As de Corazones

Capítulo 34

Capítulo 34 | "Marco"

Kace Blackwolf

Bajo de la camioneta seguido de mis hermanos, mientras esperamos que Madison termine de recuperarse para bajar de la camioneta. Cuando finalmente se encuentra lista, baja del auto agarrando una de mis manos cuando se la extiendo.

Se coloca a mi lado completamente, su vestido rojo se ciñe a su impresionante figura, sus labios van pintados del mismo tono de rojo, sus ojos de un delineado impresionante que realza el azul de sus ojos y su cabello rubio cae en cascada por su espalda. Sus piernas se ven aún más largas a causa de los tacones que se carga y la altura de ellos hace que nuestras alturas no sean tan distintas, aunque seguimos siendo más altos que ella aún con sus zapatos altos, la abertura del vestido da un vistazo a las mismas y se ve simplemente impresionante, el color rojo destacando entre nuestros pantalones y camisas de botones negras.

Paso uno de mis brazos por su cintura mientras Oliver se coloca a su otro lado y entrelaza su brazo con el de la rubia, Connor se coloca detrás de ella, siempre cuidando su espalda y la nuestra, así es como entramos al restaurante.

Automáticamente los ojos de todos se posan en nosotros, todos analizan la presencia de Madison en la sala, sé que ha corrido el rumor de la chica que conquistó a los tres lobos, todos quieren conocerla, y la rubia no se intimida, alza el mentón desafiante ante las miradas y sus ojos se vuelven de ese azul frío que muy pocas veces le he visto, haciendo su mirada bastante más similar a la de su hermano.

De esa manera transcurre parte de la noche, presentamos a Madison con varios de los líderes influyentes en política que son parte de los carteles, grandes mafiosos que se acercan a conocer a la famosa hermana de Alek Morosov, a la mujer de los Blackwolf, hasta que finalmente nos piden que vayamos a nuestras mesas porque el show en vivo comenzará.

Tomamos asiento en una mesa redonda, los asientos son sofás compartidos y redondos con un respaldar alto negro, de tal manera que tomo asiento con Oliver a mi izquierda mientras en el otro sofá se sientan Connor y Madison, en el último sofá se sientan los tres hombres que nos informó Francisco, dos de ellos son unos de sus mejores hombres, el restante, el imbécil que no puede quitar sus ojos de Madison.

No me malentiendan, no hay nada que me llene más de orgullo que ver la guapa e imponente mujer que tengo a mi lado, porque es simplemente preciosa, no por nada le decimos muñeca, porque lo es, es una muñeca impresionante, pero una cosa es que la admiren de largo, que aprecien lo impresionante de su apariencia y luego se deslumbren con la impresionante mujer que es.

Pero este pobre hombre no ha dejado de mirarla con nada más que lujuria, sus ojos (los cuales sacaré pronto) no han dejado recorrer las curvas de mi mujer, no ha dejado de observar el escote de su pecho o la curva de su trasero, mira sus carnosos labios de manera lasciva y cada gota de sangre de mi cuerpo arde en cólera, más porque se atreve a hacerlo frente a nosotros, frente a los Blackwolf.

Se está pasando mi cargo por el culo, y no puedo permitir eso, no puedo permitir que alguien siquiera ose respirar el mismo aire que Madison y no crea que le descargaré el cargador de mi arma en la frente.

Madison ríe de algo que Connor le dice al oído y el imbécil del frente no aparta sus ojos de la rubia, los otros dos hombres en cambio tratan con todas sus fuerzas de ni siquiera conectar sus ojos con ella, saben que es un error y seguramente saben que su compañero está cavando su propia tumba.

La mano de Connor se estira despreocupadamente a lo largo del sofá pegando a Madison a su cuerpo, hago el mismo movimiento hasta sentir la mano de Connor que disimuladamente deja el control del vibrador sobre la mía, vuelvo a posición inicial mientras Connor continúa tonteando con Madison dejando besos en su barbilla, mejillas y cuello y ella ríe tratando de apartarlo alegando que arruinará su maquillaje que al castaño poco le importa.