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Nayeon se levantó temprano a pesar de todo. Eran alrededor de las siete cuando bajó a la cocina a tomar un café y allí encontró a Jeongyeon en boxers y sostén deportivo.

-¡Que horror!

-Estoy en mi casa.- dijo la chica volviéndose hacia ella. -¿Has visto tu cara? Estás aún peor cuando te despiertas después de llorar.

-Veo que destacas por tu simpatía incluso a estas horas.

-Qué puedes hacer... Es un don natural. ¿Café?

-Sí, por favor.

-Prepáralo tú misma.- dijo Jeongyeon para luego salir con su taza en la mano.

-Oye Nay, ¿cómo te va?- preguntó Minhyuk apareciendo detrás de ella. -¿Quieres un café?

-Sí, gracias.- dijo Nayeon, mirando malo a Jeongyeon, quien, mientras tanto, miraba malo a Minhyuk.

-¿Cómo has dormido?

-Bien.

-¿Segura? ¿No era incómodo el sofá?

Nayeon miró hacia Jeongyeon, quien inmediatamente desvió la mirada. -No, estuve bien. ¿Tzuyu siempre se despierta tarde?

-Más o menos sí.- respondió Minhyuk.

-Básicamente vive de sus ingresos, sólo sale a ver chicas.- comentó Jeongyeon.

-Me pregunto a quién me recuerda.- dijo la otra.

-La que vive de las rentas es tu madre.

-Jeongyeon...- la regañó Minhyuk.

-¿Qué pasa? Tú también es atendido y reverenciado aquí y nunca ha pagado una factura.

-¿Pasó algo?- preguntó Minhyuk. -Hoy estás más intratable que de costumbre.

-Digamos que rechacé una oferta tentadora y alguien no me está agradecida.

Minhyuk de repente se giró para mirar a Nayeon y luego a Jeongyeon. -Tú... Vosotras...- intentó decir con incredulidad.

-No, no me refiero a ella. Le gustaría.

-Tsk. A ti te gustaría.

Nayeon tomó la taza que su amigo había colocado sobre el mostrador y tomó un sorbo de café. -No está mal, Hyuk.

-Oh gracias, por fin alguien que me felicita. Tzuyu y Jeongyeon nunca aprecian mis esfuerzos.

Nayeon terminó su café y colocó la taza en el fregadero. -Voy al baño si me buscáis.

-¿Vamos a buscarte al baño?- preguntó Jeongyeon con una sonrisa traviesa.

La chica puso los ojos en blanco. -Voy a darme una ducha y cerrar la puerta. Ya sabes, por si acaso.

-Rápida, hay gente que tiene que trabajar.

Cuando Nayeon desapareció de su vista, Minhyuk miró a su otra amiga. -¿Por qué la tratas así? Está pasando por un momento difícil.

-Nayeon no quiere la lástima de nadie, la odia. Me comporto normalmente.

-Ya sabes, detrás de cada mala acción siempre hay una buena. A veces desearía que Nayeon se diera cuenta.

-Escúchame, Nayeon no debe enterarse de algo así bajo ninguna circunstancia.

-Está bien, cálmate.

-Ahora voy a tu baño, ya que la princesita mocosa probablemente se quedó con el mío.

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Jeongyeon llegó a la puerta de la oficina de Jieun, suspiró y llamó. Entró después de recibir un "entra" y encontró a la mujer ocupada leyendo algo.

-¿Estás leyendo cuánto dinero te dio tu pareja esta semana?

-Jeongyeon.

-Tienes que decírselo a Nayeon, ella ya lo sabe.

-¿Por qué se lo dijiste?

-Porque no soporto que sigas mintiéndole. Mi madre también nos ocultó su aventura y luego nunca regresó. Tu hija está destrozada y, si no quieres que yo arruine tu reputación y la de tu pareja diciendo a los periódicos que os conocéis desde hace más de veinte años, será mejor que vayas a hablar con ella.

-Te dije un secreto. ¿Cómo pudiste traicionarme así?

-¿Y tú cómo no pudiste decirle nada? ¿Decidir por ella con quién debería casarse tal como lo hicieron contigo?

-¿Por qué te preocupas tanto por mi hija? Pensé que la odiabas.

-No, Jieun, no la odio. Es simplemente la persona que más me irrita en este planeta, pero también la que me excita más.- No tuvo problema en decírselo a su madre. -¿Y sabes por qué seguí alejándote? Porque últimamente solo tenía una persona en mente y era ella. ¿Y sabes lo que descubrí? Que mientras su madre se levantaba la falda delante de mí, ella sufría porque está enamorada de mí. Entonces, en lugar de seguir torturándola, le debes una explicación; de lo contrario, la perderás para siempre.

Jieun quedó sorprendida por lo que Jeongyeon le dijo. Ella simplemente se quedó en silencio, incapaz de decir nada. La chica salió, dejándola sola para pensar. Pensar... Era algo que Jeongyeon también tenía que hacer. Se encerró en su estudio y se tomó un tiempo para sí misma. Hacía al menos dos meses que no veía chicas, de repente sintió la necesidad de proteger a esa chica, no hizo más que masturbarse pensando en lo lindo que sería poder revivir esos momentos en la cama con esa chica, pero no como la CEO borracha y Marylin, como Jeongyeon y Nayeon; pendó en cómo se había sentido cuando le dijo a Nayeon que se iba a casar, cuando la escuchó decir que la amaba. ¿Era posible que lo que sentía no fuera sólo atracción sexual? ¿Hacia Nayeon? Sacudió la cabeza. No podría ser posible. Debería acostarse con esa chica lo antes posible, antes de que comenzara a volverse completamente loca e incluso pensara que la amaba.

Tzuyu le había informado a Sana de lo sucedido y que Nayeon estaría ausente del trabajo por unos días. Su amiga estaba en la habitación con ella y hojeaba algunos álbumes de fotos.

-¿Aquí teníamos nueve y siete u once y nueve?- preguntó Nayeon.

-Nueve y once. Mi abuela todavía estaba allí.

-Este era Jeongyeon.

-Era mejor de niño.

-De chica es muy atractiva.

-Te lo juro, escucharte decir estas cosas sobre mi hermana es perturbador.

-Casi lo hicimos esta noche.

-¿Y luego?

-Me dijo que el sexo no llenará el vacío que hay en mí. Estoy segura de que se refería a ella misma.

-Yo tambien pienso lo mismo. Ahora que lo pienso, ha pasado un tiempo desde que la vi salir por la noche.

-Por lo que es cierto.

-¿Mh?

-Me dijo hace como un mes.

-Bueno... ¿Por qué decírtelo? En mi opinión, es muy probable que le gustes.

Nayeon miró la foto de Kyungwan echando harina sobre Nayeon. -No lo creo.- dijo sonriendo mientras cerraba el álbum.

Acabo de terminar de estudiar coreano y repetir chino
Me gusta tanto el coreano que incluso profundicé en cosas que aún no me ha explicado jaja

Business women |2YEON|ESPWhere stories live. Discover now