Sabor a prohibido (#Wattys2016)

Capítulo 3

¡Oh por Dios! ¿Qué acabo de hacer? Besé a Ian, ¡ay! malditos impulsos de demostrar que no soy tan niñata, pero la impresión de Ian, sorprendido y luego correspondiendo mi beso, fue impresionante. Llegué hasta la fiesta con Jonh y le entregué su celular, después solo estuve sentada admirando como todos se divertían, minutos después llegó Ian muy serio. Me miraba mucho pero en ningún momento correspondí a sus miradas, cuando me acerqué a Jonathan, él también lo hizo.

-Jonh, se hace tarde y creo que debería ir a casa con mamá.

-Te llevo, Niki.-se ofreció Ian

-No, gracias, puedo tomar un taxi.-Era imposible resistirse a esos ojos azules.

-Niki, deja que Ian te lleve, además no te voy a mandar en un taxi.-dijo Jonh.-Después regresas acá ¡eh!.-Se refirió a Ian.

-Si amigo.-Le dio una palmada en la espalda a Jonh.

Salimos de la casa en dirección al auto, la tensión que había entre nosotros era tan grande, que el estar a lado de él me resultaba incómodo. Al llegar al auto, me abrió la puerta para que subiera, él rodeó el auto y se subió. Lo encendió e íbamos para mi casa. Nos detuvimos en un semáforo.

-¿Por qué me besaste?-dijo mirando al frente.

-Para demostrarte que no soy una niñata.-dije mirando por la ventanilla

-Eso queda muy claro.-esta vez me miró fijamente por unos minutos hasta que la luz cambió a verde.

Es cierto que el beso fue...increíble, ese hombre besaba bastante bien, y te hacía sentir especial con una caricia suya. Pero era un engreído, mujeriego. Había visto como era capaz de destrozar corazones. Llegamos hasta mi casa, se bajó del auto y me ayudó a bajar, saqué mis llaves y cuando estaba a punto de entrar, tomó mi brazo y me jaló hacia él, el espacio entre nosotros no era mucho, podía saborear su aliento a menta.

-No le digas a nadie lo que ocurrió.-dijo

-No me interesa que alguien se entere que besé a un patán.

-Te mueres por hacerlo otra vez niña.-dijo juntando su rostro más y más al mío.

-Quisieras.-dije marchándome

Cerré la puerta sin antes ver su mirada de frustración. Nadie se resistía a él y le molestaba que yo si lo hiciera...