Something's wrong with the day

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La rubia se sentó en su cama aún con el teléfono en la mano, parte de su ropa había caído al suelo y ahora solo tenía en mente que su padre probablemente iría a visitarla y que por eso la estaba llamando para avisarle de su "ansiada" visita.

Pero mientras no tocará ese tema, actuaría lo más naturalmente posible.

— ¡Papá! ¡Me alegra mucho escucharte! Ya ni recuerdo cuando fue la última vez que hablamos... —dijo Enid con una voz que demostraba felicidad pura, algo que sorprendió a su padre ya que la última vez que hablaron la sintió diferente— ¿Cómo va todo por allá?

— Cariño lamento no haberte llamado con más frecuencia... he estado un poco ocupado con esto del trabajo y... —el hombre hizo una pausa, había una noticia importante que debía contarle a su hija pero tenía que encontrar las palabras adecuadas para decírselo— estás últimas semanas la situación con tu madre ha ido de mal en peor, estar en casa se ha convertido en una pesadilla.

Escuchar la voz cansada de su padre hizo que entendiera para donde iba la cosa.

— Nos vamos a divorciar. —Murray esperaba reunirse con sus hijos para conversar de aquel tema, sin embargo, prefirió hablarlo con su hija a quien consideraba mucho más madura.

El silencio no se hizo esperar, Enid deseaba demostrarle a su padre que tenía su apoyo pero una sensación de tristeza y decepción se adentraba en ella.

Tal vez era por qué aún mantenía la esperanza de que las cosas cambiarán, de que la relación de sus padres se reconstruyera de a poco pero, la realidad era otra.

— Eso no quiere decir que dejaré de lado mi responsabilidad como padre.  Seguiré velando por ti y por tus hermanos. —dijo Murray sintiendo remordimiento por no haberse comportado como un padre presente. Quería arreglarlo pero ahora sentía que estaba lastimando más a su hija con su declaración— hice todo lo que estaba a mi alcancé, intenté hablar con tu madre pero...

— Está bien papá. —la voz de Enid parecía querer quebrarse en cualquier momento, le dolía que su familia cada vez más se desmoronara pero aún con todo ese dolor, intentó entender a su progenitor— se que lo intentaste, no te preocupes por mí ni por mis hermanos, creo que será lo mejor para nosotros.

— En estos días iré a Nevermore para verte a ti y a tus hermanos, tenemos que hablarlo en persona.

El semblante de la rubia cambió a uno de preocupación.

— ¡No puedes ir! —gritó Enid dejando a su padre confundido.

— Pero... ¿Por qué? —el hombre esperaba una respuesta sensata por parte de su hija.

— Es que no puedes porque... porque... ¡Porque el director ha prohibido las visitas ya que van a fumigar la academia!

— ¿Fumigar...?

— Si ya sabes... por la plaga de insectos... —la rubia casi golpea su teléfono contra su cara, era la única excusa que se le había ocurrido en ese instante y temía que su padre se diera cuenta de su mentira— además estoy en época de exámenes, tengo que estudiar para entrar a la universidad...

Por dentro rogaba que su padre se tragará su mentira para así no tener que estar pensando en el próximo castigo que recibiría. Ni siquiera podía imaginar la cara de su progenitor al enterarse que había escapado de la academia tan solo para arreglar las cosas con su novia.

Cualquiera pensaría que era un acto de amor pero para un adulto era un gran irresponsabilidad que tenía consecuencias a largo plazo.

Caminó hacía la ventana para ver como ahora Pericles y Wednesday bajaban de la limusina, por fin habían llegado a casa después de un aburrido y tedioso día en la escuela.

Everlong - wenclairDove le storie prendono vita. Scoprilo ora