Llámame la Madre de la Transmigración Rápida

Capítulo 14 - Rescatando a los de Corazón Negro (parte 14)

–Eres amiga de Tian Tian. Debes saber que con su orgullo y autoestima, no siempre aceptará tu ayuda. Es por eso que se me ocurrió este compromiso–. Olvídese de un apartamento de 60 metros cuadrados, ¡incluso estaba dispuesto a darle una villa en Mo Du!

Bai Qing Qing se mordió el labio. Sabía que lo que decía Jiang Rui Qi era cierto. –Me olvidaré de eso esta vez. Pero no debes mentirle la próxima vez. Sé que lo haces por Tian Tian, pero debes saber sobre su orgullo. Si se entera de que le estás mintiendo, se pondrá muy triste. Mentir es mentir, incluso si lo haces por su propio bien. Eres tan farisaico. Ya no seas así. Además, incluso si quieres mentir para hacer algo bueno, no dejes que Tian Tian se entere. Como mínimo, alguien debe vivir en el departamento y todo debe ser contabilizado.

Jiang Rui Qi miró a Bai Qing Qing y no dijo nada.

Chen Tian Tian salió del banco, feliz. Ella notó que algo andaba mal con la atmósfera. Ella los miró vacilante. –¿Qué ocurre?

Bai Qing Qing miró hacia otro lado. –No es nada. ¿Ya terminaste?

–Sí. ¡Qing Qing, mira esta libreta!– Chen Tian Tian dijo emocionada. –¡Esto es genial! No esperaba que las cosas salieran tan bien. ¡Me preocupaba que el lugar no fuera alquilado!

–Jeje, eso es porque la gente buena es recompensada. Tian Tian, ya que eres una buena persona, Dios no puede soportar decepcionarte–, dijo Bai Qing Qing con una sonrisa.

Chen Tian Tian se rió entre dientes. –¿En realidad?

–¡En realidad!– Bai Qing Qing dijo con una sonrisa.

Las dos se rieron.

Liu Zi Chao estiró su brazo y golpeó a Jiang Rui Qi. Jiang Rui Qi lo miró sin comprender. Liu Zi Chao susurró: –Tienes que recordar lo que dijo mi Qing Qing. Dese prisa. No hay garantía de que tu Tian Tian no quiera ir allí al azar y echar un vistazo.

Originalmente, Jiang Rui Qi estaba un poco preocupado, pero después de que Liu Zi Chao la llamara 'tu Tian Tian', se sintió mucho mejor. 'Mi Tian Tian...' Le gustó.

Li Su regresó y no le dijo a nadie. Cuando llegó, vio a Bai Yun Shan y Wang Fang hurgando en los gabinetes de su habitación.

Li Su los miró entrecerrando los ojos. Como ella no lo golpeó durante unos días, tuvo la audacia de hacer tal cosa.

Dejó su equipaje y miró alrededor de la habitación. Cogió una vara y golpeó la espalda de Bai Yun Shan.

Bai Yun Shan gimió y se volvió para ver a Li Su. Estaba asustado. –Tú, tú... ¿por qué estás de vuelta?

Wang Fang también estaba pálido. La ropa que sostenía en sus manos se había caído al suelo. –Mamá... Mamá... ¿Por qué volviste tan de repente?

–Si no volviera de repente, ¿cómo podría ver un espectáculo tan bueno?

Wang Fang estaba asustada y Bai Yun Shan aprovechó la oportunidad para correr.

–Dime, ¿por qué estás hurgando en los cajones?– Li Su se sentó y bebió de una taza de agua.

Bai Yun Shan no se atrevió a hablar y presionó a Wang Fang para que lo hiciera. Wang Fang también tenía miedo y todavía temblaba. –Mamá, no me malinterpretes. Es como esto. Yun Shan se reunió con sus amigos hace unos días y conversaron sobre un negocio rentable. Si Ru tiene una buena relación con Yun Shan, por lo que quería que invirtieran juntos. Yun Shan pensó que era una buena idea y quería invertir algo de dinero.

–¿Qué tipo de negocio gana dinero sin perder dinero? ¿Existe tal cosa? Escuchémoslo–, dijo Li Su con una mueca.

–No sé los detalles. Solo escuché que el interés mensual es muy alto y debe pagarse a tiempo todos los meses. Lo tomas sobre la marcha sin restricciones. Lo discutí con Yun Shan y pensé que era razonable, pero su amigo nos estaba apurando. Teníamos miedo de que no hubiera otra oportunidad en este pueblo. Dado que esto sucedió cuando no estabas cerca, solo ... –, dijo Wang Fang en voz baja.