Capítulo 58

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Capítulo 58 | "Muro de fuego"

Maratón 3/6

Kace Blackwolf

La ira bulle en mi sistema cuando ingresa la llamada a mi teléfono sobre la situación actual, están atacando el salón que Madison fue a visitar esta mañana, salón donde aún se encuentra en este momento.

Ladro órdenes en el teléfono al igual que mis hermanos mientras acelero la camioneta con el propósito de llegar lo antes posible hasta la rubia, ni siquiera tomé mi chaleco antibalas, sólo tomé las armas más cercanas y cargadores, mi mente totalmente ubicada en el propósito de sacar a la rubia de ahí, de tenerla a salvo en mis brazos.

Maldición.

Oliver discute con Alek por teléfono, dicho ruso está en la otra punta de España cerrando una importante negociación, la impotencia se filtra en su tono de voz dado que es imposible que llegue a tiempo, tardaría un par de horas en avión, no es posible. Su tono es ira pura cuando sabe que su novia y su hermana están siendo atacadas en este momento, pero Oliver le promete sacar a la rubia sana y salva de ese salón, junto con Yulia.

Las llantas de la camioneta chirrían contra el asfalto cuando derrapan por los giros que implemento tras el volante, Connor termina de colocar varios cargadores en los bolsillos de su pantalón y en sus botas, se carga un par de granadas en algunos bolsillos.

— Egor está dentro — habla Oliver conectándose con las cámaras del salón — Entro hace unos minutos, pero ya no logro verlo.

— ¿Y la rubia? — pregunto con voz temblorosa.

— No aparece en las grabaciones — aprieto con fuerza mis manos en el volante mientras nos aproximamos al salón de fiestas y los disparos se escuchan a la distancia.

No puedo perderla, no puedo.

No puedo volver a verla sufrir, la idea me hace querer vomitar.

Aún tiene pesadillas del encierro anterior, aún hay noches donde se levanta gritando, implorando que no la toquen, implorando que dejen de lastimarla, aún hay noches donde llora mientras se acurruca a nuestros cuerpos hasta que logra calmarse, aún hay veces en que la encuentro mirándose fijamente en el espejo como si hubiera algo que no le terminara de gustar del todo luego de las pesadillas.

Ella no puede pasar eso de nuevo.

Hay varios autos abandonados en la calle de personas que huyeron de la balacera y presiono aún más el acelerador colisionando con dichos autos para quitarlos de mi camino, Connor ladra órdenes a la policía con el mandato de acordonar la zona, no tienen salida, no podrán escapar a más de tres manzanas y tienen la orden de no interferir con nuestro trabajo.

Las balas de los hombres a las afueras del edificio comienzan a dirigirse en nuestra dirección en lugar de hacia dentro de él donde mis hombres les daban pelea, lo que hace que algunos terminen derribados pero que deba frenar la camioneta.

Bajo con rapidez mientras cargo el arma en mis manos.

— ¡Necesito una entrada, abran el paso! — ordena Connor — ¡Quiero un escuadrón en cada maldita entrada del edificio, rodeen el edifico!

— Frank iba a sacar a Madison por la azotea, pero el helicóptero aún no llega y aparece sin respuesta — habla Oliver.

— ¡Lanza una granada! — le grito a uno de mis hombres y no pierde el tiempo en lanzarla hacia los tipos que nos disparan luego de que Connor la coloca en sus manos.

— ¡Granada!

La onda expansiva nos lanza varios pasos hacia atrás y un pequeño pitido aturde mis oídos, pero no pierdo el tiempo en salir de mi escondite y comenzar a disparar a los hombres que quedaron vivos luego de la explosión, mis hermanos me flanquean uno a cada lado.

As de CorazonesWhere stories live. Discover now