Capítulo 29 - Mi Hijo es un Hombre Fénix (parte 9)

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Jiang Shan llevó a Li Su de vuelta después de que Wei Yue'er y sus padres subieran al auto.

En el camino, Li Su le advirtió repetidamente. –Niño Shan, nuestra familia es honesta. Durante el embarazo de Yue'er, no puedes tener aventuras extrañas. Si te atreves a hacerle algo a la pobre Yue'er, tendrás que tratar conmigo.

Jiang Shan sonrió con desaprobación. –Mamá, no te preocupes. ¡Yue'er está embarazada de mi hijo!

–Qué hijo. No tienes permitido decir eso frente a Yue'er. Ya sea un hijo o una hija, será tu hijo. Nuestra familia no favorece a los hijos sobre las hijas–, dijo Li Su.

–Mamá, no dijiste eso antes. Solías decirme que querías que te diera un nieto gordo para que pudiera ser digno de los antepasados de la familia Jiang–, dijo Jiang Shan en broma.

– ¿Es posible que una nieta no sea parte de la familia Jiang? Antes yo pensaba que el hijo era el pilar de la familia cuando estaba en el campo. Pero ahora, a la gente de la ciudad le gustan sus hijas. Además, mamá no entendía nada en ese momento. Ahora, sé mucho. ¡Todo está en la televisión!–. dijo Li Su. –Los niños y las niñas son iguales. Si Yue'er me da una nieta dulce, sería bueno. Puedo comprarle muchos vestidos y zapatos hermosos. ¡Puedo atar su cabello con lindas trenzas!

Jiang Shan sonrió ante ese pensamiento. –Mamá tiene razón.

–Tienes que cuidar bien a Yue'er durante su embarazo. ¡No la hagas enojar y no la intimides! ¿Me escuchas?– Li Su le advirtió de nuevo.

–No te preocupes, mamá. Lo sé–, dijo Jiang Shan con una sonrisa.

Después de que regresaron, la Madre Wei habló con Wei Yue'er adentro mientras Wei Ding Shan fumaba en el balcón. Jiang Shan dejó las llaves del auto y se acercó. –Papá.

Se sorprendió al ver que los ojos de Wei Ding Shan estaban rojos. Jiang Shan no sabía qué hacer. –Papá, ¿qué pasa?

Wei Ding Shan se frotó los ojos. –No es nada. Estaba pensando en Yue'er cuando era más joven y me conmovió.

Jiang Shan sonrió al comprender. –Papá, tú y mamá pueden estar tranquilos. Cuidaré bien de Yue'er.

Wei Ding Shan sonrió. –Jiang Shan, cuando seas padre, entenderás cómo me siento. Solo tengo una hija, Yue'er. Tarde o temprano, todo lo que tengo le pertenecerá a ella y será tuyo. Solo espero que puedas tratarla bien y no ponerla triste o decepcionada.

Esta fue la primera vez que Jiang Shan escuchó a Wei Ding Shan hablar con tanta sinceridad, por lo que estaba un poco conmovido. Entendió lo que quería decir Wei Ding Shan, por lo que respondió con seriedad: –Papá, sé lo que quieres decir. No te preocupes. Cuidaré bien de Yue'er y no haré nada para dañarla. ¡Sólo mira!

Wei Ding Shan simplemente sonrió. –En nuestra posición, hay muchas tentaciones en el mundo. No intentes negarlo. Somos hombres y somos personas. Es solo que debes tener en cuenta que está bien actuar ante los demás, pero no hagas un espectáculo falso completo o te arrepentirás tarde o temprano.

Jiang Shan no estuvo de acuerdo con las palabras de Wei Ding Shan en su corazón. Conoce algunos de los asuntos de Wei Ding Shan, pero es diferente de Wei Ding Shan. Sin embargo, incluso si no está de acuerdo, no puede contradecirlo. –Papá, no te preocupes. Mi madre me ha dicho muchas veces que debo cuidar a Yue'er. ¡Dijo que si me atrevo a intimidar a Yue'er, me romperá la pierna!

Wei Ding Shan sonrió. –Yo también admiro a la suegra. Ella es una persona sabia. ¡Tenerla como madre es tu bendición, Jiang Shan!

–Mi madre siempre dijo que tengo la buena fortuna de poder casarme con Yue'er–, dijo Jiang Shan con una sonrisa.

Llámame la Madre de la Transmigración RápidaWhere stories live. Discover now