Capítulo 30 - Mi Hijo es un Hombre Fénix (parte 10)

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Jiang Shan frunció el ceño. Solo Wei Ding Shan tenía derecho a despedir a Mei Li directamente. Pensó que Wei Ding Shan había ido demasiado lejos. Él y Mei Li se habían separado, ¡así que no había necesidad de llegar a tales extremos!

Mei Li notó que Jiang Shan temblaba ligeramente, por lo que lloró más lastimosamente. –Jiang Shan, realmente no te mentí. Mis padres me buscan por todas partes. no puedo volver. No puedo dejar que me encuentren, de lo contrario realmente me venderán por el dinero de los esponsales de mi hermano. No quiero ser como mis hermanas, así que solo puedo evitarlas. Jiang Shan, por favor ayúdame. Para conseguir este trabajo, lo dejé todo. Mi alquiler casi ha terminado. No tengo nada ahora. ¡Ayúdame! ¡Ayúdame!– Mei Li dejó de llorar y fue extremadamente lamentable.

El corazón de Jiang Shan se suavizó. Aunque Mei Li le mintió, era excusable. Además, solían estar enamorados. Ahora era perfectamente feliz con su familia. Si Mei Li también fuera feliz, entonces tal vez puedan vivir bien. Pero, Mei Li no estaba bien ahora.

Jiang Shan sintió que debía ayudar a Mei Li.

–Levántate primero, luego puedo ayudarte–, dijo Jiang Shan.

Mei Li inmediatamente miró a Jiang Shan con esperanza en sus ojos.

Jiang Shan lo pensó en silencio. Tenía alrededor de 70000 a 80000 en el banco y un salario mensual de 15000. Pero no tenía mucho efectivo libre. En primer lugar, era responsable de su hogar. Incluso si la casa pertenecía a la familia Wei, todavía tenía que hacer su parte. Si la familia Wei tuviera que pagar los gastos del hogar, sería demasiado inútil. En segundo lugar, le prometió a su madre que la ayudaría a comprar una casa con su propio dinero. No podía romper esta promesa o decepcionarla. Tercero, Yue'er estaba embarazada y ahora había 2 señoras más. Aunque la suegra dijo que pagaría el salario de las señoras, él no podía dejarla. También estaban los próximos costos de nutrición para Yue'er y el bebé, leche en polvo, pañales y más. Era muy caro

Jiang Shan lo pensó por un momento. –Te daré cinco mil yuanes primero para pagar el alquiler. Entonces, usted puede encontrar un trabajo. Si eso no es suficiente dinero, házmelo saber.

Mei Li estaba un poco decepcionada. ¿Es esto lo que quiso decir con ayuda? Pero, Mei Li sabía que no podía impacientarse. Solo podía atrapar el pez grande sacando una línea larga. Deliberadamente bajó la cabeza y se secó las lágrimas. –No hay necesidad. Fue solo un momento de ansiedad. No te lo tomes a pecho. Sé que no es fácil para ti. Tu esposa está embarazada ahora, así que no nos volvamos a ver, no sea que tu esposa se entere y te trate mal.

El ceño fruncido de Jiang Shan se profundizó.

–Tch, si eres tan sensata y sabes que conocer a mi hijo no es bueno, ¡entonces no deberías haber venido a la familia Wei!– Li Su salió de detrás de la esquina.

–¡Mamá! ¿Por qué estás aquí?– Preguntó Jiang Shan, sorprendido.

–Ve. ¡Me ocuparé de ti más tarde!– Li Su le dio a Jiang Shan una mirada feroz. Luego se acercó a Mei Li y la miró de arriba abajo. Ella se burló, luego abofeteó a Mei Li.

Mei Li fue tomada por sorpresa. Estaba sorprendida y enojada, y se cubrió la cara. Sus ojos se abrieron. –¡¿Estas loca?!– ¿Por qué esta vieja bruja era tan fuerte?

Jiang Shan también se sorprendió por la acción repentina de Li Su. Sin embargo, después de escuchar las palabras de Mei Li, se sintió disgustado. –¡Mei Li, cuida tus palabras!

Mei Li estaba secretamente molesta. ¿Cómo podría fallar de nuevo? Maldita sea, ¿por qué cada vez que veía a esta vieja bruja, no podía evitarlo? ¡Ella sabía cuánto valoraba Jiang Shan a su madre! No sabía si había ofendido de alguna manera a esta vieja bruja. ¡Cada vez que se encontraban, nunca era bueno! ¡Fue realmente extraño!

Llámame la Madre de la Transmigración RápidaWhere stories live. Discover now