Hermanos

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Espero que les guste~

Nota: Este AU lo vi en un cómic pero lo modifique, así que no es exactamente igual. No lo tengo pensando en ninguna línea de tiempo especifica

Nota-2: Pigsy y Tang encontraron un huevo abandonado, uno que decidieron quedarse, encariñando se con la pequeña con partes de dragón que de allí salió

Nota-3: Viven en el bosque, porque Mei no sabe ocultar sus partes de dragón y no le gusta la atención extra

Nota-4: Quería que Mei tuviera una dulce y gran familia ^_^

Mei ama a su familia, ama su linda casa en el bosque, ama a su papá Pigsy algo gruñón y a su papá Tang siempre preocupado por todo, ama a su tío Wukong siempre dispuesto a hacer bromas con ella y a su tío Macaque que siempre parece tener una historia entretenida que contarle. Los ama a todos y a cada uno, porque son su familia, incluso si no son de manera biológica.

Su papá alguna vez le dijo que encontró un huevo de tonos verdes abandonado entre los arbustos y que decidió traerlo de vuelta a casa al ver el castraron roto

El bosque es su lugar favorito de todos, lejos del barullo de la gente y del contante movimiento, solo con los sonidos naturales a su alrededor, los pájaros cantando y la brisa haciendo que el olor a pasto mojado sea más fuerte. Era hermoso.

Mei había recorrido el bosque tantas veces que era difícil perderse, usualmente se alejaba de las zonas en las que escuchaba pasos ajenos y se mantenía alejada de las voces de desconocidos, porque los humanos la miraban raro por culpa de sus partes de dragón, pero era la primera vez en su vida que veía a alguien más allí, alguien con un aspecto casi animal. Estaba parado sobre una rama que parecía tambalearse un poco bajo su peso, estirándose todo lo que podía para alcanzar una de las tantas manzanas maduras que colgaban en lo alto del manzano. Se veía como sus tíos pero más pequeño y con el pelaje castaño alborotado, su ropa de tonos blancos y verdes luciendo sucio, como si se hubiera tropezado muchas veces.

-¡Te tengo!- lo escucho reír cuando logró agarrar la fruta roja, solo para gritar cuando la rama en la que estaba se rompió con un fuerte crujido.

-¡C-Cuidado!- chillo mientras corría, extendiendo los brazos, cayendo de sentó y sintiendo como todo el aire abandonaba sus pulmones cuando logró agarrarlo. La rama quedo colgada y muchas hojas cayeron sobre ambos pero ninguno había salido herido. -¿Estás bien?- lo miro con curiosidad, encontrándose con unos ojos dorados brillantes y llenos de asombro. Ahora podía verlo de frente y confirmaba por completo que se parecía a su tío, con una marca que se parecía vagamente a un corazón de un par de tonos más oscuro que su pálida piel y pequeños colmillos visibles por la forma en la que tenia abierta la boca.

-¡Estoy bien, me salvaste!- una gran sonrisa se dibujo en su rostro y ella solo pudo verlo, un poco sorprendida de que él pareciera brillar. -Muchas gracias~- miro la manzana y luego a ella, quien podía sentir la larga y peluda cola agitándose. Se levantó, Mei sorprendida cuando la cola ajena rodeo su cintura para levantarla con facilidad.

-Vaya- sonrió, sus tíos hacían lo mismo, así que supuso que eso era una costumbre de demonios mono. -Tienes fuerza- comentó sin poder evitarlo.

-Muchísima- rio, avergonzado. -Iba a golpear el tronco...- señaló el árbol del que se había caído. -...pero temí romperlo y hacer mucho ruido- toco con sus dedos la superficie lisa y rojiza de la fruta entre sus manos. -Se supone que no debo estar aquí- confesó en un susurro, tímido.

-En ese caso, nunca te vi- fue rápida en decir con las manos en alto, contenta de verlo sonreír un poco más tranquilo.

-¿Quieres comer manzana juntos?- sonaba esperanzando, mirándola con suplica y Mei podía entenderlo. Había algo suave en el aura ajena, algo que quería disfrutar un poco más.

