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Después de coquetar, Jeongyeon y la misteriosa chica fueron a uno de los hoteles de la primera. Allí no habían perdido el tiempo y de inmediato la ropa había volado quién sabe adónde en esa habitación y sus cuerpos habían comenzado a chocar como los polos opuestos de dos imanes, porque al fin y al cabo en realidad eran dos polos opuestos.

Las fuertes manos de Jeongyeon agarraron con fuerza las piernas de la chica debajo de ella, y ella nunca se rendiría, nunca suplicaría. La que se creía la mayor disfrutaba jugando con ella, volviéndola loca, pero la otra también estaba llena de sorpresas. Todo lo que necesitó fue un movimiento rápido y fue el pelirrosa quien estaba arriba. Sus respiraciones se mezclaron laboriosas pero no cansadas. La chica comenzó a jugar con el órgano masculino de la chica debajo de ella, esa parte que aún no había cambiado y tal vez ya ni siquiera quería hacerlo.

-Entonces... Bebé, te gusta jugar, ¿eh?

-¿A ti no, jefe?

-Me encanta cuando me llamas jefe.- le susurró al oído. -Pero no estamos aquí para jugar.

-¿Oh, no?

-Tenemos que cerrar un trato. Y para ello es necesario que mi amiguito se reúna con la cosa que tiene entre las piernas.

No, el romance ciertamente no es su fuerte, pero al menos tenía diplomacia.

-Si lo quieres, pídelo.- le susurró la chica de arriba.

-Lo quieres tanto como yo.

-No es exactamente así.

-¿Oh, no?

Era hora. Prácticamente le había dado la oportunidad en bandeja de plata. La chica miró a los ojos de la otra. Miró esa mirada llena de lujuria por última vez y luego decidió tener una última relación sexual, una última vez. A partir del día siguiente todo cambiaría. A partir del día siguiente se concentraría por completo en D.O. Cerró los ojos y contuvo las lágrimas. Se debían a demasiada excitación, no había otra explicación. Estaba feliz de que todo había vuelto al fin. Sin embargo, no lo parecía. Tal vez Nayeon lo era, pero Algodón del Azúcar no mucho. Después de todo, cuando usaba la peluca era como si fuera otra persona, pero eran la misma persona. Pero, ¿cómo explicar que Nayeon odia a Jeongyeon pero que "Marylin" no puede evitarla? Ella había sido víctima de esa chica con los ojos brillantes. Era su carisma lo que lo hacía todo. Sacudió la cabeza y salió de sus pensamientos cuando sintió que Jeongyeon sacó su órgano y soltó un grito.

Se acostó junto a ella. -Esto fue un adiós.- susurró.

Jeongyeon se volvió hacia ella. Las luces estaban apagadas, como siempre, y Nayeon todavía usaba la máscara. -¿Te vad?

-No, me quedo aquí pero... No nos volveremos a ver.

-Mh. Bien.

-Eres interesante, sí, pero hay algo mejor.

-Y sin embargo siempre volviste a mí.

Nayeon se mordió el labio inferior. -La verdad es que me aburro siempre jugando con la misma presa. Necesito algo nuevo.

Jeongyeon dejó escapar una risa nasal. -Sabes dónde está la puerta.

-Adiós Jeongyeon.

-Sí, adiós.

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En ese fuego frente a ella ardía la peluca rosa, los lentes de contacto azul claro, la máscara negra, las medias de red y muchos recuerdos y pensamientos confusos. Nayeon lo observó hasta que se desvaneció y finalmente se fue a dormir.

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-¡Nayeon!- gritó Tzuyu abriendo la puerta de su habitación.

Habían pasado tres días desde que todo terminó y ese domingo la directora ejecutiva pretendía descansar pero su mejor amiga tenía otros planes. La chica se quitó el antifaz.

-Buen día.

-Escuché una conversación entre Jeongyeon y su idiota mejor amigo.

-Que sería el mío también.

La latina se sentó en la cama. -Estaban hablando de Marilyn. Jeong parece estar molesta y... Lo siento un poco.

-Es Jeongyeon, verás que pasará.

-Ha estado yendo a dormir a casa durante tres días.

-¡Vaya! Será una coincidencia.

-Quería darle una lección, no destruir a mi hermana.

-Definitivamente estás exagerando.¿Por qué no hablamos con Minhyuk al respecto?

Tzuyu puso los ojos en blanco. -Ya tengo que verlo en mi casa...

-Lo llamo y luego me visto.

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-Chicas, ¿por qué tanta prisa?- preguntó Minhyuk genuinamente perplejo mientras se sentaba en la barra del bar de la casa Im.

-Se trata de Jeongyeon.- explicó Tzuyu. -Los escuché hablando de la chica del club y estoy preocupada.

-Aww Tzuyu tiene corazón.

-Y tú no lo tendrás más si no cierras la boca.

Minhyuk se aclaró la garganta. -Bien... Conoció a esta chica en su club hace un par de semanas y comenzaron a verse seguido, terminando en la cama cada vez que se encontraban. Hace tres días atrapé a Jeongyeon usando su colonia favorita.- Se rió entre dientes. -¿Desde cuando lo hace por una chica? Por lo general, las tira de inmediato.

-Hasta a mi me sorprendió que durara más de una semana.- dijo Tzuyu y Nayeon estaba tan sorprendida como los dos.

Originalmente, el plan era romper los lazos después de tres encuentros, pero las cosas se habían salido un poco de control. Para mayor claridad, porque eso habría sido más impactante, no porque Nayeon quisiera seguir viendo a su enemiga.

-Anteayer, sin embargo, me explicó que... ¡Ah! Prometí no contarlo.

Nayeon puso los ojos en blanco. -¿Qué? ¿Una chica la rechazó?

-Exacto. Tú lo dijiste, no yo. ¡Soy un buen amigo! Y ella era bastante rara, así que me tomó un tiempo sacárselo de encima y ayer, después de unos tragos, admitió que, aunque ni siquiera sabía su nombre o cómo se veía, porque llevaba una máscara, estaba empezando a acostumbrarse a ella. Le pregunté qué significaba eso y me dijo que no sabía. Después de un par de copas me confesó que era algo raro pero que, por alguna extraña razón, esa chica la intrigaba y esperaba la noche solo para verla.

Tzuyu tragó su saliva. -¿No será que ella estaba enamorada?

-Eso es lo que me temo. No sé quién es ella, tal vez solo es una chica que quería vengarse de Jeongyeon dada la forma en que la abandonó.

Business women |2YEON|ESPWhere stories live. Discover now