Sabor a prohibido (#Wattys2016)

Capítulo 33

Después de que Natt se alejara, Ian me tomó de la mano y trató de llevarme al auto, pero aún seguía enojada con él, así que retiré mi mano de su agarre.

-¿Qué quieres?-contesté molesta.

-Hablar, por eso vine a buscarte.-contestó igual de molesto.-Vamos Niki.-dijo un poco más relajado señalando el auto.

-Ok.-acepté. La verdad es que si tenía ganas de hablar pero por otra parte un poco de enojo me carcomía por dentro.

Hannah y David me miraban desde lejos, quizá un poco intrigados por saber que fue lo que pasó entre Natt e Ian porque puedo apostar a que lo vieron todo. 

Me abrió la puerta del auto y después tomó asiento en el lugar de piloto. Fuimos en silencio, por caminos que yo no conocía.

-¿A dónde vamos?-pregunté totalmente seria. Y una ligera sonrisa apareció en su rostro. ¿De qué te ríes Ian? Esto es una situación seria

-A donde yo te lleve.-fue su respuesta.

Esperamos todavía un poco más de trayecto y finalmente entramos a un estacionamiento, la verdad un poco alejado de donde conocía, y por un lugar con muchos árboles, el estacionamiento era parte de una tienda de comida corrida a lado del camino,  apagó el auto y bajó, imité los mismos movimientos que él, y pude sentir como el aire frío golpeaba mi rostro, sintiendo así mi nariz tan helada como un hielo, joder, no llevaba chamarra, ¿y dónde estábamos? ¿íbamos a platicar en un estacionamiento?

-Ven.-me extendió su mano, la cual a pesar del frío, seguía estando tan cálida como siempre.

Caminamos directo a un pequeño camino oculto entre diversos árboles, aún tomados de la mano caminamos en silencio. Era un lugar muy bonito, lleno de árboles y si te adentrabas un poco más se podía notar un pequeño riachuelo, con distintos pájaros en las ramas, cantando una que otra melodía.

-¿De dónde conoces esto?-dije rompiendo el silencio.

-Mi padre construyó una pequeña cabaña por aquí, antes de que estuviera esa tipo carretera.

-Oh.-dije volviendo a guardar silencio.-¿Y queda lejos?

-Lo bastante para aclarar las cosas.-dijo mirando al frente.- ¿Y bien?.-apretó mi mano y dejó escapar una sonrisa.

-¿Qué?-contesté.- Tú deberías aclararme quien es esa mujer.

-Es Rebeca, mi compañera de trabajo.-parecía tan tranquilo.  

-Dijiste que no era guapa.-le reproché.

-Y no lo es.-dijo desviando la mirada y una risa burlona se le dibujó.

-No es guapa, es terriblemente sexy.-dije golpeándolo en el brazo a lo cual respondió con un gesto de dolor que me hizo reír bastante.

-¿De qué te ríes niñata?-dijo dándome un pellizco haciéndome gritar, me abrazó y me alzó en el aire.-Ya celosa, sé que debes cuidar a este muñeco pero yo solo te quiero a ti.-su comentario me provocó una carcajada y para hacer más bello el momento, lo tomé de los cachetes y se los aplasté, haciendo que quedara trompudo y poder darle un beso.

-Mmm.-dijo con los ojos cerrados.- quizá podamos retomar en lo que nos quedamos la última vez.-dijo seductoramente.-Te invito a pasar.-continuó cuando llegamos a la entrada de la cabaña.- nunca nadie, aparte de mi padre y yo, ha entrado antes, así que eres especial.-pasé adentro de la pequeña cabaña, muy acogedora por cierto. Y sus brazos rodearon mi cintura, pegando su boca en mi oído.-Nuestro rinconcito de amor...