New directions make it easy

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Era otro día de clases y aburrimiento total en la academia Nevermore. Enid ya tenía el uniforme puesto, había colocado un despertador para de esa forma levantarse temprano, quería  hablar al menos por unos minutos con cierta pelinegra.

Mensaje enviado:

Buenos días, bella durmiente :D, ¿Qué tal amaneciste?"

Buenos días Enid, amanecí con vida, por desgracia, ¿y tú?

¡Pues muy bien! Gracias por preguntar.

Por cierto, ¿ya irás a clases? :3

Estoy saliendo recién de casa... Enid, no había tenido tiempo de contarte sobre esto pero... dos chicas me han estado observando desde el día que llegué aquí.

La sonrisa de la rubia desapareció y cambio a una llena de confusión. ¿Cómo que dos chicas la andaban observando? ¿Quiénes eran ellas? ¿Qué era lo qué querían?. Enid tomó su mochila y con la otra mano empezó a teclear una respuesta para la pelinegra, tenía tantas preguntas por hacer.

Acaso las conoces?

Te hicieron daño?

Te ofrecieron algo?

No las conozco y no, no me hicieron daño. Tampoco me ofrecieron "algo". La cuestión es que me harté de que me estuvieran observando a cada rato, así que fui y las encaré.

Enid sonrió mientras caminaba por el pasillo de la academia en busca de su salón intentando no chocar con nadie. Tenía su mirada clavada en el chat que tenía con Wednesday.

Y entonces qué más pasó?

Bueno, al final no salió como yo lo esperaba. En vez de caerles mal parece que termine por agradarles y una de ellas me dio su número.

La rubia apretó los dientes, ¿Cómo que le dio su número? ¿Cómo se supone que le das tu número a una persona que recién conoces? ¿Con qué fin? ¿Y por qué tenía que ser Wednesday?

Estaba sintiendo celos por una persona que ni siquiera conocía, bueno no una, sino dos personas que ni siquiera conocía. Aunque tal vez solo querían ser amigables, a su modo.

Enid ya había llegado a su salón, por lo que tenía que despedirse.

Ya estoy llegando a mi salón, crees qué podamos hablar después?

Si me parece bien, mucha suerte hoy.

Gracias.

Te quiero.

La rubia se había desconectado sin ni siquiera leer ese "te quiero". Wednesday escondió su celular en su bolsillo y en el camino se hizo muchas preguntas. ¿Por qué Enid de la nada había empezado a escribir muy cortante? ¿Se había incomodado?  O tal vez...

El sonido de la campana hizo que la pelinegra saliera de sus pensamientos y corriera a su salón. Todas esas preguntas las podría responder luego o bueno, las podría responder la misma Enid.

Wednesday entró a su salón, buscó su pupitre y notó que "alguien" le había dejado una notita.

"¿Te gustaría salir hoy con nosotras?"

Everlong - wenclairDonde viven las historias. Descúbrelo ahora