Dragón Salvaje #6

510 94 21
                                    

Espero que les guste~

Nota: No se preocupen, aun me quedan ideas para esto ^_^

Nota-2: Si tienen alguna idea en específico para "dragón salvaje", no duden en dejarla aquí xD

Macaque tuvo que ponerse un par de auriculares anti-ruido para poder dormir algo en la noche por culpa de la tormenta y aunque usualmente se despertaba con el sonido de los pájaros en las mañanas, esta vez fue un repentino peso sobre su cuerpo lo que lo devolvió a la consciencia.

-...vayan a molestar a Wukong...- gruñó entre dientes. Los monitos tenían la costumbre de meterse a la casa y saltar sobre ellos para despertarlos si tenían la oportunidad, divertido pero algo molesto si lo hacían demasiado temprano. Los empujones continuaron, insistente, algo moviendo su auricular. Hizo una mueca ante la repentina avalancha de sonidos que llegaron a su agudo sentido del oído pero al menos no estaba lloviendo, eso era bueno. Abrió los ojos, abriendo la boca para mandar a los monos con el dios, a quien ahora podía escuchar roncar, pero se callo cuando, en vez de encontrarse con monitos divertidos, se encontró con iris amarillas y pupilas dilatadas que lo miraban fijamente. -¿Kid?- el menor gorgoteo, invadiendo el espacio personal del mono para frotar su cara contra la ajena, lo suficiente cariñoso como para hacer que él sonriera. -Hey- libero sus brazos solo para abrazar al menor, quien se derritió contra su pecho, al parecer contento con el afecto. Podía escucharlo gruñir suavemente cerca de su oreja, suplicante, y se imagino lo que quería. -¿Quieres salir?- lo sintió asentir contra su hombro. -Bien, bien- lo soltó, resignado a dormí un poco más. Te abriré la puerta- el híbrido se animo, bajándose de un salto de la cama ajena y corriendo hacia la sala. Macaque no tuvo otra más que suspirar mientras se levantaba, bostezando ampliamente mientras iba a abrir la puerta.

El dragón salió disparado apenas la puerta se abrió y se tiro directamente sobre el charco de barro más grande que vio, haciendo un desastre. Los monos más jóvenes, con demasiada energía y siempre levantados demasiado temprano, no tardaron mucho en unirse. El domador de sombras hizo una mueca pero terminó por encogerse de hombros, dándose media vuelta para empezar su rutina.

Cuando Wukong se digno a despertarse y levantarse, no pudo evitar mirar con cierto horror el desastre que había frente a su hogar, los monos antes blanco y el dragón mayormente oscuro ahora completamente marrones, la sustancia goteando de ellos con cada movimiento.

-¿A quien le toca bañarlos?- el dios preguntó con una mueca.

-A ti- tarareo el domador de sombras, moviendo ligeramente la cola, luciendo complacido.

-Rayos, me imagine que dirías eso- frunció el ceño cuando los monos empezaron una especie de guerra con el barro, ahora ensuciando a los que se habían mantenido alejados del desastre. -¿Te toca el dragón?- señalo justo cuando el niño abrió sus alas, sacudiéndose bruscamente y haciendo más desastre, lo monos riendo e imitando torpemente su gesto.

-Lamentablemente- asintió con cansancio.

Al cabo de un tiempo las mamás del grupo decidieron poner orden y a los más jóvenes no les quedo más que obedecer, luciendo tristes y regañados mientras esperaban a ser limpiados pero el híbrido corrió directamente a la puerta abierta con toda la intención de entrar y revolcarse en su nido más nuevo. El barro ahora se había secado un poco y le estaba dando picazón.

-No, no, no, no. Estas sucio- se paro en frente, evitando que el sucio ser entrará, y cerrando la puerta de su hogar con la cola por si las dudas. -Te acabas de revolcar en el barro...- el dragón chillo, corriendo a cuatro patas hacia uno de los árboles más cercanos. -...¿En serio te estas rascando?- enarco una ceja, sin saber si reírse o no al ver al niño parado sobre sus patas, frotando un poco brusco su espalda contra el tronco del árbol, ignorando el ruido y todo lo que caía por su movimiento. -Hagamos un trato- se acercó un par de pasos, el niño parando su sesión se rascado para mirarlo con curiosidad. -Me dejas bañarte, ponerte ropa limpia y te dejaré volver a ese bonito nido que hiciste ayer, ¿te parece justo?- el menor pareció pensarlo, para luego levantar su mano y señalar con expresión suplicante. -¿Quieres esto?- enarco una ceja, haciendo un gesto hacia su fiel bufanda roja, recibiendo un entusiasta asentimiento como respuesta. Eso era raro pero no iba a decirle nada. -Te la daré, hasta te conseguiré la capa de Wukong- sonrió cuando el pequeño soltó sonidos felices, saltando ligeramente en su lugar.

No iba a llevarlo al baño, no cuando estaba lleno de barro y tenía la sensación de que todo iba a ser un desastre, así que saco el fuentón que habían conseguido en el pasado y lo lleno de agua, con un clon siguiéndolo de cerca con lo que necesitaba entre sus manos.

-Adentro- señaló y el menor fue rápido en sacar la ropa desgastada que tenía, saltando dentro del fuentón y salpicando. -Gracias- bufo, estaba mojado, pero eso solo logró que el otro soltara una risa.

Intento comerse el shampoo, estornudo cuando el jabón hizo espuma y rompió una de las esponjas pero cuando el mono empezó a frotar su espalda, un poco dudoso al principio por miedo a las escamas ajenas, se relajo y se derritió por completo. El mayor tomo un poco más de confianza ante la reacción, frotando un poco más firme, aunque aún así fue cuidadoso con las alas que se desplegaron frente suyo.

-Esto te encanta~- bufo ante la especie de ronroneo grave que escucho. Frotó las escamas ajenas por un tiempo, encantado mientas el ronroneo se hacía cada vez más fuerte, pero el niño ya estaba limpio y el agua ya estaba muy fría. No iba a subestimar el sistema inmunológico ajeno. -Listo, ahora puedes...- se escondió tras una toalla que había agarrado, dejando que el menor se sacudiera un poco el exceso de agua, y luego lo seco, escondiendo la tela tras suyo para al menos poder colgarla para que se secara al sol. -Ahora, ropa- le hizo un pantalón, haciendo medidas a ojo y adivinanza, que le quedaba bien y cómodo, el elástico a la cintura nunca podía fallar, y lucia complacido cuando su cola paso por el agujero de más que había hecho sin problema pero para la remera  una que le había robado a Wukong de su colección de mercancía, no había mucha solución por las grandes alas, así que hizo lo mejor posible y le corto a la prenda la parte de la espalda, dejando unos extremos para atar alrededor del cuello y de la cadera del niño. No era lo mejor pero lo cubría y se veía mejor que su ropa anterior, eso era un avance. -¿Mejor?- el híbrido soltó un rugido entusiasta, corriendo a cuatro patas a donde estaba Wukong.

~Monkie Kid~ 5️⃣Where stories live. Discover now