As de Corazones

Capítulo 59

Capítulo 59 | "Oscuridad"

Maratón 4/6

Madison Blackwolf

Los hombres de mi padre no dejan de disparar en nuestra dirección, cada vez se vuelve más difícil contrarrestar los disparos y ya casi no nos queda munición.

— Solo tengo tres balas — se lamenta Yulia.

— Yo solo tengo dos — bufo frustrada.

El piso a mis pies retumba con fuerza mientras me lanza al suelo, un pitido se escucha en mis oídos mientras trato de ubicarme de nuevo, mis ojos no logran enfocar en su totalidad y una mano se enrosca en mi cuello levantándome del suelo con fuerza.

Ha habido una explosión.

El rostro de Egor comienza a ser más nítido en mi campo de visión y sus gritos comienzan a resonar en mis oídos mientras me sacude con fuerza cortándome el aire con su mano envuelta en mi cuello.

— ¡Todo lo arruinaste, me quitaste todo! — se queja en ruso.

— ¡Yo no hice nada!

— Ya no tengo nada por culpa tuya — gruñe furioso, por el rabillo del ojo veo como dos de sus hombres están de pie frente a las escaleras, al igual que Yulia comienza a incorporarse lentamente tratando de no alertar a nadie — ¡Debí matarte como lo hice con tu madre!

Yulia empuña el arma y se deshace de los dos hombres de pie frente a la escalera, la conmoción del momento me da el tiempo suficiente de empujar a mi padre, pero la mano en mi cuello hace que caiga con él por las escaleras.

Pierdo mi arma que cae por la barandilla y se pierde pisos abajo, mis músculos y extremidades duelen cuando continúo cayendo, hasta que acabamos unos escalones abajo.

No pierdo el tiempo incorporándome y pateo el rostro de Egor cuando intenta tomarme por uno de mis pies, Yulia me lanza su arma, aunque sólo tiene una bala, mientras intenta que Frank vuelva a cobrar el conocimiento, trato de girar y propinarle un disparo a mi padre, pero apenas logro agacharme cuando dos hombres más salen tras él.

Volteo y logro dispararle a uno de ellos mientras el otro se encarga de cubrir a mi padre.

— ¡No saldrás de aquí viva!

— ¡Tú tampoco!

El humo comienza a invadir el lugar y mis ojos comienzan a arder, Yulia me hace señales y logro subir de nuevo las escaleras.

Estamos jodidas, no tenemos armas.

— Vamos Frank, arriba — palmeo un poco su rostro y finalmente consigue reaccionar.

— Vete de aquí, barbie — tose un poco.

— No es una opción.

Yulia me ayuda a movilizar a Frank hasta una de las columnas, ahí nos ocultamos, el humo invadiendo el espacio ayudándonos a ocultarnos.

— Subirán de nuevo, es cuestión de tiempo — le susurro a Yulia — Nos ocultaremos aquí y apenas crucen los inmovilizamos.

— Somos nosotras dos contra ellos, no sabemos cuántos son — refuta Yulia en susurros — No podemos hacerlo, ni siquiera nos quedan balas y ellos están armados hasta los dientes.

— Tenemos el factor sorpresa de nuestro lado — refuto — No moriré antes de mi boda, Yulia, voy a casarme.

— ¿Realmente eso es lo que te preocupa? — se indigna.