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Jihyo se puso de pie con rulos en la cabeza. Miró la hora y se dio cuenta de que eran las cuatro menos cinco. Nayeon probablemente había olvidado sus llaves. Se puso el camisón y suspiró mientras se dirigía a la puerta principal. Tocaron de nuevo, todo mientras Jieun dormía profundamente en su habitación insonorizada. La ama abrió la puerta en silencio y, dada la escasa iluminación, no reconoció de inmediato la figura.

-Señorita, ¿qué hace aquí a esta hora?

-Buenos días Jihyo.

-Buenos días... A las cuatro de la mañana.

-Me disculpo por la hora. Vine por mi hermana.

-La señorita Tzuyu no está aquí, lo siento.

-Oh... ¿Podría hablar con Nayeon?Estoy preocupada.

-La señorita Nayeon no está aquí. Puede intentar llamarla.

-Gracias. Buenas noches.

Jeongyeon se dio la vuelta y Jihyo cerró la puerta. La chica caminó hacia el ascensor y llamó a Minhyuk, quien respondió con voz soñolienta.

-Jeong... ¿Pasó algo?

-Esa p*ta...

-¿De cuál estás hablando ahora?

-Nayeon, ¿de quién más?

Minhyuk se sentó en su cama. -Qué-

-No está en su casa.

-¿Y cómo lo sabes?

-Vine a comprobar.

-¿Dices que durmió en D.O.?-preguntó Minhyuk preocupado.

-¿Porqué estás tan preocupado? ¿No estabas con una chica antes?

-Sí, lo estaba. Y nos volveremos a encontrar. Pero... Estoy confundido acerca de las intenciones de D.O.-Jeongyeon subió a su auto y se dirigió a su casa. -Tú, más bien, ¿por qué tanto interés? ¿No se suponía que estarías con la chica del club?

-Ella no vino, de lo contrario nunca hubiera venido aquí por Nayeon.

-¿Por qué estabas en su casa?

-¿Entiendes lo que simbolizaría la entrada de D.O. en la familia? Jieun definitivamente lo querría como abogado de la agencia. No puedo dejar la agencia en manos de cualquier idiota.

-Pues sí, sería un drama. ¿Dónde estás ahora?

-Estoy llegando a casa.

-Nos vemos en unas horas. Voy a volver a dormir.

-Sí, buenas noches.

El viento fresco de Nueva York soplaba en el cabello de la chica que conducía, cuya mirada estaba concentrada a pesar de lo avanzado de la hora. Encendió la radio para mantenerse despierta. Sí, podría haber conducido su chófer, pero lo había despedido y buscaba otro. Una vez que llegó, después de estacionar el auto, subió al apartamento que compartía con Tzuyu y cerró la puerta de golpe una vez que entró. Su hermana también se habría acostado con cañonazos, y de hecho estaba durmiendo. Se tiró en el sofá y cerró los ojos.

-Ah... Eres tú.- Jeongyeon abrió los ojos y se dio la vuelta. -Me diste un derrame cerebral. Pensé que no ibas a volver.

-¿Qué estás haciendo aquí?

-Debería hacerte la misma pregunta. ¿No estabas ocupada?

-Ella estaba ocupada.- se justificó Jeongyeon.

-¿Y tus mil chicas?

-No me quedaron bien esta noche.

-¿No te quedaron bien? ¿Qué son, alimentos?

Jeongyeon se encogió de hombros.
-¿Por qué estás en mi casa? Pensé que te ibas a quedar con D.O.

Nayeon caminó frente a Jeongyeon y se sentó a su lado. Llevaba uno de los pijamas cortos de Tzuyu y vestía una bata transparente, que dejaba ver sus piernas.

-¿Ya en la primera noche?Obviamente no me conoces.

Unas horas antes

-Hemos llegado. Espero que te guste.- dijo D.O. frente a un restaurante de lujo.

Los dos comenzaron a caminar y se sentaron en la mesa reservada para Do. Ordenaron y luego se callaron. Tenían mucho que decirse, pero también muy poco. Hacía mucho tiempo que no se veían, pero no se conocían mucho.

-¿Qué has hecho en los últimos años?- decidió romper el hielo.

-No mucho. Principalmente gestioné la agencia. ¿Tú?

-Me gradué de la Universidad Internacional de Seúl con honores, me convertí en un exitoso abogado allí y me casé con la hija de mi jefe, pero... Ya sabes cómo resultó. Solo piensa... Estábamos esperando un hijo pero luego... Descubrí que no era mío.

-Lo siento.

-No te preocupes, de verdad. Pero ella rompió mi corazón. Tenía muchas ganas de tener un hijo. La esperanza es agradable pero la ilusión... Es la peor de las emociones.

-Estoy de acuerdo.- Nayeon miró hacia abajo. -Sabes, nunca funcionó entre Minhyuk y yo pero... Él era mi mejor amigo, pero prefería mentirme en lugar de simplemente decirme que quería otra chica.

-¿Cómo alguien puede engañar a alguien como tú?

Nayeon sonrió. -¿Cómo se puede dañar a un ser humano en general?

-Tenemos mucho en comun.

-¿Qué? ¿Los cuernos?

El chico se rió. -No solo. Créeme, tenemos mucho más en común.- dijo colocando sus manos sobre la mano derecha de Nayeon.

Hablaron de esto y aquello, nada lo suficientemente interesante como para molestar a la narradora como para inventar algo, y luego D.O. la llevó a casa. Nayeon fue con Tzuyu, quien estaba hambrienta de chismes.

-Spill the tea, sis.- Fue lo primero que le dijo la latina nada más ver a su amiga.

Nayeon contó todo y Tzuyu persistió con la idea de que D.O. estaba coqueteando y le preguntó qué pensaba. Nayeon volvió a decir que estaba confundida pero, para ser honesta, preferiría dejar de estar confundida y D.O. hubiera sido perfecto para ayudarla con eso.

Business women |2YEON|ESPNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