Business women |2YEON|ESP

52

Nayeon se despertó en la cama de D.O. Había estado llorando toda la noche y el chico no había hecho más que tratar de consolarla, aunque no sabía la causa de sus ataques de llanto.

-Buenos días.- dijo D.O. sonriéndole.

-Buen día...

-¿Como te sientes hoy?

Todo fue un sueño, Jeongyeon nunca le había dicho nada. Nayeon suspiró. Primero su madre, luego Jeongyeon... Tenía demasiado dolor. Y también los lectores, que llegaron al capítulo 52. Bien, es broma, vayamos al capítulo real.

***

Nayeon abrió los ojos en la cama de Tzuyu, la misma cama donde había hecho el amor con Jeongyeon. Sonrió ante el mero pensamiento. De repente quiso trabajar, abrazar a Tzuyu, incluso perdonar a su madre. No, no habría hecho ninguna de esas cosas, aparte del trabajo, eso sí. Se levantó y corrió escaleras abajo como una niña pequeña el día de Navidad. Cuando vio a Jeongyeon desde atrás, sonrió ampliamente.

-Buen día.

Jeongyeon se dio vuelta con su taza de café en la mano. -Buenos días princesa.

-¿¡Princesa!?- preguntó Tzuyu riendo. Sólo entonces Nayeon notó a su mejor amiga en el sofá. Jeongyeon la miró fijamente. -Está bien, está bien, me voy. Sólo vine a ver cómo estaba la princesa.- Otra risa.

La latina salió por la puerta principal todavía riendo.

-Hazla reír, luego gritará cuando se entere de lo que hicimos en su habitación.

Los ojos de Nayeon se abrieron como platos. -¡Tenemos que limpiar!

-No, aquí es donde te equivocas: tú limpiarás. Yo tengo trabajo que hacer.

-¡Ey! Yo también tengo que trabajar.

-No, primero limpias este desastre y luego descansas. Tuviste una semana estresante, incluso por mi culpa, te lo mereces.

Sin embargo, un día fue suficiente para que Nayeon olvidara todo su sufrimiento.

-Tú... ¿Quieres mantener todo en secreto?

Jeongyeon dejó la taza y se acercó a ella. -Quiero que todos sepan que estás off-limits.

-Y yo quiero que todos sepan eso que siempre dices.

-¿Que tienes un lindo culo?

-También. Espera, ¿dijiste eso?

Jeongyeon la ignoró. -¿Que siempre estás ácida?

Nayeon puso los ojos en blanco. -¡Yah!

-¿Que eres la única para mí?- Ls otro sonrió. -Puedo enviar un mensaje a D.O. en el que se lo tiro en cara que al final-

-¡Jeongyeon!

-Está bien, está bien... Lo intenté.

-Ya me imagino a los paparazzi. Ya decían cosas, teorías varias.

-Los negamos todos.- dijo Jeongyeon riendo.

-¿Siempre te he gustado o inicialmente tenías otros objetivos?

-Pues ahora te enfadarás como una estúpida moralista. Seré sincera: al principio todo era un juego, no sé cuando empecé a sentirme diferente.

-Es increíble cómo hace apenas un año hubiera preferido que te mudaras.

-Está bien, tuviste tu momento romántico. No exageremos ahora.

Nayeon se rió. -Está bien, ya es suficiente por hoy.

-Me voy a lavar. ¿Quieres... Acompañarme?

Nayeon negó con la cabeza. -Iré primero a limpiar la habitación de Tzuyu, cambiaré sus sábanas y lavaré bien las que hemos ensuciado.

Jeongyeon asintió y luego comenzó a caminar. -¡Dejo la puerta abierta!

-¡Después de hacer todo, no voy a correr al baño de todos modos!

-Oh... Cuando te folle en mi cama esta noche seguro que te correrás.

-¡Jeongyeon! ¡Vas a trabajar!

🫧

-¡Princesa!- continuó diciendo Tzuyu, riéndose del mostrador de Minhyuk.

-Oh esas dos... ¿Entonces ahora se llevan bien?

-Creo que son algo. ¿Qué dijeron ayer?

-No lo sé.

-¿¡No escuchaste!? Dije "No voy a ir, Minhyuk está allí de todos modos" ¿¡Y no escuchaste nada!? ¿Para qué estás exactamente?

-¡Literalmente hago todo en casa! Lavo, plancho, hago café, soy un gran amigo...

-Ah, eres una criada.

-Tsk. Criada. Se llama "devolver favores".

-Hablando de devolver favores, me temo que esta noche nos echarán de casa.

-¡Al menos dame una habitación en uno de tus hoteles! No puedo dormir aquí para siempre.

-¿Comprar tu propia casa?

-Me siento sola...

🫧

Nayeon había limpiado la habitación de Tzuyu, sin dejar rastros. Luego se sentó en el sofá y se relajó, como dijo Jeongyeon. Mientras tanto, la otra había trabajado todo el día pero, a diferencia de las otras veces, tenía ganas de volver a casa. Entonces, a las cinco de la tarde abandonó todo y se subió al auto. Al llegar a casa, abrió la puerta y sonrió inconscientemente cuando vio a Nayeon en el sofá.

La otra se dio vuelta. -Estás de vuelta.

-No había mucho que hacer hoy.- dijo cerrando la puerta detrás de ella.

-¿Y hay algo que hacer en casa?

-Dormir.

Nayeon frunció el ceño. -Supongo que estás cansada.

-Oh sí. Me muero de sueño. Voy a darme una ducha y a acostarme.

-¿Quieres que te ayude con la ducha?- le preguntó Nayeon levantándose. Luego se paró detrás de ella y le masajeó los hombros. -Tal vez pueda ayudarte a enjabonarte la espalda.- le susurró.

-No lo sé... Últimamente se me da bien enjabonarme la espalda.

-¡Jeongyeon Yoo! ¿¡Por qué no quieres follar!?

La chica se giró divertida, mientras la otra la miraba seriamente. -Siempre es divertido hacerte enojar.

-Ah... Eres un idiota. Ahora soy yo la que no quiere hacer nada.

Los ojos de Jeongyeon se abrieron. -Vamos Nayeon, no seas así, estaba bromeando.

La chica cruzó los brazos sobre el pecho y se dio la vuelta. -Nada que hacer.- dijo sonriendo.

Jeongyeon agarró a Nayeon por las caderas y la giró hacia ella. La miró fijamente durante unos segundos y luego suspiró. -Eres tan linda.- Era genuino. Nayeon se sonrojó. No esperaba algo tan genuino y directo. -Tengo mucha suerte de tenerte.- Y la abrazó.

Nayeon sabía cuánto necesitaba Jeongyeon ese abrazo, así que le devolvió el abrazo con mucha fuerza. Simplemente quería proteger para siempre el corazón roto de esa chica. ¿Pero lo lograría? ¿Y Jeongyeon podría hacerle entender a Nayeon que su amor era el único remedio a su falta de afecto?

me duelen las glandulas
:( No puedo hablar ni tragar

El profesor de historia de la China es una persona fantástica. Dijo: "si os va mal en un examen, no os preocupéis, no habréis reprobado nada, es sólo un examen, a todos les va mal. Pero recordáis que nunca seréis un fracaso. No creéis que si otros lo han superado son mejores que vosotros. No os comparéis con los demás"
Simplemente me describió y este discurso me hizo sentir más a gusto, aunque sólo fuera un 0,1%