Minutos más tarde, Dianna se acercó con Shawn y Camila al grupo de Lauren para saludar a la italiana.

Shawn: Mila, ella es Fiore D'Angelo -la italiana le dio una sonrisa sincera, haber escuchado y visto lo mal que se sentían por ella, provocó que se formara una empatía y ganas por conocerla. Al ver las manos enlazadas con Lauren, la morena sonrió tímidamente. Debía ser su pareja, debía comportarse bien con la novia de quien la ayudó mucho.

Fiore: Un gusto conocerte Camila, me han hablado mucho de ti. ¿Cómo estás?

Camila: Bien, muy bien gracias –pero Lauren sabía que estaba mintiendo. Podía ver en sus ojos que algo estaba pasando con la muchachita.

Después de una charla entre todos, Shawn invitó a bailar a Camila donde los demás lo hacíanpara distraerla de los pensamientos negativos.

Lauren posaba sus manos sobre la cintura de Fiore coquetamente, comprobando que la italiana sabía cómo moverse. Pero bastó que mirase un poco más lejos de ella para ver a una Camila Cabello totalmente distinta, no tenía idea pero la morena estaba tratando de alejar esos pensamientos que la atacaban otra vez, los recuerdos de la maldita noche que confió en Austin y se contagió del VIH. Con los ojos cerrados y una mano en la cabeza, contorneaba su cuerpo hasta el suelo.

Pertenecía al grupo de porristas, sabía cómo moverse pero no sabía que con ello hacía sentir mal a la doctora. ¿Cómo podía estar prestando atención a alguien de menor edad? No podía evitar olvidar que la muchachita era una paciente y no quería admitir que en estos segundos la estaba mirando como mujer. Tragó saliva y miró hacia Fiore, perdiéndose en su encanto y su sonrisa.

De pronto uno de los tantos invitados que estaba bailando, derramó cerveza en la pierna de Camila. Estaba pasado de copas.

XX: Lo sien... sieento, peero toma –le pasó un pañuelo- te servirá para secarrrrr secarte el pie.

Aquellas palabras bastaron para que ella comenzara a sudar más de la cuenta, para que su mirada quedase perdida en la nada mientras Shawn discutía con esa persona. Cuidar a Camila era importante en estos momentos.

Con la barbilla temblando, le murmuró a Shawn que daría un paseo alrededor de la casa, necesitaba estar sola. Comenzó a retroceder en dirección a otra parte, viendo a todos y recordando tan vivamente aquel día, recordar que era VIH positivo y que todo apuntaba a que tenía SIDA. Con los ojos llenos de lágrimas y pasando inadvertida, corrió hacia el segundo piso llorando desesperada. ¡No de nuevo! Pensamientos amargos y recuerdos dolosos otra vez. La curiosidad volvió a Lauren, desviando su mirada hacia donde Camila bailaba y comprobó que Shawn estaba solo, discutiendo bastante molesto con un hombre borracho. Por el ruido nadie se daba cuenta, ni siquiera Dianna que hablaba con una mujer.

Caminó rápidamente hacia los hombres para que no se golpearan, pero  su cuerpo por instinto propio se desvió hacia otra parte del hogar al escuchar que Shawn dijo: "ella no está bien de salud imbécil, a mi amiga no la tocas".

¿Y si se había desmayado? ¿Y si se había escapado? Hasta hace poco sufrió una fiebre que casi la mata, tenía que encontrarla.

¿Cómo podían haberla dejado expuesta?. Maldiciendo ante la idea de que estuviera auto flagelándose, buscó por todas partes de la casa que muy bien conocía. De una patada abrió una puerta para escuchar como ella gritó asustada. Estaba sentada en el suelo llorando mientras Lauren la miraba sin poder entender.

Lauren: Camila, ¿Camila que haces? -la miró angustiada.

Camila: ¡Déjame sola! Déjame imbécil –con el ceño fruncido, Lauren la observaba. No tenía idea de que Camila no la veía como Lauren sino como Austin Mahone, el hombre que le cagó la vida- ¡aléjate!

Lauren: Sólo quiero ayudarte Camila, ¿Qué pasa? -le susurro calmadamente.

Camila: Hijo de puta –se paró violentamente para pegarle una bofetada en la cara a la ojiverde, quien sintió mucho dolor. Camila lloraba sin control alguno- ¡¡te odio!! Eres un desgraciado. Por tú culpa estoy así –cegada por los recuerdos comenzó a golpearle en el pecho  mientras ésta la sujetaba como podía- me cagaste la vida Austin, ¡Me la cagaste! –comenzó a llorar amargamente, la pelinegra comprendió que tenía un severo trauma. No importaba que la hubiera abofeteado, ella no estaba en sus cabales.

Lauren: -no tenía idea pero Dianna las estaba observando- Tranquila pequeña, no soy Austin, soy Lauren, amiga de Dianna -la morena apretó sus uñas contra el cuerpo que la abrazaba para calmarla y para que no se hiciera daño- shhh, tranquila -pero no podía parar de llorar, se sentía sola, desesperada, recordar que tenía VIH le hacía pensar incluso en la idea de suicidarse, sí, acabar con su vida de una vez por todas parecía ser la solución a sus problemas.

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En un rato o quizá mañana les subo el siguiente capítulo, tengan un bonito fin de semana. Gracias por leer :) 

Bitter Sweet Symphony {Adaptación Camren}Where stories live. Discover now