Extra

8K 583 303
                                    


|Extra|

Kim JongIn siempre fue un niño callado, tranquilo y muy distante, aunque creció en una familia unida y cálida, él se sentía extraño y frio.

Su comportamiento distante, confirmaba su inseguridad e inmadurez social. El pequeño Jongin mostró mucha destreza en varios aspectos, como el arte y la música, pero siempre se veía opacado por la luminosidad y alegría de su hermano mayor.

Kai desarrollo cierto resentimiento hacia su hermano por las razones que él creía, como la atención de sus padres o el hecho de que él sea tachado como el niño callado y sumiso, mientras Taemin el niño simpático y alegre. Esa idea trastornaba a Jongin, forjando una personalidad distante a una corta edad de 12 años.

—Jonginnie... — Lo llamó Taemin, desde su recamara.

El menor estaba en la sala jugando con su consola. Y al oír el llamado de su hermano solo miro hacia las escaleras con fastidio subiéndole el volumen del juego.

—Jongin, tu hermano está hablándote. — Le informo su padre. El pequeño de piel ligeramente morena soltó el mando y se encamino con notable molestia hasta la habitación del mayor.

—¿Qué? — preguntó seco, al entrar.

Taemin elevo la vista y luego sonrió.

—Mira, mira, Jonginnie... — Le hizo una seña con la mano para que se acerque al escritorio.

—Te dije que no me llames así. — Reprochó con una extraña expresión en el rostro.

En la pantalla del computador se podía apreciar a un chico pintando en lienzo, la imagen se formaba y se distinguía por cada segundo que pasaba, Jongin se puso de puntas, sintiéndose cada vez más impresionado por esa técnica de pintura.

Taemin sonrió con satisfacción. Conocía muy bien los gustos de su hermano.

Siempre buscaba videos en internet, de esos que le gustaban a su hermanito, ya que sentía que su relación no era la mejor, intentaba hacer feliz a Jongin a toda costa, pero inconscientemente el menor se sentía más y más sofocado con él.

—¿Te gusta? — Taemin prácticamente omitió ese comentario en su cerebro y permaneció con una gigante sonrisa.

Jongin se encogió de hombros, pero mirando atentamente los gráficos de la pantalla. —Tal vez.

Y pues su relación se basaba en preguntas y respuestas cortas, aunque Taemin lo intentaba, el daño ya estaba hecho o bueno para su hermanito, lo estaba.

.

.

.

JongIn acaba de llegar del colegio, abrió la puerta con la llave debajo de la maseta, justo como su madre le había enseñado. Ella estaba en el hospital en esos momentos, sabía que tenía que cumplir horas extra como enfermera. No le molestaba en absoluto estar unas horas solo en casa hasta que su hermano mayor llegara de la escuela.

Era alguien independiente para su edad. Un crío cualquiera de doce años, se habría acurrucado debajo de su cama asustado de los extraños ruidos del sótano.

En cambio el, dejó su maleta en la canasta especial para eso, y su pequeño saco sobre el respaldar del sillón, para prender la TV junto con su video juego favorito.

Tenía la vida perfecta de cualquier niño, y podría decirse que Jongin era un niño como cualquiera, pero, no era así. O no siempre lo fue.

De hecho todo cambió ese mismo día.

-The Mechanic- |EXO|Where stories live. Discover now