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Nayeon se quitó la venda de los ojos. -Tzu, levántate.- le dijo a su amiga, quien dormía con la pierna apoyada en su pecho. -¡Encontré a Jeongyeon y era su cumpleaños!

-¿Quieres estar callada?- Se quejó Tzuyu.

-Uno: esta es mi habitación, dos: son las once, tres: es el cumpleaños de Jeongyeon.

-Bien por ella. ¿Ahora me dejarás dormir?

Nayeon puso los ojos en blanco. -¿No vas a celebrar con ella?

-¿Es esto algo que hago normalmente?

-Voy a tomar un café.

-Bien, vete.

La chica bajó las escaleras y le pidió a Jihyo que le preparara un café. Se sentó con el teléfono en la mano y leyó las noticias. Increíble cómo todos hablaban del cumpleaños de esa chica como si fuera la presidenta de los Estados Unidos.

-A usted. Hoy es el cumpleaños de la señorita Jeongyeon, ¿verdad?

-Mh.

-Su madre fue a convencerla para que lo celebrara contigo.

-Como cada año. Pero Jeongyeon odia su cumpleaños.

-¿Por qué?

-Odia ser nacida, se siente una carga y cree que por eso la abandonaron.

-Pero mira dónde está ahora. No debería sentirse como una carga. Es una de las personas más influyentes de Estados Unidos.

-Jeongyeon, quiero que te levantes de la cama.- dijo Jieun abriendo las cortinas. -Por suerte tengo las llaves de tu casa. Minhyuk también sigue durmiendo. ¿Qué hicieron ayer por la noche? Salí y Nayeon y Tzuyu todavía estaban en la cama.

-Jieun, no tengo ganas-

-Ahora escúchame: este año lo celebraremos todos juntos, te guste o no.

-No me gusta.

-No estoy interesada. Richard te recogerá a las siete de la noche.

-¡Nay!- gritó Tzuyu desde arriba. -Tu madre le hizo una fiesta a Jeongyeon aquí.

-¿¡Mía madre qué!? ¿Cuándo pensaba decírmelo? ¿Cuando?

-Esta tarde a las nueve. Me acaba de enviar la invitación.- dijo la latina bajando las escaleras. -Creo que a ella no le gustará.

-Pienso lo mismo. ¿Pero por qué siempre tiene que interferir en los asuntos de otras personas? Ni siquiera sé qué regalarle. Normalmente no le doy nada porque mi madre se encarga de ello. Pero no puedo dar esa impresión delante de tanta gente.

-Yo tampoco sé qué regalarle y soy su hermana. Ella ya lo tiene todo, ¿qué le puedo regalar?

-Podría regalarle un auto pero ya recuerdo lo que pasó la última vez. Tzu, vístete, vamos de compras. También necesito un vestido para esta noche.

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-Gracias Sana por este vestido.

-Por supuesto, en cuanto recibí la invitación también me sorprendí.-confesó la chica. -¿Jeongyeon lo sabe?

-No lo creo.- respondió su prima.

-¿Qué le damos?- preguntó la otro.

-Buena pregunta.- dijo Tzuyu.
-Espera... Tengo una idea para el mío.

-Yo te acompaño.- le dijo Sana.

-¿Y yo? ¡Al menos dame una idea, Tzu! Te odio.

La chica se quedó sola en la tienda de Sana pensando. Tenía que haber algo, además de las chicas, que le gustara a Jeongyeon. No le gustaba la ropa ni las joyas, ni siquiera el maquillaje, era más bien una persona a la que le gustaba beber. ¿Podría alguna vez darle el alcohol más caro que pudiera encontrar?

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-¡Felicidades Jeongyeon!- exclamó la señora Nathan.

-Muchas gracias.- Cuando se alejó, miró a la mujer que estaba a su lado. -Esto no era lo que tenía en mente.-dijo Jeongyeon mirando malo a Jieun.

-¿Has visto a Nayeon y Tzuyu?- preguntó la mujer cambiando de tema.

-No tengo idea de dónde están. Probablemente tu hija ni siquiera vendrá.

-¡Jeong! ¡Intenta divertirte! Estas son personas que te admiran y te han dejado regalos.- le dijo Minhyuk pasando su brazo por sus hombros.

-Estas son personas que quieren agradarme.

-Pero de todos modos son regalos.

-Perdón por la demora.- dijo Tzuyu mientras entraba con Nayeon y Sana.

-Lindo vestido. ¿La fiesta es tuya?Puedes tomarla.- le comentó Jeongyeon a Nayeon.

-Es un vestido muy normal.

-Rojo sirena. Típico de aquellas que no quieren llamar la atención.

-¿James está aquí?

-No. A los sirvientes no se les permite estar aquí.

-¿O no se les permite poner un pie en la casa Im?- le susurró Minhyuk.

-¡Jeongyeon, ven aquí!- la llamó un chico.

Las chicas fueron a poner sus regalos sobre la mesa. Y por chicas me refiero a Tzuyu y Sana, porque Nayeon tenía las manos vacías. Egoísta y egocéntrica así la llamaba su madre.

-Pronto será mi cumpleaños.-comenzó Minhyuk.

-Bien por ti.- dijo Tzuyu ignorándolo por completo. -Sana, ¿vamos a bailar?

-¿Seguro, por qué no?

-Y así seremos solo tú y yo otra vez.-dijo Minhyuk.

-¿Vamos a bailar también? Como mejores amigos, seamos claros.

-Sí, ¿cuántos mejores amigos bailan lento juntos?

-No hagas las cosas incómodas.

Nayeon rodeó el cuello de Minhyuk con sus brazos y los dos comenzaron a moverse lentamente al ritmo de la música.

-¿Qué le diste a Jeong?

-Nada, no sabía qué darle. ¿Tú?

-No me juzgues... Un cigarro.

-Minhyuk...

-¡Mejor que tu nada!

Se dieron vuelta bailando un poco y notó la mirada de Jeongyeon fija en ellos. Nayeon y Jeongyeon se miraron fijamente durante unos segundos, luego la cumpleañera volvió a mirar a las personas con las que estaba hablando.

-Me temo que no es "nada"...- susurró Nayeon.

-¿No le diste "nada"?

-Min... Sabes de lo que hablo.

Tengo que despertarme en 3 horas pero estoy aquí para actualizar :)

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