-Yo puedo conseguir más- camino con confianza, su cola escamosa agitándose con ligera emoción, y golpeó el árbol con firmeza. Su habilidad aun estaba en entrenamiento, así que ver que había dejado una abolladura la hizo sentir un poco avergonzada pero obtuvo el resultado que quería, unas cuantas manzanas cayendo.

-¡Eso fue genial!- él solo pareció animarse aun más y ella solo pudo sonreír. Juntaron las manzanas y se acomodaron juntos, comiendo y jugando.

Era la primera vez que socializaba con alguien tan joven como ella y amo cada segundo de ello.

Se presentó como MK, dulce y entusiasta de una manera que la hacía sentir animada y contenta. Él parecía fascinado por apariencia de dragón y ella estaba encantada con su apariencia de mono.

Ese día, fue uno de los más divertidos del todo, y volvió a su casa con una sonrisa de oreja a oreja, cansada y sucia pero demasiado feliz como para que eso le importara.

-¿Mei?- Pigsy la moto, luciendo confundido ante su estado pero nada podía borrar la sonrisa de ella. -¿Qué te paso?-

-Rodé sobre el pasto mojado- una verdad a medias porque había dado su palabra de no decir nada sobre la presencia de su nuevo amigo y no iba a traicionar su confianza.

Visitarlo a espaldas de su familia de volvió un costumbre, una que esperaba con alegría y emoción.

-¿No tienes más familia?- preguntó en una de sus tantas visitas, luego de haber escuchado a su amigo hablar de su amoroso padre.

-No- negó, acariciando con algo de nerviosismo su cola, luciendo tan repentinamente ansioso que ella sintió que pregunto algo que no debió. -Papá tiene un tío pero...- hizo una mueca, como si estuviera buscando que palabras usar. -...no le agrado, así que solo tengo a mi papá-

-Ya veo- no podía imaginarse no tener a toda su familia y se sentía un poco, porque tenía la sensación de que su amigo debía sentirse muy solo como para salir de su hogar a espaldas de su padre para explicar el bosque. -Pues...- rodeo los hombros ajenos para abrazarlo ligeramente. -...si alguna vez quieres un momento familiar lleno de bromas malas, historias tontas y mucha comida cacera, estoy dispuesta a compartir mi familia-

-¿En serio?- la miro, luciendo sorprendido y asombrado, como si no hubiera esperado aquello pero Mei no estaba dispuesta a echarse atrás, no cuando vio algo de esperanza brillando en los ojos ajenos.

-Por supuesto- no dudo en decir, su voz llena de seguridad. -Te adopte como mi hermano, así que eres mío ahora- fue un pensamiento que había rondado su cabeza durante un tiempo pero en ese mismo momento, fue una decisión.

-No creo que la adopción funcione así- rio, suave y dulce mientras se acurrucaba contra ella, algo que la hizo sonreír. -¿Eres mi hermana mayor o...?- Mei lo abrazo con fuerza, dejando besos descuidados en el rostro ajeno.

-¡Soy la mayor!- declaró con entusiasmo, pronto ambos riendo alegremente pero sin separarse, aferrándose el uno al otro.

Tiene un hermanito y lo ama con todo su corazón, así que le pone triste cuando esta con su familia y no puede hablar de él con ninguno porque, por alguna razón, MK le ruega que no diga nada sobre su presencia y ella le da su palabra en mantenerlo como un secreto.

Tiene curiosidad por saber a que le teme tanto pero no se anima a preguntar.

-¡MK!- corrió con emoción, ansiosa de poder encontrarse con su amigo y mostrarle las bonitas marionetas que su tío le había regalado en su cumpleaños pero a medida que avanza, hay un aroma nuevo que llega con el viento, algo fuerte y metálico que hace que su corazón se acelere con miedo. -¡MK!- ahora esta preocupada, acelerando todo lo que podía mientras se dejaba guiar por su buen sentido del olfato sin dudar y esperando que su hermano estuviera bien.

Tenía que estar bien.

~Monkie Kid~ 5️⃣Where stories live. Discover now