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Nayeon salió de la ducha con una toalla envuelta alrededor de su cuerpo. Tzuyu le había dicho que consiguiera la ropa que necesitaba. Comenzó a hurgar en su armario cuando escuchó que se abría la puerta. Pensó que Tzuyu había olvidado algo.

-Nosotras dos tenemos asuntos pendientes.- dijo una voz ronca detrás de ella.

Nayeon se giró y vio a Jeongyeon parada en la puerta. -Jeongyeon, ¿necesitas algo?- preguntó con las piernas temblorosas.

Se acercó a ella lentamente. -Jieun tiene razón: esperamos demasiado. Tú me deseas y estoy dispuesta a complacerte.

Nayeon se rió. -¿Yo? ¿Te deseo?

Jeongyeon la agarró por las caderas. -Tú me deseas, yo te deseo. Todo el mundo ya lo sabe.- le susurró.

-Vamos Jeongyeon, me estás haciendo llegar tarde.

-Aún falta media hora para que sea demasiado tarde para nosotras.- La chica agarró la toalla y la quitó del cuerpo. -Eres perfecta.- susurró, acariciando su costado derecho.

La chica cerró los ojos. -Vamos, Jeongyeon...

-De ahora en adelante solo quiero que gimes mi nombre.- dijo llevándola hacia la cama para luego tirarla encima y colocarse encima de ella. -Llevo días pensando en esto.- Jeongyeon se quitó la camisa con violencia. -Tócame, Nayeon. Como sólo tú puedes hacerlo.

Si Nayeon estaba excitada antes, ahora estaba ardiendo. Sus manos se dirigieron a los musculosos pechos de la chica que estaba encima de ella y le quitaró suavemente el sujetador deportivo, mientras la otra ya jugaba con sus pezones erectos.

-Solo estamos calentando y ya puedo sentirlo erecto.- murmuró Nayeon. -Lo quiero dentro de mí ahora.

Jeongyeon no tuvo que escucharlo dos veces y se quitó los jeans y los boxers. Ni siquiera la preparó con los dedos, sino que inmediatamente empujó su grandeza hacia adentro. La chica de abajo dejó escapar un grito que probablemente se escuchó en todo el Upper East Side.

-¿Ya estás tan mojada y todavía no hemos hecho nada?- Entre las dos había tiempo para provocarse hasta en los momentos más inoportunos.

Jeongyeon subió y bajó, viendo los pechos de la chica debajo de ella rebotar con su cuerpo perfecto y esbelto. Empezaron a sudar, más por la excitación que por las acciones mismas. La punta de la polla de Jeongyeon tocó el punto G de la chica de abajo, quien gritó una vez más como si fuera su primera vez. Jeongyeon no se escatimaba en absoluto, pero a Nayeon le encantaba cómo lo hacían.

-Estoy a punto de correrme...- le advirtió la chica que estaba debajo de ella.

-¿Puedes esperar unos segundos?

-Sí, pero muévete.- Después de unos diez segundos, Jeongyeon sacó su miembro y dejó salir el líquido que caía sobre las sábanas. -Es... La cama de Tzuyu.- dijo temblando.

-Deja de molestarte y dame esas tetas que ya viene el segundo round.

Jeongyeon estudió más los pechos de la chica, ya que no había tenido mucho tiempo antes. Con el pulgar derecho estimuló el pezón derecho, que inmediatamente adquirió un color más rojo. Su redondez parecía perfecta para la mano de la chica de arriba.

-Quiero... Chuparlo.

-No podrías haber dicho nada más lindo.- le dijo Jeongyeon.

-Levántate.- le ordenó.

-Me gustas cuando tomas la iniciativa.- le susurró al oído. Luego le dio un beso en el cuello y se puso de pie. Nayeon se sorprendió por ese beso pero inmediatamente se levantó, viendo por completo la desnudez de la otra. Sólo entonces se dio cuenta de que estaban desnudas una frente a la otra y de lo que habían hecho y de lo que ella se había propuesto hacer. La chica se arrodilló y tomó la polla de Jeongyeon en su mano. -Siempre imaginé cómo sería tener tu hermosa boca alrededor de mi polla.

Business women |2YEON|ESPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora