Capítulo 108: La hija adoptiva de la viuda (parte 8)

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La niñera pensó por un momento y luego dijo con una sonrisa: – ¿Cuál es el problema? Joven señora, piénselo. ¿Quién se preocupa más por la joven en casa?

La señora Wan reaccionó. – ¿Quieres decir que debería ir a buscar a la abuela?

– ¡Sí! Esa jovencita es la nieta de la Señora Anciana. Puedes hablar con la anciana sobre ella–, dijo la niñera con una sonrisa.

La Señora Wan asintió. –Así es. Qing Hua, ¿has ido al Salón Púrpura Auspicioso para ver si la abuela ha descansado? Si no, hablaré con la abuela más tarde.

Un cuarto de hora más tarde, la Señora Wan fue al Salón Púrpura Auspicioso. En ese momento, la princesa Qing Shan y sus dos nueras estaban hablando con la abuela. Cuando la princesa Qing Shan vio que la Señora Wan había llegado, se rió. – ¿Por qué A-Yao vino aquí ahora?

La princesa Qing Shan tenía una buena relación con la princesa del condado An Le. También le gustaba mucho la Señora Wan. Cuando la Señora Wan se casó con la mansión Yong An, la princesa Qing Shan fue la más feliz.

– El cuarto maestro envió una carta diciendo que ha encontrado a su prima. Ahora se dirige a la capital. En aproximadamente un mes, la abuela podrá ver a la prima–, dijo la Señora Wan con una sonrisa.

La anciana sonrió ampliamente. –Tu cuñada me ha leído la carta. Tu tía y yo estamos preparando una habitación para tu prima.

La princesa Qing Shan vio que la Señora Wan parecía tener algo en mente y dijo apresuradamente: –Siempre has sido razonable. Si tienes alguna buena idea, escuchémosla.

La Señora Wan se rió. –La abuela y la princesa están bien informadas, junto con la cuñada mayor y la tercera cuñada. ¿Necesito hablar más? Solo había un punto lateral. El cuarto maestro me respondió y me pidió que encontrara algunas niñeras. Creo que no es la prima quien necesita las niñeras sino su hija. No he visto a mi sobrina y no conozco el temperamento de mi sobrina. Pensé en venir aquí para preguntarle a la abuela qué tipo de niñera debería encontrar para mi sobrina.

La princesa Qing Shan sonrió levemente. –Si quisiera una niñera ordinaria, entonces el cuarto maestro lo habría dicho en su carta. Pero, él sólo te lo dijo. Debe haber una razón.

– Sí, la princesa tiene razón–, dijo la Señora Wan con una sonrisa.

Después de que la joven señora escuchó esto, les indicó a las sirvientas que se fueran.

La Señora Wan sacó la carta de Xiao Zhen Ting y se la dio a la anciana. La Señora Yang lo tomó y se lo leyó a la anciana. Quería revisar el contenido en caso de que hubiera algo en la carta que impactara demasiado a la anciana.

Sin embargo, incluso si no lo dijeron, la anciana lo sabía en su corazón.

Después de que la Señora Yang leyera la carta, la Señora Wan dijo: –Según la carta del cuarto maestro, mi sobrina es ambiciosa. En cuanto a la niñera...

La princesa Qing Shan tomó la carta y la miró. Esta sobrina tenía antecedentes humildes, pero era ambiciosa. Ella sería difícil de enseñar. Sin embargo, no era imposible. Todavía era joven. La princesa Qing Shan lo pensó y dijo: –A-Yao, ¿qué piensas de la niñera Xu del Palacio Ning Shou? Es gentil, modesta, cautelosa y tiene buenos modales.

Aunque le estaba preguntando a la Señora Wan, en realidad le estaba explicando cosas a la anciana.

La anciana reflexionó un rato. –Pero, ¿la niñera Xu no está cuidando a la emperatriz viuda?

– Sí–. La princesa Qing Shan asintió.

– Bien–. La anciana asintió y luego suspiró. –Esa niña ha tenido una vida dura. Si algo sucede en el futuro, deberías enseñarle más. Por mi bien, no te preocupes demasiado por ella.

Llámame la Madre de la Transmigración RápidaWhere stories live. Discover now