Back to the old house

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— ¿Quieres un poco más?

— No madre, así está bien.

Morticia observaba los cuadros que yacían en las paredes de aquella antigua casa en la que pasó parte de su niñez y adolescencia.

— ¿Recuerdas como era de adolescente?

— Claro que lo recuerdo. —respondió la abuela Frump dejando la taza de té en la mesa— no puedo decir que me sacaste canas verdes pero si tenías un carácter que a veces era difícil de manejar, sobre todo cuando te encaprichaste con ese chico.

— Fue un hermoso pero trágico romance, desde que lo vi supe que el era para mi. —expresó Morticia intentando sonreír, por unos minutos sintió nostalgia al recordar todo lo vivido con el amor de su vida pero esos pensamientos se fueron alejando cuando volvió a su realidad— trato de no mostrarme débil ante mis hijos para motivarlos a seguir adelante pero no es fácil criar a dos adolescentes con cambios tan repentinos.

— El problema es con mi nieta, ¿verdad?

— Si, siento que se me está yendo de las manos.

— Debes tratar de entenderla, perder a su padre no ha sido nada fácil para ella y ya cuando ha conseguido amigos en una academia y luego sacarla de allí, tampoco es que ayude.

— Ella estaba en un estado vulnerable, tenía miedo de que eligiera el camino equivocado.

— ¿Y manteniéndola cerca de ti pensaste que sería diferente?

— Si pero, creo que ahora me odia.

Hester podía sentir la frustración de su hija y como toda madre intentó calmarla tomando su mano y apretándola suavemente para hacerla ver que no estaba sola.

— Wednesday ya no es una niña y creo que es momento de aceptarlo. Ella puede tomar su propias decisiones.

— Soy consciente de eso madre pero ahora, ¿Qué se supone que haga? No puedo dejar que se salga con la suya.

Morticia no quería pensar mal sobre su propia hija pero la actitud que está a veces demostraba era de una adolescente rebelde y eso era molesto hasta cierto punto.

Todo lo contrario a Pericles que solía ser más calmado o como dirían otros adolescentes "más de casa". No quería hacer comparaciones innecesarias pero, su hijo había sacado su carácter mientras que su hija era toda una Addams, igual a su padre.

— No te tortures tanto. —dijo Hester acomodando el cabello de su hija, tratándola otra vez como una niña pequeña— es solo una etapa, en estos tiempos no me sorprende que los adolescentes actúen de forma tan eufórica.

— Pero Wednesday no era así...

— Es otra faceta que estás conociendo de ella, no te digo que estes de acuerdo en todo lo que diga. Se que tienes que imponer autoridad en casa pero tampoco la alejes, ella te necesita, aunque no quiera decírtelo.

Morticia era una persona culta que a veces en sus ratos libres solía leer una variedad de libros. Cuando sucedió aquel fatídico día en el que perdió a su esposo, supo que la relación con sus hijos se vería afectada, sobre todo con su hija mayor.

Desde ese día Wednesday no dejó de pasar la mayor parte del tiempo en su habitación, viviendo por primera vez lo que todos llamaban un estado de depresión. Morticia intentaba múltiples veces hablar con su hija pero esta se rehusaba a dirigirle la palabra hasta que decidió llevarla a Nevermore, claro que ella no quería volver aquel lugar nefasto pero no tuvo de otra.

— ¿Mi nieta tiene novia?

Morticia se tensó al escuchar aquella pregunta. Ella no le había comentado nada sobre la vida sentimental de su hija.

Everlong - wenclairDove le storie prendono vita. Scoprilo ora