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-Es raro... Ya debería haber estado aquí.- le dijo Nayeon a Minhyuk, quien se había presentado diciéndole que quería mostrarle su apoyo para sus futuras relaciones.

-Estamos en la ciudad de Nueva York, habrá encontrado tráfico.

-Probable. Esperaré diez minutos, después lo llamaré.

-Tienes razón. Sin embargo, te ves bonita así.- El comentario de Minhyuk fue genuino, desde el punto de vista de un amigo. No podría decir hermano porque después de estar juntos los dos son incapaces de definirse como tales.

-Gracias. ¿Cómo te va con las chicas?

-Aún nadie es capaz de sentirse al mismo nivel que yo.- bromeó Minhyuk. -Entonces... Primero D.O., ahora James...

-Con D.O. salió mal, sólo quiero intentarlo con James. Es un buen tipo pero todavía no siento nada por él.

-Con calma. Ya sabes... Pasaste de tener un solo novio a salir con dos en tan poco tiempo. Y luego... La cosa de... Marylin. No quisiera que te encuentres sufriendo o haciendo esto para no sentirte sola. Sabes, tienes treinta años y... Sólo quiero lo mejor para ti.

Nayeon asintió. -Entiendo tus preocupaciones y mentiría si te dijera que no las comparto. Pero soy de la opinión de que sin intentarlo no podemos saber si una persona es la justa o no. No puedo esperar y de repente me despierto con la idea de que debería salir con James si no lo conozco primero.

-Sí, seguro. Sólo ten cuidado, ¿vale?

-Lo llamaré ahora.- dijo levantándose. -¿James? Ah, okey. Hasta luego.- Se recostó en el sofá.- Dijo que estará allí en cinco minutos.

Minhyuk estaba obviamente confundido. Jeongyeon debería haberlo detenido. -Bien. Estoy feliz por ti.

El chico no sabía qué hacer. Quería la felicidad de Nayeon y no le gustaba que Jieun decidiera con quién debía salir, por lo que ignoró por completo el mensaje de Jeongyeon, quien le pidió que detuviera a Nayeon.

Esto fue lo que llevó a Jieun a organizar de inmediato el encuentro con ese diseñador francés del que tanto había hablado. El chico en cuestión apareció una semana después. Tenía cuarenta años, diez más que Nayeon.

-Buenos días Dylan.- lo saludó emocionada Jieun quitándose las gafas en el aeropuerto.

-Buenos días Jieun. ¿Su hija?

-Ella aún no sabe que vienes. Ve a nuestra casa después de instalarte en el apartamento que me regaló Tzuyu, su mejor amiga.

-Sí, de buena gana. Si su hija es hermosa en las fotos, no lo puedo imaginar en la realidad.

-Oh sí. Ella es maravillosa.

-Si ella salió como usted, definitivamente.

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Nayeon y James sólo se habían visto esa vez. El chico había encontrado las llantas del auto pinchadas y sabía muy bien quién lo había hecho pero al no tener pruebas no pudo denunciarla, por lo que decidió no volver a presentarse. Ya estaba harto de Jeongyeon Yoo, y, si esa mujer quería que Nayeon estuviera sola, no haría nada para detenerla.

-¿Por qué estás aquí?- preguntó Tzuyu por sexta vez a Jeongyeon, quien se encontraba disfrutando de una copa de champagne. -Verás hermanita, Jieun no te invitó a una cena común y corriente, así como el departamento que le prestaste no es para una persona común y corriente.

-Lo sé, es para un estilista.

-Sí, y ese estilista pronto se convertirá en el yerno de Jieun.

-¿Y Nayeon lo sabe?- preguntó la latina cruzando los brazos sobre el pecho.

-Lo descubrirá esta noche. Por supuesto, Jieun ciertamente no la obligará a estar con él, pero eso es lo que ella querría.

-¿Y por qué sabes esto?

-Porque ayudé a Jieun.

-¿Y qué sacarías de esto?- preguntó la hermana con una ceja levantada.

-¿Ver a Nayeon obligada a tener un matrimonio infeliz?

-O tal vez perdidamente enamorada. O tal vez no se casen.

Jeongyeon tomó un sorbo de champán. -Seguirá siendo un placer encontrar a Dylan. Somos amigos desde hace años.

-¿Dylan? ¿Por qué no lo conozco?

-Nos reunimos en eventos privados.

-Ah.

Pasaron más tiempo hablando de otras cosas, cuando Jieun abrió la puerta y entró con el estilista y la modelo.

-Dylan, hombre.- dijo Jeongyeon acercándose a él. -¿Cómo estás?

-Jeongyeon... Cuanto tiempo... Te encuentro muy bien. ¿Y quién es la chica detrás de ti?

-Mi hermana, Tzuyu.

-Tzuyu... Qué placer conocerte. Eres la chica que alquiló mi apartamento. Mil gracias.

-Ningún problema.

-Nayeon llegará pronto.- anunció Jieun. -Por favor siéntate en el sofá mientras la esperamos y luego podremos sentarnos en la mesa.

Jieun fue a comprobar qué estaba haciendo Jihyo, mientras los tres se sentaban en el sofá. Jeongyeon y el chico hablaron un poco sobre algunos conocidos mutuos hasta que se abrió la puerta. Nayeon se sorprendió al ver a las hermanas Yoo en su sofá pero más aún al ver esa cara poco conocida.

-¡Nayeon!- exclamó Jieun saliendo de la cocina.

-Mamá, no sabía que teníamos invitados.

Dylan se levantó y se acercó a ella, besándole la mano. -Encantado de conocerte, Dylan Aubert. Debes ser la hermosa hija de Jieun. Me habló mucho de ti, sentí curiosidad y decidí venir a conocerte.

Nayeon estaba confundida: ¿por qué un hombre mucho mayor que ella le besaba la mano y fue a encontrarla? Miró a su madre.

-Sentémonos. Jihyo llegará pronto con la comida.- dijo Jieun sonriéndole al hombre.

Tzuyu ya sabía que su mejor amiga no estaba de acuerdo, así que decidió sentarse a su lado. Aquella fue una larga cena en la que Dylan no hizo más que hablar de sí mismo. Finalmente le pidió en privado a Nayeon que fuera a cenar con él. La chica aceptó sólo porque entendió que él era amigo de Jeongyeon y que estaba en buenos términos con su madre.

-¡Mamá!- gritó apenas el hombre se fue.

-Cariño, es una buena pareja. Es lo que siempre has soñado. ¿No recuerdas? Casarte con una modelo.

-Mamá, tenía quince años cuando dije estas cosas.

-Agradece a tu madre que encontró a alguien dispuesto a estar contigo.- le dijo Jeongyeon. -Y entonces tiene razón, siempre ha sido tu sueño casarte con un modelo, ¿no?

Al final decidí agregar capítulos
Espero que no sea un problema para vosotros y no os aburráis<3
porque conozco la sensación de querer terminar leer un libro largo pero ya no te atrapa como al principio

Business women |2YEON|ESPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora