As de Corazones

Capítulo 32

Capítulo 32 | "Baile erótico"

Oliver Blackwolf

Una música lenta y erótica invade la sala de reuniones en la que estamos en este momento mientras las luces bajan su tonalidad hasta ser bastante tenues.

Connor tras la barra deja de servir el vodka en nuestros vasos y Kace se voltea quejándose sobre qué mierda está sucediendo hasta que se calla abruptamente.

Los ojos de Connor se abren desmesurados y volteo a ver qué es lo que ha dejado sin respiración a mis hermanos, y es cuando la veo.

Joder.

Joder.

Joder, joder, joder.

Madison camina hacia el pequeño escenario que hay en el centro del salón contoneando sus caderas mientras su cuerpo se encuentra envuelto en una impresionante lencería negra que resalta la palidez de su piel. Sus peños se ven increíbles, la lencería resalta cada una de sus preciosas curvas y me encuentro embobado ante la imagen de la rubia.

Alza la vista con sus impresionantes ojos azules cargados de algún maquillaje que sólo hace que brillen más y sonríe de una manera tan tentadora y erótica con un labial rojo en sus labios que hace que el espacio en mi pantalón empiece a hacerse cada vez más escaso.

Y es cuando empieza a bailar que sé que he perdido, estoy perdido ante ella, me tiene envuelto en sus malditas manos.

Kace maldice mientras se termina el vodka en su vaso de un trago y Connor aprieta la madera de la encimera del bar entre sus manos y exhala hondo cuando la rubia toma el tubo entre sus manos y empieza a bailar de manera apasionante.

Sus caderas se mueven al compás de la música mientras sube en el tubo y hace una presentación digna de una bailarina profesional, domina el escenario y se apropia del mismo.

Su culo envuelto en esa pequeña tanga me tiene sin poder apartar la vista mientras me envuelve y me atrapa en esta burbuja donde sólo vivo, respiro, veo y aspiro su presencia. La rubia es una droga letal, es el más poderoso de los venenos y el más fuerte de los vicios. Me tiene envuelto en su dedo, rondando a su alrededor como una polilla a la luz.

Soy tan suyo como ella es mía.

Nuestra.

La canción ya va finalizando cuando Kace toma haciendo en uno de los sofás individuales frente al escenario y la rubia no pierde oportunidad en aprovecharse de la situación, se agacha de tal manera que a Connor y a mí nos da un plano increíble de su culo envuelto en esa diminuta ropa interior mientras se saca los tacones y avanza por las pequeñas escaleras hasta que baja del escenario y no pierde el tiempo subiéndose a horcadas sobre el cuerpo de Kace mientras continúa con el movimiento de sus caderas que se restriegan con descaro sobre su polla.

Kace intenta tocarla, intenta posar sus manos sobre sus caderas, pero la muñeca ágilmente toma sus manos y las coloca en los posa brazos del pequeño sofá siendo retenidas por las suyas mientras continúa sus movimientos.

Y el pelinegro la deja, la deja tener el control momentáneamente aun cuando no le supondría ningún esfuerzo salir del agarre de la rubia, Connor me hace una seña que entiendo rápidamente así que nos acercamos al cuerpo de la rubia justo a su espalda, está rodeada, no tiene escapatoria.

Un pequeño gemido escapa de sus labios por el roce que se genera sobre la entrepierna de Kace y ese es el límite, es lo que desborda la llama, lo que rompe nuestro escaso control cuando Connor toma su cabello en un puño y tira de su cabeza hacia atrás haciendo que la rubia arquee la espalda, Kace se suelta de su agarre y coloca las manos en sus nalgas y yo envuelvo una de mis manos en su cuello y aprieto ligeramente.