Capítulo 27

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Capítulo 27 | "Historia Blackwolf, Parte II"

Kace Blackwolf

***

Tenía un plan, un plan muy loco, pero un plan.

Y no funcionó.

Batallo contra los hombres que me llevan arrastrándome por el pavimento sin importar que mi piel se lastime. Escucho tras de mi las quejas de Connor y Oliver.

Nos llevan de nuevo al orfanato, acabo de cumplir doce años y sigo encerrado aquí, sólo que esta vez nos encaminamos hasta las escaleras que conducen al sótano, nunca dejan que nadie baje hasta acá, está prohibido.

No importa cuando me retuerza, no logro que nos liberen y cuando entramos al sótano y veo al tipo que es responsable de las palizas que nos dan día tras día me paralizo, porque sé que no habrá salida y que lo que sea que nos harán aquí será mucho peor.

— Creo que es hora de que me presente ante ustedes, después de todo, son los tres mocosos que no dejan de generarme problemas — sonríe cínico, sus hombres nos encadenan a una malla electrosoldada que se encuentra en el almacén — Mi nombre es Egor Morosov, ruso, y soy el dueño de este orfanato.

Eso explica su acento, Connor está a mi izquierda y Oliver a mi derecha, pies y manos atados a la malla, no hay escapatoria.

— Creo que les vendría bien una lección de por qué no deben volver a desobedecerme. — refuta — ¡Enciéndelo!

No creo saber bien a lo que se refiere hasta que mi vista enfoca a un hombre a sus espaldas con un pequeño control en sus manos, me concentro en mi alrededor viendo los cables que se entrelazan con la malla y entiendo todo cuando uno de los hombres nos lanza una cubeta de agua sucia, empapándonos completamente.

No.

El dolor llega como una ráfaga, todo duele, todo quema, todo arde. Escucho mis gritos y los de mis amigos, mis cuerdas vocales se rasgan con los gritos de dolor que abandonan mi cuerpo que se sacude con espasmos severos por la electricidad que entra y sale de él.

Creo que sólo han sido segundos, pero se han sentido como años, la malla se encuentra caliente por la electricidad y mi cabeza cae rendida hacia adelante.

Mi vista está llena de puntos negros, mi corazón duele cuando bombea, mi respiración es un desastre y todos mis músculos duelen. Estoy llorando, lo sé, siento la humedad en mi cara y escucho los sollozos de mis amigos.

La electricidad vuelve a correr por mi cuerpo que vuelve a sufrir de los terribles espasmos, creo que vomito por el dolor, no estoy seguro.

De lo único que estoy seguro es de que esto es mi culpa, de que orillé a mis amigos a esto por mi estúpido plan de escapar.

***

No he comido bien en unos días, aún llevo mi ropa llena de vomito seco de cuando nos electrocutaron, mis amigos también cargan ropa llena de vomito. Apestamos, física y mentalmente.

Al menos tienen la decencia de dejarnos ir al baño, creo que es más bien por las ganas de no querer limpiar nada o que apestemos más de lo que ya lo hacemos.

Veo como Connor y Oliver devoran sus diminutos platos de comida y luego se dividen la comida de mi plato dado que les he dicho que soy alérgico a lo que sea que hayan dado, no lo sé, sólo necesito que estén sanos, que logren salir de aquí.

Con doce años puedo decir que he conocido el infierno, tengo heridas abiertas por los cuchillos que han implementado conmigo y moretones por todo mi cuerpo, todo me duele, respirar duele. Tengo pesadillas sobre estar de nuevo en la malla electrosoldada mientras la electricidad me recorre el cuerpo.

As de CorazonesWhere stories live. Discover now