Capítulo 37

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Capítulo 37 | "Somos un equipo"

Madison Blackwolf

La semana había pasado con bastante tranquilidad y el día de la misión había llegado, hoy los hermanos Blackwolf partirían a Rusia para iniciar el plan en contra de Egor.

Estaba nerviosa, completamente nerviosa y al mismo tiempo completamente molesta.

— No es seguro, Madison — rugió molesto Kace.

— Lo que no es seguro es que me dejen aquí — refuté — ¿No han visto esas películas donde el equipo se separa y luego todo sale mal?

Estaba molesta, los Blackwolf partirían a Córdoba, la ciudad donde los Corella y Egor dominaban y me dejarían aquí, sin hacer nada.

Me molestaba la idea a gran escala, primeramente, porque desconocía del plan que ellos pensaban ejecutar dado que me mantenían en la sombra de los mismos, alegaban que era para mi propia seguridad, pero yo no podía dejar de pensar en que simplemente querían ocultarme algo. Alek tampoco hablaba de eso conmigo, cuando intenté sacar a colación el asunto rápidamente cambiaba de tema.

Y ahora, ellos deberían partir a Córdoba con sus mejores hombres, pero preferían la idea de ir ellos con una protección básica y dejarme aquí, con sus mejores hombres custodiándome.

No me malinterpreten, me calentaba el corazón que ellos quisieran protegerme de esa manera, pero no descuidando ellos mismos sus espaldas, al fin y al cabo, yo terminaría preocupada por mantenerlos sin protección y ellos igual por estar tan alejada en una operación tan importante.

— Muñeca, no hagas las cosas difíciles, te quedarás aquí y no está en discusión — alegó Oliver.

— Se les está olvidando que no soy un adorno del cual disponen y usan a su antojo sólo para follar, el trato era que si me quedaba aquí sería diferente.

— No te pondremos en peligro — refutó Connor.

— No les estoy pidiendo que me incluyan en su plan, estoy pidiendo que no me tengan en las sombras ¡ni siquiera sé cuál se supone que es su famoso plan! — gruñí furiosa — Están ocultándome cosas.

— Eso no es importante ahora, Madison — gruñó de vuelta el pelinegro.

— ¡Claro que lo es! ¿Cómo sé de qué se supone que me proteja si no sé cuál será la movida? — debatí — Sé que es gracias a ustedes que Alek no ha querido decirme nada.

— Tu hermano estará bien.

— Es que eso no lo sé, porque ni siquiera sé cuál es la misión suicida a la que se dirigen.

Los tres hermanos bufaron frustrados y Kace rodó sus ojos en desesperación, antes de empezar a caminar de nuevo a la puerta.

— Creí que éramos un equipo — hablé de nuevo.

— Lo somos — aseguró Connor.

— ¿Lo somos? ¿Somos un equipo los cuatro? ¿O ustedes tres son uno y yo soy el comodín?

— ¿Por qué tienes que voltear las cosas a tu favor? — rugió Kace furioso, siempre era el primero en perder la paciencia — ¡No se trata de ti!

— ¡¿No?! ¡Entonces dímelo! ¡Somos un equipo!

— ¡No lo somos! — gruño furioso, mis ojos se abrieron ante lo que dijo y Kace maldijo por lo bajo, así que fue su hermano quien intervino.

— Madison, te apreciamos ¿vale? Eres importante para nosotros, pero la organización siempre estará primero al igual que mis hermanos, somos un equipo, hermanos por elección y en este momento tu presencia y conocimiento sobre el plan lo pone en riesgo de falla, simple.

As de CorazonesWhere stories live. Discover now