Capítulo 47

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El inquietante tono de una llamada me despertó, tomé mi celular y contesté aun adormilada.

-Mmmm.-dije envolviéndome con la manta, hacía bastante frío.

-Niki, soy Peter.-¿Peter? ¿Cuál Peter? Ah el de la oficina. El sueño trataba de vencer mis ojos.-Perdón por molestar pero es Ian.

Al escuchar su nombre, el sueño desapareció y me senté de golpe en la cama

-¿Qué le pasó?-dije preocupada.

-¿Quién es?-escuché la voz borracha de Ian.-Niki.-contestó Peter. A continuación escuché el alboroto que causó Ian al querer quitarle el teléfono a Peter.-Basta Ian.-gritó Peter.-Niki, ¿puedes venir? Te necesito.-afirmé y me dio su dirección. Maldita sea apenas son las 3 de la mañana.

Me cambié la pijama por unos jeans y una suéter holgado, metí en una mochila pequeña, una blusa más bonita, un cepillo de dientes extra que tenía por ahí (por si tenía que quedarme a cuidar a Ian). Pedí un taxi y salí de la casa sin hacer mucho ruido para ir con Peter. En la mañana mandaría un mensaje a mamá diciendo que salí con Hannah temprano a correr y de ahí pasaríamos a su casa para ir a la escuela. Creí que sería una buena excusa, solían creerme todo, tal vez soy una mala hija traicionando su confianza pero no puedo dejar a Ian.

Al llegar al edificio donde vivía Peter, le marqué para que me indicara en que piso estaba su departamento y me abriera. Cuando llegué con él, la sala estaba hecha un desastre, Ian estaba sentado en el sofá y me recordaba bastante a la primera vez que lo besé, cuando llegó a mi casa borracho mirando a la nada.

-¿Qué ha pasado?-dije estando a lado de Peter.

-Me marcó a la una de la mañana borracho, le pregunté que donde estaba y con trabajo supo decirme el nombre del bar, fui y ahí estaba, amm.-dudó un momento.-estaba hablando mucho de ti.-me dio la impresión de que no dijo lo que realmente pasó pero decidí dejarlo así.

-¿Y por qué vine?-pregunté, la verdad es que no entendía realmente el motivo de mi presencia.

-Estaba muy enojado, inquieto, dijo que te necesitaba y como podrás ver rompió algunas cosas.-miré la sala y no me había percatado de que había pedazos de un jarrón roto en un rincón.-Le dije que te llamaría sólo si se sentaba y se relajaba, intenté hacer que se durmiera pero no lo conseguí, la verdad es que nunca lo había visto tan borracho.-dijo y lanzó un suspiro, pobre Peter, mañana tendría que ir a trabajar y levantarse temprano, le dije que se fuera a dormir, que le ayudaría a dejar ordenado aquí y haría que Ian durmiera. Me ofreció una habitación para recostar ahí a Ian.

Pete se fue a acostar y tomé bastante aire, lo cierto era que me dolía ver a Ian así, me acerqué al sofá después de haber dejado un poco ordenada la sala, suerte que fue el único lugar donde causó alboroto. Ian miraba el suelo y su respiración era bastante pausada, le toqué el hombro y volteó a verme. Sus ojos estaban rojos y cristalinos.

-Niki.-dijo con la voz ronca.

-Ian.-me senté a su lado y lo tomé de la mano.-Vamos a que duermas.-me levanté y afortunadamente me siguió sin decir nada, lo acosté y le quité los zapatos. Lo cubrí con la manta y estaba a punto de irme.

-No me dejes.-dijo mirándome.-Te necesito.-sonreí ligeramente y me senté en la orilla de la cama.-Duerme conmigo.-me pidió. Claro que quería dormir con él, al parecer el efecto del alcohol ya no estaba tan presente.-Niki, yo quiero decirte que..-le puse un dedo sobre sus labios y le sonreí.

-No digas nada Ian, duerme, es tarde.-me acomodé a su lado y lo tomé de la mano. Cerró los ojos y me quedé despierta un rato más. Después caí en un sueño.

(.............)

-Niki.-el movimiento ligero de una mano moviendo mi hombro me hizo despertar. Era Peter.-Me voy a trabajar, pueden quedarse lo que quieran, cuando se vayan me avisan ¿si?.-asentí.-Y tal vez no debería meterme pero platiquen, no se engañen, aún se quieren.-me guiñó el ojo y me sonrió, se despidió con un beso en la mejilla.

Pete era un encanto de hombre, aún sin estar de acuerdo al principio, está aquí pidiéndome que hablemos, que arreglemos las cosas, miré mi teléfono, eran las 5 de la mañana, Jonh aún no se despertaría, decidí mandar el mensaje, hoy faltaría al colegio así que le avisé a Hannah por mensaje lo que había pasado para que me cubriera y volví a dormir un rato más....


Algo me causaba cosquillas en la mejilla, sacudí un poco la cabeza y abrí los ojos. La mirada de Ian fue lo primero que vi, había despertado ya, tenía el cabello mojado y el torso desnudo, seguro que se metió a bañar, me incorporé y me quedé sin hacer nada, Ian sólo me miraba, ambos nos quedamos sin decir palabra, me levanté de la cama, agarré mi mochila y me metí al baño, me lavé la cara y cepillé mis dientes.

-Vamos Niki, tienes que decir algo.-me dije mirándome en el espejo. Al salir, Ian estaba sentado mirando en dirección a la ventana.

-¿Estas mejor?-pregunté recargada en la puerta.

-Si, gracias.-contestó mirándome. La tensión era tanta que sentía mi rostro arder de los nervios.-¿Puedes venir a sentarte un momento?-me senté en la cama cruzando las piernas en forma de "chinito". Nos miramos y comenzó a hablar.-Anoche no me dejaste hablar y creo que fue lo mejor o no me hubieras creído nada.-dejó de hablar por un momento y después continuó.- Niki, te amo. Fui un completo estúpido tratando de ocultar este sentimiento porque todo el tiempo me ponía celoso por ese mocoso.

-Natt.-interrumpí.

-Como sea.-contestó indiferente.-Creí que terminando lo nuestro, tú podrías disfrutar tu juventud, las cosas que yo ya viví, tener una relación sin miedo de esconderte.-¿así que por eso había decidido romper conmigo? Que tonto eres Ian.-Rebeca no es mi novia, nunca se lo propuse pero ella así se consideraba, creí que sería una buena solución para continuar sin ti así que nunca lo negué  pero ella no es ni la mitad de lo que tú eres para mí. Mis días sin ti fueron un infierno. ¿Qué dices?

-Digo que eres un idiota en extremo. ¿Crees que sólo porque me hayas dicho todo esto algo va a cambiar?-fruncí mi ceño. Su expresión era de dolor. Lo odiaba tanto pero a la vez era lo mejor que me había pasado.-Pues si tonto.-sonreí.-Yo también sufrí sin ti y por más que quería no podía alejarte de mí.-no me dejó decir nada más, porque se abalanzó sobre mí, cubriéndome con su cuerpo, llenándome de besos, arrancándome suspiros, se apartó, miré su rostro, extendí mi mano y cerró los ojos dejándome recorrer con mi tacto aquel rostro que tanto había extrañado acariciar.

-Pero hay un problema.-comenté un poco temerosa de arruinar el momento.-Natt.

Sus ojos se abrieron de golpe, volteó a la ventana un poco molesto y cuando volvió a mirarme me sonrió malicioso.

-Después nos encargamos de él, esta mañana es nuestra...



Sabor a prohibido (#Wattys2016)Where stories live. Discover now