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Gracias a @EmmaPayne96 por ayudarme en este capitulo

» CAPITULO 65: Locuras.

EMMA

Está era sin duda la más grande locura que iba a cometer en mi vida. Justo después de cambiarnos Zayn dijo que íbamos para Los Ángeles porque yo me encontraba un poco enferma –mentiras –y quería que descansara, pero que sin embargo él iba a manejar por lo que no iba a ser necesario compañía y reiteró que yo estaba bastante enferma.

- Nos van a matar. - dijo riendo mientras conducía rápido, pero sin exceder el límite de velocidad.

- Relájate, esto no se hace todos los días. - respondí riendo, Zayn volteo a verme y me tomo de la mano, la cual no soltó en todo el camino.

Las tres horas que duró el camino –solo tres por ser tan de noche, el tráfico no era tanto –fueron agotadores pero la emoción que sentíamos y excitación por hacer algo fuera de los limites nos ganaba.

Al llegar a nuestro destino, nos dirigimos rápidamente a un hotel para descansar un poco, sin embargo, no contábamos con que la recepcionista reconociera a Zayn –yo iba con la capota de la chaqueta de Zayn puesta.

- ¿Tú no eres Zayn Malik? - pregunto la chica abriendo los ojos.

- ¿Quién? - respondió Zayn.

- Zayn Malik. - repitió la chica nerviosa.

- ¿Me parezco mucho a él? - respondió Zayn. - Últimamente me han confundido mucho con él, pero no, no soy yo, mi nombre es Alex y quisiera una habitación por favor.

- Si disculpe. - respondió la chica logrando que riera levemente.

* *

-' Listo bebé. - dijo Zayn cuando se acercó a la ventana del auto, es a las siete de la noche así que tenemos tiempo. Asentí rápidamente pensando en lo que debía hacer y como lo iba hacer.

Aprovechamos el camino para comprar algo de ropa, ya que por la forma tan afanada que salimos no llevamos ropa ni nada esencial, así que hicimos unas paradas rápidas. Zayn compro un par de jeans y yo un par de vestidos.

* * *

Empecé a entrar en la pequeña capilla en compañía de Mariane, una señora que trabaja justo allí. Ella me iba guiando por donde debía pasar y que debía hacer, pero dejé de escucharla cuando en el fondo vi a Zayn vestido con jeans negros con rotos en la rodilla y una camisa blanca acompañados de sus infaltables botas militares negras.

Mientras iba caminando, miré rápidamente mi vestido color crema con encaje e inmediatamente me sentí feliz.

ZAYN

Si antes tenía miedo por todo lo que se nos iba a venir encima, eso se me quito en el momento en el que Emma entro. Verla entrar fue como ver a un ángel; su vestido crema de encaje la hacía verla como uno, como de esos a los que todo a su alrededor brilla.

- Para nosotros es un honor poder decir, que oficialmente son marido y mujer. - empezó a decir el cura. - Señor Malik, puede besar a su esposa. - y no lo pensé dos veces. Tome a Emma del rostro y lo acerque a mí para poder besarla.

- Te amor señora Malik. - susurre sobre sus labios haciéndola sonreír.

* * *

EMMA

La mirada de sus ojos era indescriptible, una chispa de deseo emanaba por ellos, a solo unas horas de ser oficialmente marido y mujer. Zayn se acercó a mí y comenzó a bajar lentamente la cremallera de mi vestido dejándome con mi lencería blanca de encaje.

Su mirada era penetrante a través de mí, él no dijo nada, solo se acercó a mi comenzando a repartir un sin fin de besos descuidados por mí cuello, mordiendo y lamiendo mis clavículas. Camino lentamente de espaldas hasta que la parte trasera de mis rodillas choco con la cama, depositándome cuidadosamente en ella. Continúo parado frente a la cama y comenzó a desvestirse frente mi atenta mirada, prenda por prenda con un toque de sensualidad en cada uno de sus movimientos.

Una vez casi completamente desnudo se subió sobre mí besando cada parte de mi piel empezando por la parte trasera de mi oreja continuando por mi cuello donde beso y mordió a su antojo, mis pechos, vientre, muslos y piernas, repitiendo la acción hasta subir a mis labios.

Mientras me besaba podía sentir como desprendía mi sujetador que tenía el broche en la parte de adelante, dejando descubiertos mis pechos los cuales atendió de manera sutil, amorosa y respetuosa, con besos y caricias que me hacían delirar y querer más de él a la vez que rozaba nuestras intimidades simulando la penetración de forma muy sutil y delicada.
Entre gemidos que escapaban de mi boca, tuve que suplicar por más lo cual fue bien respondido de su parte ya que se deshizo de nuestras únicas prendas, masajeando mi zona íntima con su mano, de forma lenta casi tortuosa.

Mirándome a los ojos se posiciono sobre mí, para entra de una sola vez con delicadeza, lentitud y precisión. Sus movimientos de caderas eran un delicioso vaivén acompañado de sus dedos, que no dejaban de trabajar en mi centro, solo podía escuchar nuestros gemidos y suspiros por la habitación acompañados de los te amo que eran susurrados por parte de ambos.

Las envestidas aumentaron su ritmo entrelazo sus manos a las mías situándolas por encima de mi cabeza uniendo nuestras frentes y rosando nuestros labios en cada movimiento.
Me sentía a desfallecer, cada envestida era más profunda y fuerte que la otra, el placer me consumía y escucharlo a él repetir mi nombre acompañado de sus gruñidos no ayudaba mucho.

Estaba comenzando a sentir pequeñas convulsiones, mi espalda se arqueaba, mi vientre y mis interior se contrajeron a su alrededor, eso solo se debía a que mi orgasmo está cerca y el suyo también lo podía sentir por su forma descontrolada y desesperada de moverse. Minutos después pude sentir como llegaba acompañada del hombre que amo y ahora puedo llamar esposo. Cayo sobre mí respirando entrecortadamente, ambos intentando recobrar el aliento sin duda esta fue una de las mejores noches que he pasado a su lado.

- Te amo esposo. - susurre contra sus labios dándole un leve beso.