-The Mechanic- |EXO|

Capítulo 4

4

Luhan empujó a Kris a un lado y corrió escaleras arriba, con rumbo a su habitación, desbordando lágrimas. Cuando estuvo dentro, cerró la puerta y se apoyó de espalda contra ella. Sus ojos brillantes se perdían en algún lugar de la ventana, llevó su diestra hacia su pecho sintiendo su corazón desembocado, e intentó regular su reparación agitada.

Limpió la humedad de sus mejillas con las mangas de su chaqueta, y arrastró los pies hasta su cama, pero, conforme avanzaba, los sollozos iban transformándose en pequeñas risitas, hasta llegar a ser carcajadas incontenibles.

Se arrojó a su cama cogiéndose el estómago, las lágrimas aun resbalaban por las comisuras de sus ojos, pero su estado anímico actual desmentía su magistral actuación.

Terminó de carcajearse y se giró boca arriba mirando el techo blanco.

Se sentó cuando logró recuperar el aliento, y limpió las secreciones de sus ojos, para luego murmurar en mandarín su perverso plan.

—«Ojala y el teatrito de hace un rato, te traiga de vuelta XingXing»

Solo esperaba que esa actuación convenciera a Kris lo suficiente como para traer a Lay de vuelta a su lado.

Se puso de pie y se dirigió a su cuarto de baño, la parte que más le gustaba de ese lugar.

Era una habitación grande, con una tina de baño, una regadera con lunas de cristal reforzadas, temperador, y un sistema de sonido.

Los detalles que poseía eran preciosos, como las manijas de plata, y las patitas dela tina de porcelana. Estaba bien amueblado, pero no era extravagante, y eso le encantaba.

Encendió el agua caliente y llenó la tina, junto con algunas burbujas. Se merecía un relajante baño. Se sentía muy tenso, desde esa mañana.

El sonido del agua y el chapoteo le calmaban los nervios, suspiró satisfecho, mientras fue deslizando cada prenda de su cuerpo, hasta la desnudez total.

Caminó de esa forma hasta el espejo y abrió las puertillas del dispensador. Tomó tres velas aromáticas y las encendió, junto con el estéreo conectado a su iPod.

En serio, ese baño iba a relajarle.

.

.

.

Kris le pidió a Kai que dejara solo a su hermano por el momento, y Kai no puso objeción. Cuando ambos salieron del departamento, Kai formulo la pregunta que había estado rondando su cabeza desde la explosión de emociones en la sala de estar.

—¿Qué harás?

Kris suspiró. —Por ahora dejarle tranquilo. Luhan... es, es muy especial y no quiero alterarlo. Nunca lo había visto así...

Kai asintió.

De hecho Luhan había podido manipularlos con mucha facilidad.

.

.

.

Cuando la tina estuvo completamente llena de agua y burbujas con olor a mandarina y limón, se sumergió soltando un suspiro de placer al contacto con el agua caliente. Los rochos de agua se rebalsaron de la tina debido a fuerza de impenetrabilidad, y corrieron hasta el desagüe en el suelo.

Luhan tomó una bocanada de aire antes de hundirse por completo. El agua nubló la música en sus oídos, pero el murmullo de la letra y melodía aún se filtraban en su cerebro.