraño tatuaje se formaba a medida que pasaban los años y el de ella aunque tenía la misma contextura que el de Noir cuando tenía tan solo 18 años de vampiro no se había formado con esa velocidad, por lo tanto no estaba seguro.

De pronto la suelta y dice.

― No, no te creo.

― ¡¿Qué?! Pero...

― Silencio, no dejas dormir a Natalie ― la interrumpe.

Su protegida se había desvanecido otra vez, pero al menos solo era un tranquilo sueño.


La sangre que corre por mis venas (sin editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora