El festival de fuegos artificiales

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- Eh, ¿Quieres saber qué dice? - preguntó la pelirosa a lo que la niña asintió con la cabeza - Veamos, dice que dentro de una semana va a haber un festival de fuegos artificiales en la orilla del río, donde estuvimos la otra vez, ¿Recuerdas? - la niña asintió nuevamente y luego se dirigió a la sala para mostrarle el volante a su hermano.

- ¿Qué es, Mikoto? - preguntó al tomar el papel de manos de la niña para leerlo.

- Es un volante sobre el festival de fuegos artificiales que va a haber en el río - interrumpió Sakura mientras se acercaba a la sala - ¿Quieres ir Miko-chan? - la niña asintió, luego miró a Sasuke, y después a Sakura.

- Quieres que Sakura nos acompañe, ¿No es cierto? - le preguntó Sasuke y la niña volvió a asentir. Luego el pelinegro miró a la chica - Entonces Sakura, ¿Vas a acompañarnos?

La pelirosa dudó por un momento - C-claro, si Miko-chan quiere podemos ir los tres juntos.

Después de eso, los tres se dirigieron al comedor para cenar.

- Tengo que admitir que está delicioso - comentó Sasuke después de comer un poco.

- G-gracias - respondió la pelirosa.

- Aunque creo que se te pasó un poco la sal, ¿No crees?

Sakura lo miró molesta - ¿Es que nunca puedes hacer un halago sin arruinarlo?

Sasuke esbozó una sonrisa - Es broma, ya te dije que estaba delicioso.

Los tres continuaron cenando tranquilamente, Sasuke seguía diciendo que le faltaba o le sobraba sal o que sabía a quemado, siempre buscando que Sakura se molestara, lo que hacía que Mikoto sonriera como nunca al ver a su hermano pelear con su "novia". Luego se quedaron en la sala viendo una película, Sakura sentada en un extremo del sofá con la cabeza de Mikoto recargada en sus piernas, y Sasuke al otro extremo con las piernas de la niña sobre las de él. Finalmente, al término de la película, Sasuke se levantó y tomó en brazos a Mikoto que estaba completamente dormida.

- Nosotros debemos irnos - dijo Sasuke mientras se dirigía hacia la puerta.

- Claro, ¿Quieres que te ayude a llevarla al auto? - el chico asintió con la cabeza - Espera, deja voy por una frazada - dijo la ojiverde, fue corriendo a su habitación, y regresó con una frazada color morado con la que cubrió a Mikoto. Luego los dos bajaron por las escaleras hasta el auto de Sasuke. El pelinegro colocó a la niña en el asiento trasero y después se dirigió al otro lado para abrir la puerta.

- Sasuke, yo... - dijo la pelirosa - Sobre el festival...

- No tienes que asistir si no quieres - interrumpió.

- No es eso, lo que pasa es que yo había quedado con mis amigos para ir juntos, no me gustaría que Miko-chan pensara que no quiero ir con ella, así que si tú... puedes soportar estar con mis amigos por unas horas, creo que podríamos pasarla bien, ¿No crees?

- Hmph, tal vez - respondió Sasuke. Luego subió al auto y se fue.

Los días de la semana transcurrieron deprisa, Sakura trabajó cada día completo viendo que Sasuke seguía encargándose del restaurante a tan sólo unos días del regreso de su tío, era como si quisiera demostrarle lo eficiente que había sido con la administración del lugar. El ver que el chico podía esforzarse tanto, despertó en Sakura un gran sentimiento de respeto y admiración, pues desde que lo conoció había creído que él estaba en el restaurante sólo para pasar el tiempo, como un jovencito rico y consentido.

Había llegado el sábado. y al día siguiente sería el festival en el río. Ella ya había hablado con sus amigos quienes acordaron ser respetuosos con el chico, pero el notar que durante la semana Sasuke no le había comentado nada, hizo que Sakura pensara que probablemente ya lo había olvidado o que no quería asistir. Sin embargo, prefirió darle el beneficio de la duda y hablar con él. Así que cuando su turno terminó, se cambió de ropa y se dirigió a la oficina del jefe. Tocó la puerta y luego entró.

contrato de... amor?Where stories live. Discover now