-The Mechanic- |EXO|

Capítulo 12

12

Luhan arqueó la espalda, echando hacia atrás la cabeza, dejando expuesto su cuello pálido junto a su pecho.

Abrió la boca respirando fuerte, suspiros abandonaban su garganta seca, y las lagrimillas sobre sus largas pestañas le impedían la perfecta visión.

Sehun mordió su labio inferior sosteniendo con ambas manos la cintura de Luhan, teniendo la espléndida vista del rubio salivando y sollozando por algo de leche.

Le tomó del pelo y lo acercó a su boca, lamiendo su labio y tirando de el con sensual fuerza.

—Luces realmente adorable cuando gimes así...— siseó el platino frotando su pezón descuidadamente con su dedo.

Luhan se apretó repentinamente. —Ugh, ci—cierra la boca...

Sehun sonrió alargado. —Eres sensible aquí, ¿eh? — murmuró, y antes de que Luhan pudiera sacar a flote su orgullo, atrapó el botón rosa entre sus labios mordisqueando la dura punta. El rubio le llamó por su nombre de esa forma erótica, y con ese acento extranjero que ponía a cien a Sehun, pero que jamás confesaría.

Jugueteó con su lengua ensalivando y soplando en una risa seca.

Luhan hizo un ruido áspero con la garganta, como si estuviera quejándose. Hizo el esfuerzo de aferrar sus brazos blancuzcos y enclenques detrás de la nuca de Sehun, y empezó como acto ceremonioso, un exquisito y rítmico movimiento de caderas.

Luhan era competitivo, y si Sehun quería jugar a quien era mejor, le derrotaría.

Sehun soltó un gutural jadeó apoyando sus brazos contra el sofá, eso se había sentido muy bien.

"Aprende un poco, niño de tercero."

El platino acercó sus dientes blancos a la barbilla de Luhan mordisqueando de forma traviesa, y Luhan se sostuvo de su amplia espalda, brincando sobre su miembro palpitante.

Cerró los ojos y esnifó enterrando su pequeña nariz en el cuello del estudiante, el tranquilo olor a bebé y sexo, estallaron en sus sentidos.

Definitivamente ese era su olor favorito.

Cuando la firme mano de Sehun empuñó su hombría, Luhan no se cohibió ni un poco cuando pidió más; necesitado y vigoroso.

Con un semblante sedado por el placer. —Hunnie, no te detengas...

Sehun le masturbó con una sonrisa socarrona y algo altiva, grabando a fuego en su memoria cada expresión de ese rostro tan erótico.

Los besos eran cada vez más encendidos al igual que la situación. Luhan succionó con avidez el labio de Sehun, dando un mordisco fuerte al final, el platino jadeó sintiendo el líquido rojo escurrir de la herida que le había provocado, pero casi como si estuviese jugando con el diablo, Luhan chupó la sangre, de esa forma tan excitante de la que solo él podía alardear.

Cuando lo liberó, limpió el resto con su pulgar.

Sehun se corrió con un gemido ronco, enterrando su rostro en el pecho de Luhan, y penetrándole hasta el fondo, juntándolo con su palma, Luhan también había llegado a su límite.

El condón rápidamente se llenó de su sustancia, pero inclusive así, Luhan se sintió increíblemente satisfecho.

Tomó unas bocanadas de aire, mientras su pecho subía y bajaba, los músculos de Sehun se tensaron cuando este iba a apartarse por lo que Luhan enredó sus piernas en su cintura haciéndole entender, que no le dejaría ir a ninguna parte.