As de Corazones

Capítulo 17

Capítulo 17 | "Morrel"

Maratón 2/3

Kace Blackwolf

El cuerpo de Mady tiembla bajo mi agarre aun cuando ya Connor ha destruido la tableta.

Me encuentro desconcertado por la manera en la que su cuerpo se aferra al mío mientras tiembla por el llanto y una sensación desagradable se acentúa en mi pecho al escuchar algo tan desgarrador, su llanto expresa pavor y miedo en la más pura de las expresiones y me encuentro odiando aún más a Egor aun cuando no sé el pasado tras la historia de Madison, no toda la historia al menos.

— Muñeca, escúchame — tomo su rostro entre mis manos limpiando sus lágrimas con mis pulgares — Necesito que me digas qué te dijo, no entendemos el idioma.

— Me encontró, Kace — llora aún más — No sé cómo lo hizo, pero sabe dónde estoy, vendrá por mí.

Llora aún más, algo extraño bulle en mi cuerpo al verla llorar, al verla sufrir, hace que todo el veneno que guardo en mi sistema quiera salir para degollar y destruir aquello que la lastimó, y no me ayuda a controlar la ira cuando sus brazos se aferran aún más a mi cuerpo y pronuncia las palabras con voz temblorosa.

— No dejes que me encuentre, por favor.

— Para encontrarte primero deberá pasar por nosotros — giro a mirar a Oliver a Connor — Iremos a ver a Morrel.

Morrel es un amigo nuestro, un médico que ha jurado lealtad a mi familia y que tiene una pequeña clínica donde revisaremos el cuerpo de la rubia.

Si Madison no tiene acceso a la tecnología y no ha salido de casa, ¿cómo pudo encontrarla?

Si estoy en lo correcto, la rubia debe tener algún dispositivo incrustado en alguna parte de su cuerpo, si no es el caso, quiere decir que alguno de mis hombres me ha traicionado y su cabeza adornará la pared de uno de mis clubes.

Connor toma a la rubia entre mis brazos mientras Oliver conduce y yo me dedico a hacer un par de llamadas a mis mejores hombres.

Ese hijo de puta conoce la ubicación de la rubia, así que sabrá de los lugares donde la hemos tenido, no podemos volver a casa, nos trasladaremos a otra de nuestras propiedades donde no hemos llevado a Madison y por lo tanto Egor no conocerá su ubicación.

Ordeno trasladar todo a la nueva ubicación, incluido a Horus, su padre ya sabrá de la ubicación de la casa de la playa y la rubia se ha encariñado con el perro, traslado y muevo a todos mis hombres, pongo a toda la maldita ciudad a trabajar para mí.

Llegamos donde Morrel, entramos con la rubia y el moreno la somete a un par de estudios.

Mis puños se cierran con furia al ver las cicatrices que decoran la espalda de Madison, en cada maldito estudio que le realiza Morrel empiezan a brillar fracturas que ha tenido anteriormente como un árbol de navidad, en su mayoría que no sanaron correctamente. La rubia no parece sorprendida por cada fractura que se muestra, sólo enfoca sus ojos en la pared mientras Morrel le explica de todas las fracturas que encuentra y siento mis puños apretarse a los lados de mi cuerpo con las imágenes que invaden mi mente al imaginar al hijo de puta de Egor golpeando su cuerpo cuando sólo era una niña.

Golpeándola justo como nos golpeaba a nosotros en ese maldito orfanato.

Me distraigo de mis pensamientos cuando la rubia suelta un chillido al ver el resultado de los rayos X que se le han realizado, hay una pequeña mancha en uno de sus brazos de la forma de una rueda. No necesitamos más indicaciones para saber de lo que se trata es de un chip de rastreo.