No supe cuanto tiempo paso, pero estaba a punto de tener un colapso mental cuando sentí su mano tocarme el hombro de nuevo. Salté asustada y escuché su risa.

"Tranquila, he vuelto." Dijo y rodeó el sillón para sentarse al lado de mí.

Su cabello estaba ligeramente húmedo, su rostro sin maquillaje y por supuesto, una blanca blusa pequeña de tirantes, en la cual se notaban un poco sus pezones y un corto short azul de dormir. Y se veía preciosa.

Se me quedó mirando varios segundos y sonrió de lado. Sentí mis mejillas quemar. Era tan guapa que debería ser ilegal.

"¿Cómo te llamas, vecina?" Su voz ronca hizo estragos en mi respiración.

"Camila." Salió de mis labios rápidamente. Ella se me quedó mirando con una sonrisa.

"Bueno, Camila, yo soy Lauren, es un gusto." Levanto su mano hacia mí y la acepté. Su tacto casi me hacia sentir escalofríos. Su olor fresco me mareaba y sus ojos electrizantes me traían loca desde el primer segundo que los vi allá afuera.

Su sonrisa se hizo un poco mas grande y tras varios segundos, su mano lentamente dejó la mia.

Puse mi mano en mi pierna y suspiré.

Comencé a sentirme nerviosa y un poco incómoda por su mirada intensa hacia mi. Su olor me envolvía y el sentimiento de su mirada en mi me hacia sentir algo en el estómago.

Vi de reojo como comenzaba a pararse y la seguí, parandome rápido tras ella.

Llegamos a la cocina y puso la tarta ahi, abriendo unos cajones donde parecía tener unos utensilios.

"Puedes sentarte Camila, esto me tomara unos minutos. Fue lo primero que acomodé esta mañana y no recuerdo donde los puse en verdad."

Murmuré en afirmación y me senté sobre un asiento de círculo que me hacia recordar a los típicos de bares.

A unos metros de mi, podía verla mover sus brazos frente a ella. Sus piernas se veían muy bien y suaves.

Su sexy trasero se veía paradito en ese short y podía notar y confirmar que no llevaba nada que cubriera esos pechos que debían ser tan hermosos como toda ella.

Aparté rápido la mirada cuando ella se dio vuelta. Se sentó en el buque al lado de mi y puso un plato con un generoso trozo de tarta frente a mi.

"Y.. cuentame de ti, Camila, ¿Qué te gusta?" Preguntó Lauren y solo pude pensar "Tú"

***

Las dos terminamos en el sofá, con las piernas encima de la otra hablando.

La noche se asomaba, las luces apagadas y solo la luz constante del televisor que estaba en mute.

Me contaba historias de su Universidad, motivos de su mudanza, sobre su familia, etc.. y claro, yo enbobada solo sonreía y prestaba atención.

No puedo explicarlo, pero en todo ese tiempo ella estaba muy cerca de mi, a medida que nos sentíamos mas cómodas, sus manos acariciaban mi cabello, mi cuello y mi hombro. Yo seguía hablando, tratando de hacer que no se me note hasta que su mirada cayó en mis labios. Miraba atentamente y yo no pude evitar ver los suyos también.

Me aclaré la garganta y ella miró mis ojos de nuevo, su mano acariciando mi cuello a un ritmo muy lento.

Podía oír su respiración y sentir que quería lo mismo que yo.

Mi corazón se aceleraba conforme ella se acercaba y casi se detiene cuando sus labios tocaron finalmente los míos.

Y después de varios segundos, con nuestras respiraciones agitadas y labios hinchados, no pudimos contener una sonrisa.

One Shots Camren 1313Where stories live. Discover now