Capítulo 17: Labios carmesi

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Una llovizna, Natalie y Noir caminando en esa noche oscura, se escuchan los relámpagos, comienza a llover más fuerte, una sombra se ve al final de la calle, alguien además de ellos se estaba mojando, se acercaba, las gotas caían, sus ojos comenzaban a verse en la penumbra, ojos color sangre, ojos rojos.

― Reo ― Noir pronuncia y se sorprende al visualizarlo.

El vampiro ancestral con una velocidad más rápida que cualquiera de su especie aparece delante de Noir, sonríe y le pega un golpe que lo hace salir volando.

― ¡Noir! ― grita Natalie preocupada.

― Biulit... Berenice me dijo dónde encontrarte ― exclama Reo ― te odia, te tiene rencor, no sé, pero sí que te tiene vigilada, le agradezco por eso ― sonríe.

Natalie se da la vuelta para mirarlo.

― ¡¿Quién te crees que eres?! ¡¿Y a quien llamas Biulit?!

― ¿Tú también te cambiaste el nombre como Berenice? Que manía todos por cambiarse el nombre.

― ¿De qué hablas? ¡Yo no soy Biulit! Que molesto ― se enoja más.

Reo queda pensativo.

― Entonces... ― se acerca a su rostro ― ¿Quién eres? Yo no veo a otra Biulit aquí.

― Soy Natalie Hansen ― se señala a si misma ― hija del cazador Frederick Hansen, no soy, ni nunca seré, esa vampira que tú dices.

― ¿Hansen? ― levanta una ceja pensativo y luego lanza una carcajada ― Ja, ja, ja, ahora todo tiene sentido, parece que a mí también me borraron la memoria ― bromea.

― ¿Qué? ― ella frunce el ceño.

― Me había olvidado que a Bast le gusta jugar con la mente y eso que ya estuve nombrando que te la habían borrado, aunque nunca supe el porqué, pero la verdad no me interesa ― la agarra de la cintura.

― Oye ― intenta zafarse ― suéltame.

― Oh ― hace un gesto perverso ― no solo tu memoria ― la mira de abajo hacia arriba ― ya no eres Ancestral ¿Qué eres? ¿Una mezcla?

― No sé de qué hablas ¡Suéltame idiota! ― forcejea pero él es más fuerte.

― Más a mi favor ― levanta su rostro para verla fijo a los ojos ― eres más manejable de esta manera, creo que si ahora estuviera tu verdadera personalidad estarías decepcionada de tu cuerpo, con ese aire de superioridad que tenías, lo odiarías, pero hay que admitir algo, lo enojona y caprichosa no se te ha ido.

― Deja de inventar disparates y suéltame o te matare.

― Es cierto, estoy hablando mucho, mejor pacemos a la acción ― saca una sonrisa retorcida y posa sus labios sobre los de ella para luego meter su lengua.

El pervertido la estaba obligando a besarlo, Natalie logra zafar una mano, he intenta agarrar el arma que estaba en el cinturón del pantalón de ella, hace su mejor esfuerzo por tomar el revólver, ya que su intento por morderlo, para que la suelte, no funciono, era como si la lengua de Reo fuera indestructible o era masoquista porque seguía besándola aunque la sangre caía de su boca.

A la otra punta de la calle, Noir siente caer las gotas de lluvia en su cara y se despierta, estaba perdiendo sangre, el golpe había sido tan fuerte que aunque era un vampiro, la herida no se estaba curando tan rápido como siempre.

Al levantar la vista, ve la escena que le produce asco y pronuncia.

― Prefiero a Romeo ― susurra a lo bajo, le cuesta hablar.

La sangre que corre por mis venas (sin editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora