Capítulo 18

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Esperamos unos minutos hasta que llegó Ian en su auto, con toda ira bajó y azotó la puerta. Llegó casi corriendo hacia mí. Tomó mi rostro entre sus manos y me dio un dulce beso en la cabeza.

-¿Pero qué carajos?-casi gritaba.

-Oye calmate. A mi no me gritas.-Hannah tenía un carácter de los mil demonios cuando lo invocabas.

-¿Cuánto tomó?-está vez Ian estaba más relajado.

-No lo sé, yo....no estaba con ella.

-Y un estúpido trató de pasarse con ella.-comentó Steve.

Los mareos dejaban de dar molestia y poco a poco se me iban pasando. Así que pude notar como Ian apretaba los puños y trataba de controlar su mal genio que estaba a punto de explotar.

-No puedes llevarla a su casa, Jonh la verá y no conviene que se entere de lo suyo porque....

-Para, ¿qué? ¿ella te contó?

-¿Esperabas que le ocultara eso a su mejor amiga? Pues no cretino.-dijo Hannah sonriendo.

-Amm, hace frío y no creo que a Niki le guste estar aquí.-¡Gracias Steve!

-Claro, suban al auto.

Todos subimos, Hannah me hacía compañía en el asiento trasero mientras Steve se colocaba a lado de Ian.

-Hey, Peter, necesito un favor.-Ian había marcado por teléfono.-Genial, necesito tu departamento.

Guardó silencio unos minutos y continuó.

-Te lo explicaré después. Gracias Peter.-colgó y se frotó la sien.-Bien chicos, solucionado, Hannah, deberás llamar a Jonh y decirle que Niki pasará la noche en tu casa.

-Entendido, cretino.

-¿Es en serio?

-Será como yo te llamaré: cretino.

Arrancamos y pasamos a dejar a Steve y a Hannah a sus casas. Después, de vez en cuando, nuestras miradas coincidían por medio del retrovisor.

Llegamos al departamento de Peter, no era tan grande pero era acogedor, se notaba que le gustaba lo sencillo. Con ayuda de Ian bajé del coche y nos adentramos en la casa.

-Tomarás un baño para relajarte. ¿Te sientes mejor?

-Sí, sólo un poco débil.-contesté.

Ian desapareció adentrándose en un cuarto y yo me quedé en el sofá. Minutos después regresó para decirme que el agua estaba lista.

Al llegar a la bañera, el agua estaba tibia, me quité la ropa, atenta de que Ian no estuviera cerca. Me metí poco a poco, sintiéndome mucho mejor.

-Estaré aquí afuera, Niki.-dijo Ian al otro lado de la puerta.

-Ajam.-respondí.

Después de relajarme, salí de la bañera, mi bolso estaba aquí adentro, suerte que Ian lo dejó, busqué mi cepillo de dientes y los lavé.

Salí envuelta en una toalla, Ian se encontraba sentado en la orilla de la cama, esperando como un niño pequeño quién espera por su caramelo.

-Ah.-me miró y desvío la mirada.-Saldré para que te cambies

-Gracias.

Me coloqué mi pijama y abrí la puerta para que pasara. Se levantó del suelo y entró.

Me parecía de lo más tierno que él estuviera afuera de la habitación, sentado en el suelo, esperando por verme, por saber sí me encontraba mejor, Ian podía ser el peor en cuestiones laborales y quizá un creído con las mujeres pero era el mejor de todos cuando estábamos juntos.

-Deberías dormir.-se acercó para arreglar la cama.

Me acosté y tapé porque sentía mucho frío.

-Dormiré en la sala, sí necesitas algo.

-¿No dormirás conmigo?-pregunté

-No sé sí sea lo correcto.-dijo tomando mi mano.

-Por favor.-dije poniendo una cara de cachorrito.

Gracias a la cual accedió.

-Al fin se te ha cumplido el deseo de dormir conmigo.-dijo volviendo a ser Ian

Tomó lugar a mi lado. Me envolvió entre sus brazos, haciéndome sentir protegida, segura, olvidando el suceso espantoso que había ocurrido.

-Duerme princesa.-se acercó a mis labios y me besó  como sólo él sabía hacerlo...

Sabor a prohibido (#Wattys2016)Where stories live. Discover now