Epílogo parte 2

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Laura

—Ahora entiendo el por qué te casaste conmigo —sentencié mientras me subía a las escaleras para terminar de poner las luces de navidad que Carla quería en las paredes de casa—, porque sino no podrías poner las luces —piqué divertida a lo que mi esposa tan solo rodó los ojos ignorando por completo mis comentarios lo que me hizo reír—, y también porque alcanzo las cosas de la alacena que están más altas —continué.

—Sinceramente en este momento yo no sé por qué me casé contigo —refutó—, eres una imbécil, Lau —aclaró a lo que reí porque amaba el tono que ponía en aquella palabra la cual venía desde lo más profundo de su alma.

—Y aún así me amas.

—Para mi desgracia —opinó encogiéndose de hombros—, no me das más opciones —aseguró mientras yo me encargaba de ubicar las luces como ella quería.

—¿Entonces se cancela la idea de volver a casarnos? —pregunté entre risas terminando de alinear las luces para que quedaran bien.

—¿Tú que crees? —manifestó rodando los ojos—, una vez es más que suficiente y eso que estoy hasta pensando que fue una equivocación —bromeó mientras sostenía la escalera a lo que le regalé un beso al aire porque desde este punto de altura tenía una vista extraordinaria de todo el piso decorado de navidad con Carol de fondo en la tele mientras en el centro se encontraba Carla con una sonrisa floreada que me despeinó el alma y un pijama largo de oso polar que me hizo reír porque incluso recién levantada, ella seguía siendo la dueña de todos mis suspiros.

—Bueno yo sí repetiría la experiencia —sentencié alegre mientras bajaba de la escalera—, verte de nuevo vestida de princesa es la postal que más atesora mi corazón —susurré a lo que la rubia tan solo suspiró negando divertida por cómo aquellas palabras cursis ya no tenían miedo de aterrizar entre nosotras en cualquier momento—, aún no me creo que esa chica decidió casarse conmigo —me sinceré ante el hecho de que en un mes cumpliríamos un año de casadas y aunque estaba empezando a no sorprenderme no solo de tener el amor de la artista a diario sino que todos mis días empezaban y terminaban con ella, aún había una parte de mí que se quedaba de vez en cuando en silencio por unos segundos y la miraba impresionada ante el hecho de que aún no me acostumbraba a que ella nunca iba a irse porque ya habíamos afrontado todas las pruebas y ahora solo venían esos momentos de paz que ninguna de nuestras almas eran capaces de siquiera imaginar.

—Bueno si lo pones así, quizás podría repetirlo —picó antes de alzar sus brazos para que me acercara a ella y la besara como correspondía—, yo también me casé con una reina, de seguro la conoces —apuntó arrugando la nariz a lo que asentí antes de besarla sintiendo cómo toda mi alma bailaba al mismo compás de su corazón en esa armonía que no dejaba de sorprenderme a diario.

—M...—solté despegando mis labios de los suyos—, ¿es guapa? —inquirí a lo que la artista asintió.

—La mujer más guapa del universo pero no solo eso sino que es inteligente, sensible, talentosa —aclaró suavemente mientras sus dedos traspasaban las barreras de mi rostro y acariciaban sin dificultad alguna mi alma—, en simples palabras, la persona más buena del mundo —se sinceró antes de que la punta de sus dedos delinearan mis labios para luego atacarlos en un beso que no tardó en inventar primaveras—, quizás te suene esa descripción.

—Tal vez —solté entre risas mientras mis brazos se colgaban en su cuello en donde a través de aquel gesto nos permitimos dejar atrás todos los lenguajes terrenales existentes para que nuestras caricias se encargaran de hablar en ese idioma que solo las dos practicábamos.

En donde sin necesidad de las palabras ambas nos dejamos conquistar por los poemas que nuestras manos escribían en nuestra piel.

No sé cuánto tiempo estuvimos perdidas en el espacio-tiempo real donde la vida seguía pero para nosotras las manecillas del reloj se habían detenido específicamente en todas esas mañanas en que este momento se veía tan lejano que se veía tan solo como un sueño imposible.

Amar en tonos grisesWhere stories live. Discover now