Capítulo 10: La verdad del sufrimiento.

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Castillo de Verónica...

Dolor, una sensación física y mental, Bast camina a través de las habitaciones con dificultad, esta mareado, se dirige al baño, abre la perilla de la ducha y se mete con ropa, no le importa nada, no puede sacarse las sensaciones que sufre, escucha voces.

"Estoy aquí"

"Quiero mi venganza"

"Sufre, sufre como yo lo hice"

"No te dejare en paz"

― Por favor... Verónica... cállate ― él susurra mientras siente el ahogo en su garganta.

"Sufrirás las consecuencias de tus actos"

"Entrégame el control"

"No te dejare en paz"

― Cállate ― vuelve a pedir.

"Biulit sufrirá por tus errores"

― ¡Te dije que te callaras! ― grita y el espejo del baño estalla en mil pedazos, provocando herirlo y romper algunas partes del baño lujoso.

Su herida se cura en un instante y las voces ya no hablan más, sale de la bañera con la ropa rota y mojada. Un creyente toca la puerta.

― Señorita Verónica ¿Se encuentra bien?

Bast abre la puerta bruscamente.

― Verónica no está aquí ― lo pasa de largo para seguir caminando.

― Lo siento mucho ― se arrodilla frente a él ― mi señor ― lo observa ― ¿Qué le paso a su camisa?

― La corte.

― Digo... me refiero... ― señala una marca que esta dibujada en su pecho, que se ve entre pequeños cortes debajo de su ropa.

― Es mi maldición ― se acerca a su oído ― me recuerda que soy un monstruo ― continua caminando ― no vuelvas más aquí ― se da vuelta y le advierte ― podrías morir.

Él vampiro se estremece ¿Acaso era una amenaza? No era como si realmente lo pareciera, más bien, era como si se preocupara por los demás, incluso si tenía que protegerlos de el mismo, este creyente lo había visto advertirle a varios cosas como esas, Bast era solitario y alejaba a todo a quien se le acercara, el vampiro interrumpió su paso otra vez y se presentó.

― Soy Vladimir, estoy aquí para servirle ― levantando la mano como si fuera de la milicia, espero contestación algo avergonzado de ni siquiera haberse arrodillado ante alguien que él admiraba.

Bast se quedó observándolo por un segundo pero antes de contestarle Vladimir continuo hablando.

― Parece ser que algo le molesta, déjeme ayudarle, que tal si le cuento eso para distraerlo ¿Le gustaría un poco de información? Iba a dársela a Verónica pero...

― ¿A Verónica? ¿Qué información? ― lo interrumpe.

― Los Oscuros están atacando a la cazadora, esa Natalie, la que ahora es vampira.

― ¡¿Qué?! ¿Cuándo? ¿Ahora? ― abre sus ojos bien grande.

― Si, justo en este momento ― le confirma ― al parecer han mandado muchos, nadie sabe porque.

― ¿Son muchos? ¿Cuántos? ― le sigue preguntando.

― ¡Uf! Como unos cien.

― ¿Tantos? ― queda asombrado y preocupado.

― Si, a mí también me pareció excesivo, ni que ella fuera un ancestral para atacarla de esa forma ― Vladimir sonríe pero al ver la cara de Bast se asusta y borra su sonrisa de su cara ― ¿Mi señor?

La sangre que corre por mis venas (sin editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora