This is only the beginning

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El olor a desinfectante se penetraba en el pasillo del hospital. Doctores y enfermeras iban de un lado a otro para atender a los pacientes que llegaban por diversas situaciones de salud.

Yoko se encontraba en ese mismo pasillo, sentada en una banca esperando el momento exacto para poder entrar a la habitación en donde se hallaba su padre.

Se preguntaba si existía una relación "amorosa" entre su padre y su secretaria. No es que fuera un pecado pero para ella era extraño ver a su padre con una mujer que no fuera su madre.

A veces por las noches pensaba en el significado de amar a una persona, ¿Que significaba realmente el amor? Tal vez aún era muy joven como para saberlo, era una adolescente, no sabía nada de la vida o eso era lo que decían las personas adultas y los ancianos que supuestamente están llenos de "sabiduría".

Divina era su primera novia por lo que estaba experimentando tener una relación por primera vez. Estaba consciente de lo bien que se sentía cuando pasaba tiempo con su novia, le transmitía paz y eso era una "green flag" como algunas chicas dicen. Pero a la misma vez por su cabeza pasaba el pensamiento de ¿Qué pasaría luego? ¿Terminarían y al final cada una encontraría a otra persona en el camino?

Ese pensamiento le causaba molestia e inseguridad pero luego recordaba las palabras de su mejor amiga que hacían que regresará a la realidad

"Solo el tiempo lo dirá"

No tenía porque pensar en el futuro, lo mejor era enfocarse en el presente, en su presente. El sonido de una puerta abriéndose acaparó su atención.

— ¿Es familiar del señor Tanaka? —preguntó la enfermera mirándola de pies a cabeza.

— Si, soy su hija. —respondió Yoko acomodándose los lentes.

— Puede pasar.

La pelinegra asintió y con un poco de temor entro a la habitación en donde se encontraba su padre. Sintió alivio cuando la enfermera le explicó que estaba fuera de peligro pero que de todas formas tendría que quedarse al menos una semana para que pudiera recuperarse.

Era un milagro que estuviera vivo, por un momento pensó que se quedaría huérfana (ya que su madre parecía haber desaparecido de la faz de la tierra).

La enfermera salió de la habitación dejando sola a la chica vampiro para que esta pudiera tener una conversación a solas con su progenitor, pero cuando está intentó hablar con él su celular empezó a emitir ese tono de llamada que había olvidado que tenía que cambiar.

— ¿Si?

¡Hey Yoki! ¿Cómo va todo? ¿Estás bien? ¿Comiste? Te extraño.

— ¡Div! Yo también te extraño mucho —Yoko sonrió al escuchar la tierna voz de la sirena— estoy bien, bueno un poco más tranquila, ¿cómo estas tu?

Por aquí anda todo bien, de hecho, ¡estoy impaciente por ver la película que proyectará el comité estudiantil! —gritó la sirena esperando la respuesta de su novia.

— ¿Eh? ¿De que película hablas? —la chica vampiro pensó que tal vez Divina le estaba haciendo una broma o que tal vez se había confundida pero su respuesta no fue la que esperaba.

Mm... ¿no te lo comentaron los chicos?

Yoko no entendía a que se estaba refiriendo a su novia, sus amigos a penas y le habían mandando unos cuantos mensajes.

— No... no me dijeron nada sobre eso.

Oh... yo pensé que te lo mencionaron.

— No, no lo hicieron... pero bueno no importa, supongo que se olvidaron...

Everlong - wenclairWhere stories live. Discover now