¿Período de regularización? ¿Y las vacaciones?

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—¿Otra vez no respondiste nada, Shika? —preguntó Sakura.

La verdad todo esto se me hace muy molesto, así que me quedé dormido.

Al oírlo, todos soltaron un suspiro.

Eso significa que esta vez tampoco contestaste nada, ¿verdad? —preguntó Hinata.

¡Cómo puedes estar tan tranquilo! —exclamó Naruto—. De alguna manera siempre terminas pasando toda las materias, ¿qué clase de truco utilizas, eh?

Yo no uso nada —respondió Shikamaru—. ¿Acaso no es suficiente con haber escuchado las cosas una vez para que te las aprendas?

Todos lo miraron con cara de extrañeza. Incluso para Hinata, tener un buen puntaje implicaba un gran sacrificio de varias horas de estudio, pero desde que conocían a Shikamaru, nunca lo habían visto estudiar, mover un dedo en los exámenes, entregar tareas o participar en clases y de algún modo, sus calificaciones siempre habían sido casi perfectas después de presentar los exámenes de recuperación, cosa que aún ellos, que lo conocían desde hacía varios años, no podían explicarse.

Supongo que hay cosas que nunca cambian —dijo Sakura para después soltar un suspiro.

Finalmente, después del largo día, Naruto y los demás se dirigieron al gimnasio para ensayar después de una larga semana. Al llegar, Kiba corrió hasta el estrado.

¡Amor mío, hemos estado separados tanto tiempo, creí que no lo soportaría! —exclamó al hallarse nuevamente detrás de su batería. Entonces sintió una mirada asesina proveniente de una rubia que estaba justo frente a él.

¡Con que tu amor, eh! —dijo la chica, luego dio la vuelta y se dirigió hacia las gradas—. Entonces supongo que como es una relación tan formal ya no tienes espacio para mí, ¿verdad?

—No, Ino, espera —dijo Kiba mientras corría hacia la rubia, luego la abrazó—. Esta relación es bastante liberal, a ella no le importará que pase algo de tiempo contigo—. La chica lo miró, luego se deshizo de su brazo y lo empujó.

—¡En tus sueños, Inuzuka, has perdido tu oportunidad!

Todos se rieron por tan graciosa escena, excepto Gaara que sólo soltó un suspiro.

—Cuando aprenderá —dijo el pelirrojo.

—Bien, ¿están listos? —preguntó el rubio a sus compañeros, quienes asintieron con la cabeza—. Entonces, ¡vamos a comenzar!

Pero justo antes de que las primeras notas comenzaran a sonar, se escuchó una voz que provenía desde la entrada.

—¡Esperen un momento! —gritó la voz mientras se acercaba.

—¡Iruka-sensei! —exclamó Sakura al ver al hombre que caminaba por el gimnasio.

—¿Se puede saber qué hacen aquí?

—Pues vamos a ensayar, sensei —respondió Naruto—. ¿Viniste a escucharnos? He escrito varias canciones desde la última vez y...

—Por supuesto que no. Teníamos un trato, ¿ya lo olvidaron?

—Pero el período de exámenes ya terminó —argumentó Gaara—. Ese es el trato, ¿no?

—No. El trato era que ustedes tocarían aquí si obtenían buenos puntajes, y que no tocarían durante el período de exámenes hasta que recibieran sus calificaciones, ¿no es cierto? —todos asintieron con la cabeza—. Es cierto que hoy terminó su período, pero las calificaciones no se las entregan sino hasta el lunes, por lo que deben retirarse en este instante. Además, mi hermano—digo, el director Asuma regresará en una media hora, y si los oye tocar saben lo que pasará, ¿no es cierto?—. Todos volvieron a asentir con la cabeza—. Bueno, entonces guarden sus instrumentos y vayan a casa. Ya podrán tocar el lunes o el martes y entonces si vendré a verlos —finalizó Iruka brindándoles una tierna sonrisa.

contrato de... amor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora