Capítulo 34

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-¡Oh, por Dios, Ana! ¿Quién te hizo esto? -exclama Kate al verme maniatada, vendada y notar que la ventana está rota.

-Christian... -susurro con dificultad. Muerdo mi labio.

-¿Grey? ¿Qué te hizo ese guapo y asqueroso bastardo?

-Oh, Kate. Él sólo entró a mi habitación mientras dormía, me ató e intentó violarme. Nada que no quisiera que hiciese -digo, poniendo los ojos en blanco.

-Santo cielo... ¿Quién dijo que el romance estaba muerto? -susurra, horrorizada.

Oh, Kate... Ojalá pudiera contártelo todo sobre este tipo extraño, triste y pervertido, y ojalá tú pudieras decirme que lo olvidara, que dejara de ser una idiota.

Clayton's. Día martes. Mientras la señora Clayton intenta explicarme las diferencias entre un destornillador y un halcón, mi cerebro se va a otra parte para pensar con calma. Desde el incidente en mi habitación no he tenido noticias del Sr. Fanático del Control. A la mañana siguiente a la visita nocturna de Christian, Kate y yo apenas encontramos unos vidrios quebrados y manchas de sangre en el lugar donde mi hermoso Adonis divinamente formado cayó desde mi ventana. En el fondo de mi mente estoy preocupada, ya que quizás se haya tomado todo este asunto a mal. Eso me pone inquieta, nerviosa. Sobre todo porque sé que de alguna u otra forma tendré que encararlo mañana.

Paul ha vuelto de Princeton y no ha dejado de seguirme por toda la tienda como el más hambriento de los buitres.

-Hola, soy Paul.

-Por última vez, Paul: no me interesas. Eres rubio, alto, atlético y guapo, sí, pero tan sólo eres el pobre encargado de una ferretería. Además ya tengo una cita mañana.

-¿Hola, soy Paul?

-No, no es José. Es Christian Grey.

Al escuchar el nombre, Paul se queda boquiabierto y después se va, derrotado y cabizbajo. Sabe que no tiene ni la más mínima posibilidad de competir con el hombre más perfecto de la historia. Mi Diosa Interior se ríe maléficamente mientras le levanta el dedo del medio.

Llamo a mamá al llegar a casa del trabajo. Ella se lamenta por no poder asistir a mi graduación, ya que mi padrastro Bob se fracturó el pie intentando abrir un frasco de pepinillos y su deber como mujer es cuidar de su marido.

-Ana, cariño, lo lamento tanto -lloriquea por teléfono.

-Está bien, mamá. Ray o algún otro de tus ex esposos estará allí.

-Ana, ¿qué ocurre? Suenas distraída... ¿Conociste a alguien?

-Mamá...

-¿Es adinerado? Más vale que no sea uno de esos perdedores que visten Abercrombie o Lacoste y ya se creen Donald Trump, cariño. Lo mínimo que pido es Dolce & Gabbana, Dior o Versace.

-Adiós, mamá.

Cuelgo, pero al rato me llega un mensaje de texto de un número privado.

QUÉ HACÍAS HABLANDO CON EL TAL PAUL???

Christian. Oh, mierda.

Le respondo.

Ya t dije q solo somos amigos!! El keria una cita pero lo mand a volar.Donde tas?

A los pocos segundos me llega su respuesta.

Te recogeré mañana a las 7.

¿A las 7? ¿Dónde? Le pregunto si en mi casa o en mi trabajo, pero ya no me contesta.



50 sombras de Grey: La versión de InciclopediaTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon