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-Bien, me vuelvo a dormir. Tú también deberías hacerlo.- sugirió Nayeon.

-Fumo un cigarro y vengo. Quiero decir, me voy.

-Así que buenas noches.

-Buenas noches.

La chica se levantó del sofá y Jeongyeon la vio desaparecer detrás de las paredes de la habitación de invitados. Tomó un cigarrillo y ni siquiera se molestó en salir a fumar. Estaba en su sofá a las cuatro y cuarto de la mañana con un cigarrillo en la mano y mil pensamientos.

-Me pregunto por qué no vino...

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Tzuyu estaba en la oficina de Nayeon, esperando que terminara una reunión, cuando alguien llamó a la puerta. La chica se levantó y abrió la puerta, encontrando a Sana frente a ella. Después de su cumpleaños ya no habían hablado mucho.

-¡Estás aquí! Estaba muy preocupada.

Tzuyu levantó una ceja. -¿Dónde debo estar?

-No lo sé. Jihyo me preguntó dónde estaba esta mañana cuando fui a la casa de Nay a buscar algo. Dijo que Jeongyeon te estaba buscando por todas partes.

-¿Jeongyeon? Estaba en casa. Ella suele ir de discotecas. ¿Sabes algo más?

-Dice que le pidió de Nayeon para preguntarle dónde estabas y Jihyo le sugirió que la llamara. Ves si Nay sabe algo.

-No lo creo, me lo habría dicho. Creo que necesito hablar más con Minhyuk. Dile a Nayeon que me voy.

-Bueno. Adiós Tzuyu.

-Adiós, Sana.

La latina le robó el conductor a Nayeon y se dirigió al bar de Minhyuk, encontrándolo detrás del mostrador.

-¿Trabajas hoy?

-Tú no, como siempre.- dijo el chico. -¿Qué estás haciendo aquí?

-¿Por qué Jeong estuvo en la casa de Nayeon esta noche?

-¿Qué eres? ¿El FBI?

-Respóndeme, Lee.

-Quería saber si Nayeon se quedó a dormir en D.O.

-¿Y por qué? ¿Tú la enviaste?

-A las cuatro de la mañana yo estaba durmiendo.

-No estaba en mi casa.

-¡Oh, gracias a Dios! Jeong estaba preocupado por los negocios. No quiere que se convierta en el abogado de la agencia.

-Esta situación me apesta...

-¡No soy yo! ¡Me lavé!

La latina puso los ojos en blanco. -Quién sabe lo que está tramando... Adiós Minhyuk.

-Nos vemos.

-Esperemos que no.

La chica volvió a subirse a la limusina de Nayeon y volvió a la oficina. Debería haber terminado la reunión, y de hecho lo hizo.

-Tzu, ¿dónde has estado?

-Fui a dar un paseo, estaba aburrida. ¿Sabes si Jeong llegó a casa anoche?

-Sí, cerró la puerta con violencia.

-Estaba enfadada... ¿Sabes por qué?

-Supongo que porque Marylin no apareció.

Tzuyu se sentó frente a ella. -Escuché que estuvo en tu casa anoche.- Nayeon dejó de usar el teléfono y miró a su amiga confundida. -Quería saber si estaba en casa o con D.O.

-¿Por qué querría saberlo?

-Dice que tiene miedo de que me convierta en tu abogado.

-Tsk. ¿Y se supone que debo renunciar a mi vida amorosa porque ella no lo quiere como abogado?Pronto D.O. también será mi abogado en la denuncia de acoso de su hermana.

-Honestamente, no sé qué le pasó.- dijo la latina con sinceridad. -Y Minhyuk... Tenías que verlo. Está tan preocupado como Jeong.

-No lo creo... ¿Por qué?

-¿Porque siempre ha sido su rival?

-Bien. Pero Jeongyeon... ¿Por qué no te vas a follar con Marilyn y me dejas en paz?

-Porque Marilyn no está aquí. Ella te dio dos días.

-Lo sé.

-Hola Miyeon, ¿cómo estás?

-¡Sana!- La chica se giró con algo de ropa en la mano. -¿No estás en casa de Nayeon?

-Quería ir a la tienda.

-Todo bien aquí. ¿A ti?

Saná suspiró. -No lo sé... Creo que Tzuyu está enojada conmigo pero no sé por qué.

-¿Tu dices? No lo creo. Incluso parece interesada.

-¿Tu dices? No sé, es rara. No la conozco bien, pero suele ser más comunicativa. Es como si me estuviera ignorando.

-Nah, es tu impresión. Tendrá algo en mente. ¿Vamos a tomar un café juntas después?

-Sí, vamos.

-¿Sigue siendo ese Coso?- preguntó Tzuyu, rodando los ojos ante el enésimo mensaje.

-Sí, es D.O. ¿También tienes problemas con él ahora?

-Oh, no. Yo realmente no ¿Qué estás diciendo?

-Nada. Me dijo que su día es aburrido.

-Sin ti.

-Él no dijo eso.

-Quería que se entendiera.

-¿Entonces? ¿Con Sana?-preguntó poniendo el teléfono sobre el escritorio.

-¿Con Sana qué?

-No os habláis desde su cumpleaños.

-No llegamos a, eso es todo.

-Mh... Sí, supongo. ¿Que te pasa? No te gusta mucho Miyeon.

-Estás equivocado.

-Oh, no. Odias a Miyeon.

-Ella es una buena chica.

-Estás celosa de ella.

-¿Por qué no sigues escribiendo a D.O.?- preguntó Tzuyu levantándose y saliendo de la oficina.

-Ella está celosa.

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